Los cruces dialécticos entre los referentes de los ministerios de Seguridad de Nación y los de la provincia de Buenos Aires se convirtieron en algo recurrente que se transformó en un verdadero dolor de cabeza para el gobierno de Alberto Fernández.
El enfrentamiento, lejos de atenuarse, se reavivó este miércoles por la mañana: Sergio Berni se presentó sin aviso en Puente La Noria para alivianar las demoras en los controles de acceso a la Capital Federal y recibió duras críticas desde la cartera que encabeza Sabina Frederic por haber irrumpido en el lugar sin aviso y a los gritos.
Por supuesto, el funcionario bonaerense respondió sin diplomacia, con el estilo que lo caracteriza: “¿Pretendían que les lleve medialunas al Ministerio de Seguridad para debatir cómo arreglábamos un retén?”, preguntó con ironía.
“Había una embarazada en trabajo de parto que llevaba esperando 15 minutos en una ambulancia. Ocurre que están los que creen que hay que torturar a la gente para que no salga a la calle, pero yo creo que tenemos que hacerle las cosas más fáciles”, disparó en declaraciones a Luis Novaresio por radio La Red.
En un tono que transmitía su fastidio, Berni insistió: “Cuando uno ve semejante lío, lo que tiene que hacer es tratar de arreglarlo, a menos que esperen que me lleve las medialunas al Ministerio y me siente a hablar con ellos cuatro horas sobre cómo se arregla algo que se soluciona en dos minutos en el lugar”.
Sin mencionar a Sabina Frederic, el ministro de Seguridad de la provincia de Buenos Aires buscó en todo momento diferenciar su actitud proactiva de una supuesta pasividad de quienes comandan el ente a nivel nacional: “Uno de los responsables del operativo estaba dormido en un móvil, lo desperté y le dije, ‘mire el quilombo que se está armando'”.
“Hubieran puesto un jefe político que solucionara el tema... Había uno con gorra y barbijo que le daba vergüenza estar en el puente, tenía menos autoridad que el cabo Caverna que hacía los controles”, disparó.
Instantes después, el ministro provincial le puso nombre y apellido a su blanco: “Conozco perfectamente la tarea del mando del personal policial, se lo enseñé cuatro años a Eduardo Villalba (secretario de Seguridad), me llama la atención que no lo haya aprendido”. El destinatario de esta crítica había manifestado que Berni se excedió de una manera irresponsable: “Si tenía buenas intenciones, me hubiese llamado en vez de aparecer frente a las cámaras de televisión”.
El funcionario bonaerense desestimó además las críticas de quienes creen que estos gestos son en realidad parte del inicio de su campaña con miras a competir en las elecciones en 2023: “Yo estoy donde están los problemas, no estoy encerrado en el ministerio. Hace 30 años que trabajo en el Estado y ando en la calle, entonces podrían decir que llevo 30 años en campaña”.
Finalmente volvió a remarcar (y a destacar) las diferencias entre su modo de intervenir directamente en los conflictos, contra los que se quedan en la teoría y no la aplican en persona: “El que quiere construir éxito tiene que exponerse; el que no quiere problemas, que no haga nada”.
“Uno tiene que entender lo que está pasando y para eso hay que estar en el lugar. Eso me lo enseñó Alicia Kirchner hace años, cuando me hizo ver que la única manera de sensibilizarse es compartir los zapatos del otro; si no, nunca lo va a entender”, finalizó.
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