Fue Fernán Quirós el que aportó sin quererlo a la discusión. Cuando Luis Novaresio le preguntó en Radio La Red por el estado de salud de María Eugenia Vidal, el ministro de Salud porteño aseguró que se encontraba “muy bien” y con un “cuadro asintomático de bajísimo riesgo”, que se había realizado el hisopado “por prudencia” y que “había estado con un contacto esporádico con el intendente de Lomas de Zamora”, Martín Insaurralde, el primer político de peso en dar positivo de coronavirus, el viernes pasado.
La declaración de Quirós dejó una duda en el aire: ¿la ex gobernadora se había encontrado con Insaurralde y se contagió de él? ¿O fue después de la reunión que mantuvo con el diputado bonaerense Alex Campbell, de su riñón, que a su vez había estado reunido con Federico Otermín, el presidente de la Cámara baja de la Provincia, del entorno más íntimo del intendente de Lomas, y que al final dio negativo?
Tanto los colaboradores de Vidal como en el entorno de Insaurralde rechazan de cuajo que el intendente y la ex gobernadora se hayan visto en las últimas semanas. Incluso desde el círculo más próximo de la ex mandataria dan cuenta de que el vínculo entre ambos no necesitaría en estos tiempos de una reunión presencial y que, en todo caso, la relación con el jefe comunal la lleva Federico Salvai, el ex jefe de Gabinete provincial.
“A Quirós se le mezclaron los cables, se debe haber confundido”, resaltan con humor desde el entorno de Vidal.
El resultado positivo de COVID-19 del intendente de Lomas de Zamora, difundido al mediodía del pasado viernes, encendió las alarmas de buena parte de la política bonaerense y obligó a reconstruir sus movimientos de las horas previas al aislamiento en el hospital municipal de Llavallol: reuniones, participantes y posibles contactos estrechos.
El miércoles, el intendente había estado junto a Otermín, que permanece aislado pero cuyo test dio negativo.
El jueves al mediodía, el legislador recibió en su despacho de la presidencia de la Cámara de Diputados bonaerense a los diputados de Cambiemos Campbell, Adrián Urreli –vicepresidente primero–, Daniel Lipovetzky y Maximiliano Abad –jefe del bloque opositor–, y a Juan Pablo de Jesús. Para este mediodía, Urreli, Lipovetzky y De Jesús también habían dado negativo. Y se esperaba el test del radical Abad.
Federico Thea, el secretario general de Axel Kicillof que también había estado con Insaurralde en la tarde del miércoles, tuvo que quedarse encerrado en su oficina durante todo el viernes. Recién con el resultado negativo provisorio –el definitivo estuvo en la mañana del sábado–, ya de noche, se volvió a su casa, solo, en su auto.
El viernes por la mañana, Campbell se encontró con Vidal, una de las tantas reuniones que suelen mantener aun durante la crisis sanitaria y el aislamiento social preventivo y obligatorio decretado el 20 de marzo por Alberto Fernández. Todavía no había noticias del resultado positivo de Insaurralde.
Un rato más tarde, al mediodía, la ex gobernadora llegó sola a la sede del Gobierno porteño de la calle Uspallata para almorzar junto al jefe de Gobierno, Horacio Rodríguez Larreta, el senador Martín Lousteau y Emilio Monzó, el ex presidente de la Cámara de Diputados con el que estuvo enemistado durante al menos los últimos cuatro años. Cristian Ritondo y Rogelio Frigerio iban a ser de la partida, pero al final decidieron achicar la mesa. Juran que hubo distancia de tres metros entre los comensales. Y que fue un almuerzo destinado a “ayudar desde la oposición a la crisis”. Para justificar la polémica en torno a la esencialidad del cónclave.
Esta mañana, Rodríguez Larreta confirmó que se había hecho el estudio, y que era negativo. Por la tarde, Martín Lousteau también informó que el resultado de su hisopado de nariz y garganta también había arrojado resultado negativo. Lo mismo comunicó poco más tarde Emilio Monzó.
En diálogo con radio La Red, Campbell aseguró: “Estoy bien, a veces me falta un poco el aire, pero hablé con el infectólogo y me dijo que me quede tranquilo”.
“Yo no quería que la familia de Maria Eugenia Vidal se entere por un medio. Estábamos esperando que tenga el test para salir a comunicarlo, pero que antes se lo pueda comunicar ella a su familia y a las personas con las que estuvo. Es delicado. Yo me hice el test porque estuve con alguien que estuvo con Martín Insaurralde, pero que le dio negativo. A mi mujer le dio negativo. Es desconcertante”, agregó.
Vidal se enteró durante ese almuerzo de la noticia de Insaurralde. Después de los postres, habló con Quirós, con quien tiene un trato más que amigable y de confianza. “Le recomendé que se distancie, que esperemos unos días para hacer el hisopado, lo hicimos y dio positivo. Ella tomó muy buen distanciamiento, vive sola en su departamento y es asintomática, así que el riesgo de contagio es pequeño”, reveló esta mañana por radio el ministro.
La ex mandataria recién se sometió al hisopado, un procedimiento molesto que en algunos casos hace saltar las lágrimas, después de que Campbell diera positivo. Esta mañana, el diputado, según su entorno, había empezado a perder algo del gusto, uno de los coletazos normales del virus. Su mujer resultó negativa.
Los colaboradores del ex funcionario bonaerense aseguran que no está claro que se haya contagiado de Otermín, como trascendió desde un primer momento, porque el propio Otermín dio negativo, al igual que casi todos los participantes de la reunión del jueves al mediodía en el despacho del presidente de la Cámara baja provincial. Campbell podría haber contraído el virus en algunas de sus recorridas recientes por la provincia.
Si Vidal se contagió de su ex funcionario, tampoco se sabe a ciencia cierta. Pero Salvai y su mujer, la ex ministra de Desarrollo Social, Carolina Stanley, se someterían en estas horas también al test porque recibieron en estos días en su departamento porteño a la ex gobernadora.
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