El juez de la Cámara Federal Martín Irurzun y los ex funcionarios Julio De Vido y Juan Pablo Schiavi se presentaron en la justicia por la causa en la que se investiga un presunto espionaje ilegal durante el gobierno de Mauricio Macri. Irurzun lo hizo en calidad de víctima -tal como fue notificado- y De Vido y Schiavi para ver la causa y analizar si se encuentran en la misma situación, informaron a Infobae fuentes judiciales.
El presidente de la Cámara Federal de Comodoro Py es uno de los veinte nombres que aparecieron en la lista armada por el juez de Lomas de Zamora Federico Villena el pasado 5 de junio, al disponer las primeras citaciones en el marco de la Ley de Víctimas. Según indicaron fuentes judiciales a Infobae, esa lista ahora suma medio centenar de afectados que irán siendo convocados, paulatinamente, a los tribunales de la calle Alem. Por lo pronto, el coronavirus demoró la presentación de varios de los convocados: Martín Insaurralde y María Eugenia Vidal, con COVID-19 positivo; y los ex diputados Nicolás Massot y Emilio Monzó que quedaron “guardados” preventivamente.
Lo cierto es que Irurzun, un juez referente de Comodoro Py, se notificó del oficio que le envió el juez Villena en el que le informó que había sido víctima de un espionaje ilegal y que lo convocaba a ver las pruebas y a declarar. El magistrado de la Sala II de la Cámara Federal le respondió que cuando lo considere oportuno le envíe las pruebas del espionaje en su contra y que estaba a su disposición para responder por escrito. El Código Procesal Penal de la Nación le da a los jueces y a otros funcionarios públicos la posibilidad de declarar por escrito cuando son testigos.
En un despacho cercano al de Irurzun, el del juez Mariano Llorens se definirá si se hace lugar a la apelación que presentó el fiscal Guillermo Marijuan para evitar se vaya a Lomas de Zamora la investigación por la bomba que le dejaron al ex secretario de Defensa del macrismo José Luis Vila en 2018. Precisamente, el narcotraficante Sergio “Verdura” Rodríguez fue el que, tras ser detenido, le contó al juez Villena que un agente de la AFI, Facundo Melo, le había encargado dejar ese paquete y desató la investigación de espionaje que sacudió al mundo político.
En ese marco, Villena le pidió a su colega de Comodoro Py, Sebastián Ramos, que le mandara la causa de Vila porque ese episodio era parte del entramado más grande que él está investigando. Villena apunta a una organización integrada por miembros de distintas agencias de seguridad, como son la Agencia Federal de Inteligencia, Policía de la Ciudad de Buenos Aires y el Servicio Penitenciario Federal, abogados y funcionarios de otros poderes del Estado, cuyo fin sería realizar distintas actividades en violación a la Ley 25.520. Una parte de esa asociación ilícita se dedicaba al espionaje de políticos de Cambiemos y la oposición, a jueces, periodistas, religiosos y gremialistas. Pero otra parte del expediente apunta a cómo se habría monitoreado a detenidos ligados al kirchnerismo.
El juez Ramos estuvo de acuerdo con mandarle el caso de Vila a su colega de Lomas de Zamora, pero Marijuan apeló: sostiene que se está queriendo convalidando un “forum shopping”. El tema está en estudio del juez Llorens, quien le pidió a Villena que le mande el expediente principal del caso.
Las víctimas, por lo pronto, desfilan por Lomas de Zamora. Fue Cristina Kirchner la que, con su presencia, pareció respaldar esa investigación. Ahora, De Vido, ex ministro de Planificación Federal, y Schiavi, ex secretario de Transporte, se presentaron en el juzgado de Villena a través de sus abogados, Maximiliano Rusconi y Gabriel Palmeiro. Los letrados enviaron un escrito en el que pidieron que se habilite la feria judicial para tener acceso al expediente y analizar si los ex funcionarios fueron víctimas de espionaje. Si eso ocurrió podrían pedir ser querellantes en la causa.
Los abogados explicaron que a través de los medios de comunicación, citaron notas de Infobae y del diario Página/12, supieron que De Vido y Schiavi podrían haber sido víctimas de espionaje ilegal cuando estuvieron detenidos en los pabellones del Módulo 6 de la cárcel de Ezeiza.
Este medio reveló esta semana que el ex agente de la Agencia Federal de Inteligencia (AFI) Leandro Araque declaró en la Comisión Bicameral de Seguimiento de los organismos de Inteligencia que el entonces director de Operaciones Especiales de la AFI Alan Ruiz había enviado al grupo de whatsapp que usaban los agentes -y que se llamada “Super Mario Bross”- una planilla de excel con un detalle de los presos kirchneristas que eran espiados ilegalmente. La planilla era a varias columnas: la causa por la que estaban tras las rejas, su abogado y contactos, y quién se encargaba de escuchar sus conversaciones.
“Recordemos que Julio Miguel De Vido estuvo detenido en ese módulo en el mes de octubre de 2017 –para ser luego trasladado a Marcos Paz-, y Juan Pablo Schiavi permaneció en ese modulo desde el 5 de octubre de 2018 hasta el 8 de enero del corriente año; por lo que, según el período abarcado por estas actuaciones, ambos habrían sido víctimas del presunto espionaje investigado”, señalaron los abogados Rusconi y Palmeiro en su presentación. Inclusive resaltaron que ellos mismos pudieron haber sido víctimas del espionaje ilegal de la AFI porque estuvieron en la cárcel en visita a sus clientes.
De Vido estuvo preso de octubre de 2017 hasta que en diciembre de 2019 recibió la prisión domiciliaria. Finalmente, en marzo pasado quedó en libertad. El ex ministro de Planificación estuvo preso en la causa por las presuntas irregularidades en la administración de Río Turbio. Tiene una condena a cinco años y ocho meses de prisión por la tragedia ferroviaria de Once -en la que nunca estuvo preso- a la espera de su confirmación o revocación y actualmente está siendo juzgado por las presuntas irregularidades en las obras públicas que recibió el empresario Lázaro Báez.
Por su parte, Schiavi -actualmente detenido en la Unidad 31 de Ezeiza, que es lindante con la 1 donde se habría desarrollado el espionaje- está preso desde octubre de 2018 cuando fue apresado para comenzar a cumplir la condena de cinco años y seis meses de prisión por la tragedia de Once.
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