Susana Martinengo, la ex coordinadora de Documentación Presidencial de Cambiemos que fue detenida el lunes por orden de la justicia de Lomas de Zamora, rechazó haber recibido informes de inteligencia. Incluso afirmó que Darío Nieto, el secretario privado de Mauricio Macri, no le daba “ni bolilla” cuando le llevaba los papeles, cartas o regalos que se recibían en su área. Deslió, por las dudas, cualquier sospecha sobre el ex jefe de Estado.
Entre las 21.30 del jueves y las 2 de la madrugada de este viernes, Martinengo escuchó las acusaciones en su contra y, tal como había adelantado Infobae, decidió hablar para negar las acusaciones y rechazar el voltaje que se le dio a los chats que mantuvo con los espías imputados.“No tomaba partes de inteligencia, tomaba información”, afirmó.
Cuando le preguntaron directamente si le llevaba informes a Dario Nieto, la mujer respondió: “No, nada” y que Nieto “no le daba bolilla”. Y desmintió los chats y audios en donde se planteaba que ella mandaba informes “hacia arriba”. “Me enteraba millones de cosas y los escuchaba a todos y decía ´lo paso´ pero no lo pasaba porque no era mi tarea; pero también yo pensaba que todo lo que hacían era legal”, respondió
“Yo no recuerdo haber pasado nada. Le pude dar algún comentario a Nieto por WhatsApp pero no tengo presente haberle pasado nada”, aseguró Martinengo tras señalar que su vínculo con el secretario privado de Macri era estrictamente formal y que no tenía relación con el ex presidente porque “se encontraba en la otra punta de las oficinas”.
Cunado Villena quiso saber si alguna vez le llevó informes a Nieto o si le presentó a esos agentes al secretario de Macri, la mujer respondió: “Nunca”. En otro tramo afirmó que “Mauricio Macri siempre estaba al tanto de lo que pasaba en documentación”, pero lo justificó al señalar que ella siempre le pasaba los informes a Hernán Bielus o a Darío Nieto que era su secretario, dando a entender que eran precisiones sobre su trabajo.
Como en un tramo de los chats que le mostraron constaba que ella había dicho “el uno sabe todo”, la mujer explicó que “Mauricio Macri siempre estaba al tanto de lo que pasaba en documentación”.
La primera parte de su indagatoria estuvo dedicada a explicar cómo llegó al mundo de la política. Ama de casa, había sufrido dos robos en donde casi pierde la vida un familiar y comenzó a vincularse con los foros de seguridad que se pusieron en práctica en el conurbano. Mencionó a los ex gobernadores Carlos Ruckauf y Felipe Solá, habló de una oferta como concejal desde el espacio de Adolfo Rodriguez Saa, después llegó la vinculación con el espacio de Aldo Rico. En 2005 un dirigente apellidado Bustos del Partido Justicialista de General San Martín le comentó que estaban trabajando para que Macri se presentara como diputado. Luego la invitaron a sumarse.
“Ya en el año 2015, con Mauricio de candidato a Presidente, empezó a hacer campaña en la provincia de Buenos Aires. Allí se puso un local partidario de Cambiemos en San Martín y luego de ello gana la presidencia y consulta con Alejandro Maijenda (funcionario en la jefatura de Gabinete de Marcos Peña) para ir a documentación presidencial, ya que conocía con anterioridad esa actividad”, explicó.
En otro tramo de su declaración, la mujer dijo que con Peña tenía “una buena relación laboral”. “Que a Nieto solo lo veía cuando se peleaba con soledad Furnó”, en alusión a María Soledad Furno Rodríguez Vidal, la encargada directa de su área. Y que “nadie le pedía que rindiera cuentas por su trabajo” porque si ella lo hacía bien “no tenía inconvenientes”.
Sobre la causa en sí, la ex funcionaria minimizó las reuniones que tuvo con los espías detenidos en la Casa Rosada. “Como sabía que ambos (Sáez y Melo) trabajan en la AFI, cada tanto pasaban a tomar un café” y ella creía que estaban “en la esquina”, es decir en el edificio de 25 de mayo. Sostuvo que Araque también iba a la oficina. “Pasaban a comer y hablaban de temas personales”, afirmó.
Martinengo detalló que en 2008 conoció a Sáez, que era el marido de una compañera suya de trabajo y todavía cumplía tareas como policía. Así forjaron una relación de amistad y “cariño”. Precisó que una vez Sáez y Araque fueron quienes trajeron a un sujeto de la Uocra, almorzaron juntos para que la apoyara en una candidatura para ser diputada, a cambio de conseguirle obras. En otro momento, dijo, le presentaron al jefe de la barra brava de Boca, Rafael Di Zeo, “porque tenía mucha gente en La Matanza”.
Sobre su vínculo con el ex subsecretario de Asuntos Municipales de la Provincia de Buenos Aires, Alex Campbell, a quien mencionó en sus intercambios con los ex agentes de la AFI, la mujer afirmó: “Lo vi tres veces, una que se le quemaban las papas, él hizo una reunión de empresarios y me llama su secretaria que se le habían caído todos los invitados importantes (…) Cuando él asume y gana María Eugenia (Vidal) en la provincia (de Buenos Aires), la idea con estos chicos era hacer el tema social. Por eso llamé a Alex, le dije que quería presentar a unos amigos y así se conocieron”.
“Para mi ellos recorrían los barrios, yo supongo que hacían inteligencia en las villas, yo no me nutría de ellos, yo se los presento a Alex Campbell para que lo ayuden con las cuestiones sociales. Yo no tomaba partes de inteligencia, yo tomaba la información”, aseguró.