“Hay que decir que aún no se llegó al pico máximo: no llegó lo peor”, dijo Mario Alberto Ishii, intendente del partido de José C. Paz. La frase sirvió de preámbulo a la comparación entre la brutal debacle económica, política y social de comienzos de siglo y la coyuntura actual, con el coronavirus y la cuarentena como factor transversal a las necesidades de la gente. Ishii hizo estas declaraciones en una entrevista con Jorge Fontevecchia en el diario Perfil, en la que pronosticó un panorama caótico: “Para fines de agosto vamos a estar como en 2001 aproximadamente. Viví dos saqueos y pienso que la gente va a volver a 2001. A las empresas medianas y a las pymes no les alcanza para nada, por más que las ayuden. Tienen el mismo gasto y se están fundiendo”.
El escenario de crisis lo remite a 2001. Ishii está preocupado: gobierna una de los distritos más pobres del conurbano y los más de cien días de aislamiento social, preventivo y obligatorio empiezan a hacer mella en la atmósfera socioeconómica de los más de 354.000 habitantes -según estimación de octubre 2007- distribuidos en los 74 barrios del municipio. “Cuando en 2001 explotó fue por hambre. Salieron a saquear todos los negocios por comida. Hoy la bronca es de la gente que está sin trabajar. Y lo peor es que muchos están con necesidades mucho mayores que en 2001”, consideró.
En el contraste de ambas situaciones límite, encontró una diferencia que lo alarma: la pérdida de respeto hacia las autoridades. “Veo que se está superando una línea: la gente ya no respeta a los funcionarios. Ve todo mal, como si fuera culpa de ellos: del Presidente, del intendente o de un concejal. Les adjudican la situación que tienen”. “Pero vino la pandemia y estamos así”, procuró argumentar, antes de ensayar un razonamiento que esconde una crítica hacia la gestión del gobierno nacional, el actual y el anterior: “No sé si estaríamos mucho mejor sin el coronavirus”.
Ishii es uno de los pilares del peronismo en el Conurbano bonaerense: cumple su cuarto mandato como intendente en José C. Paz. Fue presidente del concejo deliberante del partido cuando las dos cámaras legislativas promulgaron el 20 de octubre de 1994 la ley provincial Nº 11.551 que ordenaba dividir el partido de General Sarmiento para fundar el de José C. Paz. Desde entonces fue electo intendente tres veces consecutivas (1999-2003/2003-2007/2007-2011), senador por la provincia de 2013 a 2017, con uso de licencia, y de nuevo jefe municipal desde 2014 hasta la fecha. Ishii y José C. Paz son dos elementos asociados: no se debe hablar de uno sin nombrarlo al otro.
“Tengo una sola fábrica, pero hay 6.500 negocios. Si se funden los negocios, nos quedamos directamente sin fuentes de trabajo. No tenemos playa, no tenemos montaña, realmente tenemos un problema. Y la gente es de clase trabajadora. No trabajar en el distrito implica ir a otros lugares a hacerlo. Se nos complicaba. Muchos hacían changas o trabajaban en una fábrica, que hoy están cerradas. Se está acentuando el problema”, declaró. “La gente de distintas partes del país no aguanta más, no solo en el Conurbano. Se están fundiendo. Quiebran las empresas. La cesación de pagos se generaliza”, desarrolló.
A su vez, evaluó que en el último año el delito creció entre un 70 y 80 por ciento y que la crisis también se vuelve habitacional: “En este último mes se ve mucha más delincuencia. Reaparecieron los motochorros, que no los teníamos aquí. En José C. Paz no se robó nunca a los bancos. Y hoy encontrás que hay operativos de veinte o treinta motos con gente armada. Estamos trabajando muy fuerte en hacer operativos, porque se está desmadrando y la gente se vuelve intolerante. Tengo filmado, por ejemplo, que hay zonas en las que se toman terrenos o viviendas que María Eugenia Vidal dejó sin terminar. La mayor parte de la gente que está tratando de tomar tierras son extranjeros”.
En la entrevista, Ishii pronunció varias veces la palabra desborde. Teme un colapso y lo expone: “Lamentablemente, en ciertos lugares la policía ya está superada. Todo el segundo cordón del Conurbano está así. Moreno está peor que José C. Paz; Malvinas Argentinas está igual que José C. Paz. La policía está desbordada y deben venir las fuerzas federales. La gente va avanzando y no la van a poder parar. La gente avanza y si vos la dejás va a seguir así”.
Intepretó que este crecimiento exponencial de la delincuencia tiene un punto de inflexión y una relación directa con la liberación de presos en las cárceles con la excusa de evitar infecciones de coronavirus: “Antes estábamos muy tranquilos. Teníamos las mejores estadísticas de la región. Estábamos muy bien. Ahora se nos está desvaneciendo ese logro. Y en otros distritos está igual. Se está poniendo feo”. “La cantidad de presos que se han liberado se nota que están en la calle -agregó-. Al no tener trabajo, al no tener ocupación, reinciden en delinquir. Por eso tienen que salir las fuerzas federales a colaborar. Ya están las fuerzas federales, pero tienen que salir con más énfasis. Tienen que estar presente, si no corremos el peligro de que se produzca un desborde”.
Mario Ishii prevé un pico de contagios para mediados de julio y un pico del malestar social para cuando la disponibilidad de camas de terapia intensiva comience a escasear. En su análisis, volvió a imaginar la situación ante un desborde: “Como intendente tengo la preocupación de que esto se vaya a desbordar en algún momento. ¿Cuándo? Cuando empiecen a aparecer los muertos. Cuando la gente vea a sus muertos, cuando haya gente que no sea atendida en los hospitales porque están desbordados. Allí podremos tener un problema”.
La entrevista se publicó en el diario Perfil
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