El jefe de Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, Horacio Rodríguez Larreta, confirmó que a partir de la hora cero del miércoles 1° de julio se activará una nueva cuarentena, más estricta, limitada a 24 actividades esenciales, con transporte exclusivo para los trabajadores de estas excepciones, entre las que se incluyen los bancos. Pero además, advirtió que si bien se mantendrá la salida recreativa con chicos los fines de semana, se cancelará al menos por dos semanas la actividad física en espacios públicos.
El alcalde de Capital Federal participó del anuncio en la Quinta de Olivos junto al Presidente de la Nación, Alberto Fernández, y Axel Kicillof, gobernador de la provincia de Buenos Aires. Los tres detallaron los alcances de la nueva cuarentena estricta, cuyo foco estará puesto en aislar el Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA) entre el 1° y el 17 de julio.
Larreta resaltó “la importancia del trabajo en conjunto” con los gobiernos nacional y bonaerense porque “es la mejor manera de cuidar a nuestra gente”. En ese sentido, amplificó la idea anunciada un rato antes por Fernández de “redoblar las medidas para reducir la movilidad y el uso de transporte público”.
Según detalló el jefe de Gobierno porteño, actualmente “hay 885 mil personas que entran y salen de CABA y Conurbano”. Por eso, anunció que desde las 00 del lunes 29 de junio solo podrán usar el transporte público los trabajadores esenciales y a los controles exhaustivos se agregará el “control por la SUBE”, aunque no dio detalles. Larreta especificó que el objetivo es “reducir circulación dentro de la ciudad” porque “cada persona en la calle es un riesgo”.
Además, el alcalde porteño especificó que desde el 1° de julio a las 00 se restringirá la actividad física al aire libre. “Nunca el riesgo es cero, pero es menor al aire libre”, deslizó Larreta, consciente de la contradicción de haber habilitado el privilegio a los runners y haber tenido que dar marcha atrás. Por eso aclaró que será hasta el 17 de julio. A partir de esa fecha, solo funcionarán los comercios esenciales permitidos en el primer decreto, más los bancos. Y se permitirá la entrega de comida por delivery o el retiro, conocido como take away (para llevar).
“Van casi 100 días de cuarentena, sé que es duro, que genera angustia en los comerciantes, a los padres que no podemos mandar a nuestros chicos a la escuela. Y es muy difícil para nosotros como gobernantes, sabemos del cansancio y la frustración que genera”, reconoció Horacio Rodríguez Larreta, quien no obstante remarcó que “esta cuarentena nos evitó el colapso del sistema sanitario, como pasó en muchas ciudades del mundo”.
El jefe de Gobierno de la ciudad de Buenos Aires explicó que los datos de casos y muertes actuales muestran que “estamos entrando en una nueva etapa”. Si bien remarcó que como no hay un protocolo de cómo abordarla, eso hace más difícil de poder predecir lo que va a venir. “Lo único que tenemos es la experiencia de otras ciudades y otros países para ver qué hicieron, qué les funcionó, pero no hay conocimiento preciso. Los datos sí nos muestran que está llegando, que en algún momento los casos empiezan a crecer en forma exponencial”, especificó.
Larreta explicó que en CABA hace tres semanas tenían un promedio de 400 contagios, que la semana pasada fueron 600 y a partir del viernes hubo 800, con picos de 1.000. “Es crecimiento exponencial. Lo dijimos desde el primer día”, aclaró.
“La misma experiencia de muchas ciudades también nos muestra que si hacemos una estrategia focalizada de restricciones estrictas y testeo inteligente y se refuerzan los cuidados individuales, esa curva da la vuelta y los contagios empiezan a bajar”, agregó.
Larreta remarcó que la tasa de contagiosidad en la ciudad está 1,1: “Significa que cada semana tenemos más contagiados. La consecuencia es el aumento en la ocupación de camas de terapia intensiva. Nunca son infinitas la cantidad de camas y estamos en el 50%”. La semana pasada en CABA había 51 camas ocupadas y este viernes, según dijo el propio Larreta, ya son 215.
El jefe de Gobierno además detalló que en la Ciudad hay 4.700 personas aisladas, 3.512 de estas en hoteles y el centro de aislamiento de Costa Salguero. Y que el promedio de edad de los fallecidos es de 75 años. “Se confirma que esta enfermedad pone en riesgo a los adultos mayores y quienes tienen otra enfermedad. El 80% de los que se contagian son menores de 65. Muchos adultos mayores se están cuidando”, analizó.
Larreta propuso mantener rígido el sistema de testeo y aislamiento. “Seguir a fondo con el plan Detectar y seguir insistiendo en los cuidados personales. En CABA es muy difícil encontrar gente sin tapabocas. El testeo funcionó muy bien en muchas ciudades. Trabajamos en equipo con el Gobierno nacional. Apenas se identifica alguien contagiado con la enfermedad se hace la entrevista epidemiológica para saber si hubo contacto estrecho durante más de 15 minutos”.
Además, el jefe de Gobierno porteño contó que ya se hicieron 71.100 hisopados, a razón actualmente de 2.000 diarios, y que 1.000 personas trabajan en el seguimiento de casos, pero que esa cantidad se duplicará en los próximos 10 días a partir de un convenio con la UBA.
Seguí leyendo: