El gabinete económico se reúne todos los miércoles en la Casa Rosada bajo la coordinación del jefe de Gabinete de Ministros, Santiago Cafiero. Pero hoy, después de que el INDEC oficializó una caída de la actividad económica peor de la que estaba pronosticada, Alberto Fernández decidió participar personalmente del encuentro que se está desarrollando en la residencia de Olivos.
Aunque cerca del Presidente se confirmó que el Gobierno no tiene previsto realizar algún tipo de anuncio económico para después del encuentro, existe la expectativa de que el mandatario brinde algún tipo de mensaje a la población, que hoy inicia una nueva etapa de la cuarentena, en circunstancias dramáticas desde el punto de vista económico.
Según se informó, participan del encuentro los ministros de Hacienda, Martín Guzmán; de Trabajo, Claudio Moroni; de Desarrollo Productivo, Matías Kulfas; la vicejefa de Gabinete, Cecilia Todesca. También, los titulares del Banco Central, Miguel Ángel Pesce, y de la AFIP, Mercedes Marcó del Pont. La presidenta de la ANSES, Fernanda Raverta, que participa de este Gabinete, no estuvo presente.
En el comunicado oficial se aseguró que el objetivo de la reunión fue “analizar y hacer un seguimiento de las medidas para mitigar los efectos de la pandemia” y nada se informó en relación a nuevas medidas, ni siquiera la convocatoria a un eventual consejo económico-social, integrado por empresarios y sindicalistas, tantas veces prometido y nunca formalizado.
“Anuncios puntuales ya fueron concretados”, precisaron desde Olivos. Por ejemplo, la continuidad de la suspensión de medidas cautelares de contribuyentes MiPyMES y prórroga de la suspensión de juicios de ejecución fiscal. También se extendió el Programa ATP, con el objetivo de sostener la ayuda para el pago de salarios complementarios y contribuciones patronales que se devenguen en el mes de junio, siempre teniendo en cuenta los esquemas sanitarios territoriales y la extensión del beneficio de créditos a tasa cero hasta el 31 de julio.
También se especificó que ANSES está trabajando a destajo para el pago, desde mañana 2 de julio, del nuevo Ingreso Familiar de Emergencia (IFE), que volverá a exigir un fenomenal esfuerzo logístico, ya que tiene que llegar a los 9 millones de personas que están inscriptas, muchas de las cuales siguen sin tener tarjeta de débito. El cronograma ya fue oficializado y ahora de lo que se trata es de que empiece a ponerse en marcha la maquinaria.
La expectativa, hoy, estaba enfocada en la posibilidad de que el Gobierno brindara alguna señal específica de preocupación sobre el panorama económico, una demanda que le hicieron llegar empresarios cercanos cuando se conocieron pronósticos igualmente severos para el mes de junio y aun para julio, dado que las restricciones están siendo reforzadas a partir de hoy.
Ayer la Casa Rosada hizo trascender que el Presidente había desistido de la expropiación de Vicentín y también desde YPF se informó a Infobae que “no hay ningún tipo de posibilidad” de que puedan realizar un fideicomiso para intervenir en la compañía de Avellaneda, ya que “no lo permite el objeto societario de la empresa”. Sin embargo, oficialmente nadie habló al respecto y ante las sucesivas idas y vueltas es difícil generar la certidumbre que necesitan los privados para tomar decisiones de inversión.
“No hay que esperar nada especial, el Presidente quiso conocer de parte del equipo el diagnóstico de la coyuntura, quienes le aseguraron que viene una etapa de liquidación de divisas que fortalecerá las arcas del Tesoro, y que habrá más circulante para el consumo con el aguinaldo, aunque se cobre en la mayoría de las empresas en forma escalonada”, comentaron desde Olivos.
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