Tras una hora y media de reunión, terminó el encuentro entre Alberto Fernández, Axel Kicillof y Horacio Rodríguez Larreta donde discutieron acerca del futuro de la cuarentena en el AMBA, que se encuentra en un pico de la curva y genera especial ansiedad en la provincia de Buenos Aires.
Tal como anticipó Infobae, se postergó una definición acerca de si endurecer la cuarentena o no, si corresponde “volver a una fase anterior”, como reclaman en forma insistente en los equipos bonaerenses, pero el Presidente tuvo oportunidad de escuchar los argumentos de ambos responsables políticos, antes de anunciar una decisión que llegará el 28 de junio.
Trascendió que no habrá fotos del encuentro de hoy y que hay acuerdo sobre la necesidad de endurecer la cuarentena. Sin embargo, se están evaluando medidas que no implican retrotraerse a la fase que empezó el 20 de marzo.
En la Ciudad coinciden con Provincia en que hay preocupación por el aumento de los contagios que se verificó en las últimas semanas y hubo acuerdo con el Presidente de “seguir muy de cerca los datos día a día, y hacer otro balance hacia el fin de semana para ver si hay que tomar medidas concretas” que, en ámbitos provinciales, se dan por firmes.
Argentina llegó ayer, domingo, a los 1.000 muertos por coronavirus y los contagios registraron un fuerte incremento durante la última semana. En este marco, el presidente Fernández se encuentra reunido con el jefe de Gobierno porteño, Rodríguez Larreta, y su par bonaerense Kicillof para hacer un seguimiento de los índices de la mesa de trabajo conjunto que conformaron el viernes pasado y definir el tono de la cuarentena en el AMBA en las próximas semanas.
Pese a la hora del encuentro, no hubo almuerzo. Por ahora, los dirigentes compartieron cafés y agua mineral mientras discuten cómo continuará el confinamiento. La etapa actual vencerá el próximo 28 de junio y el gobierno nacional debe emitir un nuevo decreto.
Aunque se descarta un anuncio oficial sobre un eventual retroceso a la fase 1 por el avance del COVID-19, en la previa del encuentro el ministro de Salud provincial, Daniel Gollan, señaló que es “preocupante la curva ascendente” que muestra la enfermedad en la región y advirtió: “Va a hacer falta una restricción fuerte, hay un consenso de la ciudad de Buenos Aires y nosotros lo dijimos siempre, que si la situación se desmadraba íbamos a aplicar un freno”.
El Área Metropolitana de Buenos Aires sigue concentrando el 90% de los contagios de todo el país y sus estrechos vínculos –por el traslado de personas– motivaron al gobierno nacional a considerarla como una unidad. Ayer, el jefe de Gabinete, Santiago Cafiero, evitó adelantar qué medidas se tomarán e insistió en que “no hay que apresurarse”, algo que replicaron hoy desde el entorno del Presidente: “Puede ser que se vaya para atrás, pero no se comunicará hoy”.
Con el fuerte aumento de los casos registrado en los últimos días, la ocupación de camas en el AMBA llegó al 54%, mientras que en el primer cordón del Conurbano roza el 58%. Es una de las preocupaciones principales de la dirigencia política. Si se toma en cuenta toda la provincia, el número desciende hasta el 54%.
“Si esto sigue expandiéndose a los cordones del Conurbano, no hay sistema sanitario que aguante”, planteó Kicillof antes de la reunión, tras inaugurar nuevas instalaciones en el Hospital Evita Pueblo de Berazategui.
El pasado viernes, Alberto Fernández adelantó que los tres quedaron en reunirse este lunes para evaluar los pasos a seguir. El Presidente está a favor de “volver a la disciplina del inicio” de la cuarentena, a partir del aumento significativo de casos de COVID-19 detectados en la última semana y el porcentaje de ocupación de las camas.
En la provincia de Buenos Aires, actualmente hay un total de 25.682 camas entre sector público y privado: 4.946 de terapia intensiva (2.239 en el Conurbano), 3.367 de cuidados intermedios y 17.549 de cuidados mínimos.
La Ciudad, por su parte, cuenta con 1.417 camas de terapia intensiva entre el sector público y privado y esta semana registró una ocupación del 51 por ciento.
Hasta ahora, el gobierno porteño ha resistido todos los intentos del Ejecutivo nacional y de la Provincia de endurecer la cuarentena. Es más, en las últimas semanas impulsó la apertura de más sectores no esenciales, habilitó paseos recreativos de chicos los fines de semana y permitió que los runners volvieran a los parques y plazas entre las 19 y las 9.
Por su parte, el ministro de Salud porteño, Fernan Quirós, también en la previa de la reunión, aseguró que los mandatarios “van a revisar la información para ver cómo seguir”.
También insistió en que la estrategia general será “una estrategia AMBA” debido a que el tejido urbano es indivisible. Aunque insistió en que los datos que observa por el momento en la ciudad no justifican un retorno a la fase 1.
Si bien aún no hay plazos ni certezas para volver a fojas cero, trascendió como fecha clave para definir la vuelta o no a la etapa inicial de la cuarentena las dos primeras semanas de julio.
“Frenar y arrancar las veces que sea necesario. Cerrar, amesetar y abrir de nuevo, y así”, explican desde la administración bonaerense. “Cerrar dos semanas y volver a abrir”, abundan, por su parte, desde el Gobierno porteño.
En tanto, la Organización Mundial de la Salud (OMS) alertó de que el mundo entró en una fase peligrosa de la pandemia de coronavirus, a medida que reabren los países que establecieron medidas de confinamiento o restricciones para frenar la propagación de la enfermedad.
Por otro lado, el porcentaje de casos positivos en cuanto a los test por coronavirus continuaba este lunes en aumento con una fuerte incidencia de la Ciudad y la provincia de Buenos Aires. Según informó la secretaria de Acceso a la Salud, Carla Vizzotti, el domingo “la positividad en promedio fue del 18,8 por ciento, un 32,4 en la provincia de Buenos Aires y un 44,1 en la Ciudad”.
Es así que la positividad total en los testeos se elevaba actualmente al 14 por ciento, cuando semanas atrás se ubicaba por debajo del nueve por ciento. Vizzoti, en el marco del reporte diario sobre la evolución de la pandemia, marcó la relación de ese índice “con la búsqueda activa de casos” que realizan autoridades sanitarias tanto en la ciudad de Buenos Aires como en el Conurbano.
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