La Cámara de Diputados aprobó este viernes a la madrugada de manera unánime el proyecto que impulsa una Campaña Nacional de Donación de Plasma sanguíneo de pacientes que hayan estado infectados de COVID-19. Asimismo, incorpora una licencia de dos días para los donantes, sin que pierdan ningún beneficio laboral. De esta forma, con 229 votos afirmativos y 0 negativos, la iniciativa tuvo la media sanción.
Todos los temas que trató la Cámara de Diputados en la sesión remota de este jueves fueron consensuados. En el caso de la Campaña Nacional de Donación de Plasma, el proyecto acordado fue impulsado por el jefe del bloque del Frente de Todos, Máximo Kirchner, y diputados de su espacio. Sin embargo, en un hecho inédito, también acompañaron los diputados Cristian Ritondo, jefe del bloque del PRO, y Carmen Polledo, que es la vicepresidenta de la Comisión de Acción Social y Salud. También llevó la firma de dos diputados que son médicos: Pablo Yedlin, del Frente de Todos y presidente de esa misma comisión, y Eduardo “Bali” Bucca, jefe del Interbloque Federal.
La sesión mixta, con algunos diputados presentes en el recinto y la mayoría conectados en forma remota, inició a las 16:15. Tras aprobar la postulación de Miguel Angel Pichetto para ocupar la vacante en el Auditoría General de la Nación (lugar que dejó el radical Jesús Rodríguez al pasar a la presidencia de ese organismo de control) y darle media sanción a los proyectos de teletrabajo y de economía del conocimiento, llegó el turno de tratar la donación de plasma sanguíneo de pacientes que hayan estado contagiados de COVID-19.
El proyecto, además de proponer que el Poder Ejecutivo realice una campaña de divulgación a través de los medios a su alcance, incorpora dos días de licencia para quien done plasma, sin que pierda ningún beneficio laboral como premios o presentismo.
Varias iniciativas se habían planteado en este sentido. Una de ellas fue la del diputado bonaerense Nicolás Rodríguez Saá, que fundamentó el proyecto en las pruebas que se están realizando en el hospital de Malvinas Argentinas que citó Kirchner en su texto. Según datos del Ministerio de Salud Provincial, en el Hospital de Trauma Federico Abete el 90% de los enfermos de COVID-19 tratados con plasma se recuperaron.
“Necesitamos transmitir y generar esperanza, la sociedad necesita una luz de solidaridad”, declaró Rodríguez Saá, quien destacó el respaldo de Juntos por el Cambio: “Los tiempos que vienen son muy difíciles, que no quede en un proyecto de ley, es tiempo de que los dirigentes estemos espalda con espalda”.
El tucumano Pablo Yedlin (Frente de Todos), destacó que “el de la donación de plasma es un sistema que se viene tomando en muchos lugares del mundo, más allá de que aún no se sabe cuán efectivo es”. De todos modos, consideró que de los 13.000 pacientes recuperados la gran mayoría estaría en condiciones de ser donante durante los meses siguientes, tras haber superado la enfermedad.
En definitiva, los puntos principales de la normativa aprobada por la Cámara Baja son:
-Promoción de creación de una campaña nacional para la promoción de la donación voluntaria de plasma sanguíneo, proveniente de pacientes recuperados de COVID-19 de todo el país.
-Licencia especial para los y las donantes bajo relación de dependencia de dos días por cada donación de plasma que realicen
-Reconocer a los donantes como “ciudadanos/as solidarios/as destacados/as de la República Argentina”.
- Colaborar con el traslado de aquellas personas que deseen ser donantes y no tengan movilidad o tengan dificultades para ir al punto de donación.
La diputada de la Unión Cívica Radical, Josefina Mendoza celebró que “la donación de plasma está demostrando resultados: por cada persona recuperada se pueden obtener entre tres y cuatro dosis, es decir que se pueden recuperar entre tres y cuatro personas”. En ese sentido, informó que el paciente recuperado que decide donar plasma de manera voluntaria, lo puede hacer en más de una oportunidad.
“La donación de plasma es un gesto y un acto solidario. Siempre la sociedad está un paso más adelante. Sancionamos esta ley en parte por aquellos que donaron voluntariamente y ayudaron a otros a recuperarse”, destacó Mendoza.
Por su parte, Eduardo Bucca cuestionó a los políticos que critican la cuarentena desde hace semanas. “Antes de hablar para debilitar esta principal herramienta, guarden silencio”. A la vez reclamó al Gobierno Nacional que amplíe los testeos y reclamó que “el plan Detectar llegó tarde y se está aplicando mal”.
En tanto, Luis Petri de la UCR, pidió que sea el Congreso el que debata y determine el rumbo de la cuarentena. Pidió una mirada crítica de las subestimaciones del Gobierno al coronavirus antes de la llegada de la pandemia: “Esa imprevisión se tapó con una cuarentena temprana”.
Por su parte, Ruben Manzi de la Coalición Cívica reclamó “moderación en cuanto al optimismo”, ya que sostuvo que “no cualquier paciente recuperado va a poder ser un dador (de plasma)”. “No confundamos a la gente transmitiendo un excesivo triunfalismo”, enfatizó.
Los presidentes del bloque del PRO, Cristian Ritondo, y del Frente de Todos, Máximo Kirchner, fueron los encargados de dar cierre a los discursos. El referente opositor manifestó que “no es tiempo de egoísmos ni de mezquindades” y, teniendo en cuenta que “lo peor está por venir”, agregó que espera que sea el momento “para empezar a construir políticas de Estado”.
“Ojalá podamos empezar a coincidir en muchas otras cosas que la Argentina necesita”, declaró Ritondo, quien insistió que el país “no necesita más cosas para dividirse”. “De ésta salimos todos juntos y todos responsables”, enfatizó.
Por su parte, Máximo Kirchner se refirió a la extensión del aislamiento social, preventivo y obligatorio en el AMBA y los cuestionamientos sobre si Argentina entró tempranamente a la cuarentena. “Obviamente que hay cansancio”, dijo y, tras repasar y comparar estadísticas de otros países de la región con Argentina, remarcó que el Gobierno “actuó correctamente”.
Con respecto a la dicotomía entre salud o economía, el diputado oficialista sostuvo que “ahora es elegir entre la vida y la muerte” y comparó en esta ocasión con los países que no implementaron cuarentenas estrictas e igualmente atraviesan crisis económicas. En ese sentido, le reclamó a la oposición “no alimentar la frustración”. “Los falsos optimismos generan más frustración, más enojo. Lo que viene es muy difícil para la Argentina y para el mundo”, concluyó.
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