Un brote de casos de COVID-19 en Bolivia y la situación de descontrol sanitario en Chile, encendió en los últimos días una alerta máxima en Jujuy con casos de camioneros extranjeros contagiados, el cierre de la frontera en La Quiaca, el regreso a Fase I de cuarentena en varias localidades y el pedido del gobernador Gerardo Morales a la Casa Rosada para que cierren por tiempo indeterminado los pasos terrestres con ambos países.
Dos camioneros de Brasil y uno de Perú fueron internados en Jujuy con coronavirus en estos días y el pico de contagios en Bolivia obligó a Morales a reforzar los controles. Esto es: se intensificaron los testeos sanitarios a los camioneros, se impuso el cobro de 1.500 pesos por la desinfección de los vehículos de transporte y hace dos días se logró cerrar el paso de La Quiaca que une a la ciudad boliviana de Villazón. También se le pidió al gobierno nacional que cierre por tiempo indeterminado ese paso fronterizo de Jama con Chile para los camioneros extranjeros.
“Queremos evitar la propagación del virus”, dijo Morales ayer tras anunciar el regreso a Fase I de aislamiento en las localidades que integran el Gran Jujuy (la capital, Palpalá y Yala) y a la cercana Perico.
Si bien Jujuy tiene hasta hoy apenas 8 casos de COVID-19 en toda la provincia, el brote de contagios en Bolivia y en Chile alertaron a las autoridades locales y el gobernador Morales exigió al Comité de Emergencia en coordinación con el Gobierno nacional cerrar la frontera de La Quiaca y el paso de Jama.
Desde la Casa Rosada, decidieron reforzar la frontera con mayor presencia de Gendarmería y con efectivos del Ejército. Estos últimos sólo hacen un apoyo logístico a las fuerzas de seguridad federales porque la ley de Seguridad Interior les impide hacer operaciones adentro del país. La idea es que haya más presencia de efectivos de control para disuadir en pasos ilegales el ingreso de extranjeros.
Sin embargo, el problema no parece resuelto con el incremento de gendarmes. “La situación está muy complicada y puede desbordarse en cualquier momento”, explicó a Infobae un allegado al gobernador Morales.
El problema ahora se presenta en el paso de Jama con Chile donde el transporte de camioneros que llegan de Perú y Brasil hace temer a Jujuy por el ingreso de personas con COVID-19. Morales pidió al Comité de Emergencia Nacional cerrar por tiempo indeterminado el paso de Jama al igual que se hizo hace dos días en La Quiaca. Pero aún no recibió respuestas desde Buenos Aires.
A la vez, hay un pasaje de personas de Bolivia por pasos fronterizos ilegales. “La frontera es muy grande”, dijo un funcionario de Jujuy al admitir que en muchos lugares se percibe un ingreso ilegal de extranjeros que llegan de Bolivia porque el sistema sanitario allí está colapsado.
El otro punto de la frontera en situación de alerta es Misiones, donde la frontera con Brasil también hizo reforzar los controles y la presencia de Gendarmería. Pero el Ministerio del Interior destacó a Infobae que allí la situación está “normal”. Desde la cartera que lidera Eduardo Wado De Pedro dijeron que no hay peligros de contagio de extranjeros en las fronteras ya que sólo cinco pasos se encuentran habilitados en todo el país. Pero esta impresión no es la que tiene ahora el gobierno de Jujuy.
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