El intendente de Lomas de Zamora, Martín Insaurralde, contagiado de COVID-19 e internado desde hace 12 días en el Hospital Llavallol, recibió este miércoles por la tarde el alta médica y podrá regresar a su casa. La semana pasada se había sometido a una transfusión de plasma que lo ayudó a combatir el virus y mejorar los tiempos de su recuperación.
“Gracias a Ramiro Heredia y Mariano Ortega, a todo el equipo de mi querido Hospital Municipal Llavallol de Lomas de Zamora!!!”, escribió en sus redes sociales el intendente junto a una foto en la que está a bordo de una ambulancia del SAME.
Además, subió un video en el que saluda a todo el personal del Hospital mientras se dirige a la ambulancia. “Haberme recuperado en este hospital municipal tiene un condimento especial. Todos sabemos lo que luchamos por la salud pública de Lomas de Zamora”, fueron sus primeras palabras en el pasillo del establecimiento.
Les agradeció a los enfermeros que “estuvieron todos los días”, destacó que hubo “momentos feos” y que tuvo “una semana complicada”. Antes de despedirse, agregó: “Ya estamos para seguir la recuperación. Y ustedes a seguir con la salud pública adelante. Gracias a todos, de corazón. Los quiero”, dijo emocionado.
El fin de semana también se había emocionado al agradecerles a los médicos y enfermeros que lo trataron en estos días: “No tengo palabras de agradecimiento para el equipo de médicos y enfermeros. Que me atiende a mí y a cientos de personas en todo el país”.
El fin de semana, durante una entrevista que le realizó Gerardo Rozín en Telefe, le envío un mensaje a la sociedad. “Esto le puede pasar a cualquiera. Tomé todos los recaudos necesarios. Por mi actividad tenía roce con mucha gente. Esta batalla es la que muchos están dando en Argentina. Hasta que no haya una vacuna, hay que cuidarse”, afirmó.
El jefe comunal comenzó a sentirse mal el jueves 11 de junio y tuvo unas líneas de fiebre. Los síntomas lo llevaron a realizarse el hisopado, que horas más tarde dio positivo. “Di positivo de coronavirus. Como sociedad, hoy atravesamos el momento más difícil porque nos acercamos al pico de contagios. Les pido que se cuiden y que tratemos de minimizar el riesgo entre todos y todas. Por favor, quédense en sus casas todo lo que puedan”, reveló al enterarse en ese momento.
En su última aparición pública Insaurralde explicó que “el miércoles (de la semana pasada) fue un quiebre de la enfermedad” porque “se me había reducido la capacidad pulmonar”. En ese momento de la semana los médicos decidieron avanzar con la transfusión de plasma debido a una baja en la saturación de oxígeno, confirmada por exámenes médicos, tomografía y estudios de laboratorio.
Al momento de disponer el procedimiento, los cirujanos Martín Parodi y Diego Pintos le colocaron quirúrgicamente una vía central bajo guía de ecografía. La recuperación fue muy rápida. Según el propio Insaurralde contó, a las 24 horas ya sentía la diferencia en su capacidad pulmonar.
“Anoche pasé mi mejor noche. Me siento bárbaro, la capacidad pulmonar está bárbara, con oxigenación y ningún dolor de garganta ni muscular”, dijo el domingo, cuando su mejoría ya era notoria. Además se refirió al tratamiento con plasma que le hicieron en la semana y contó que su evolución fue positiva 24 horas después. “Estoy feliz porque creo que esta lucha valió la pena”, sostuvo.
El último domingo, que fue el Día del Padre, el dirigente peronista le agradeció a su familia el respaldo en este momento de angustia y contó que sus hijos le enviaron un desayuno como regalo. “Tengo una familia hermosa y no tengo más que palabras de agradecimiento en este momento”, aseguró. Luego, agregó: “Siento a mis seres queridos adentro de esta habitación. Ojalá que en 48 o 72 horas me pueda ir porque se está haciendo largo y comienza a ser angustiante”.
En esa intervención televisiva también dejó en claro la importancia de su familia en su vida. “Yo lucho porque me gusta, por mis convicciones, por Lomas de Zamora, por los vecinos, pero mi motor son mis cuatro hijos, mi mujer, mi mamá y mis hermanas”, explicó.
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