Será una semana corta pero decisiva para la CGT. En apenas cuatro días hábiles, la cúpula de la central obrera se reuniría este miércoles con el gabinete socioeconómico para definir medidas dirigidas a reactivar la economía luego de la cuarentena y el jueves habrá reunión del consejo directivo cegetista, mediante una videoconferencia, con la idea de debatir, entre otros temas, qué postura adoptarán ante los proyectos de ley para reglamentar el teletrabajo que este martes comenzarán a ser analizados en comisión por la Cámara de Diputados.
El encuentro con el gabinete socioeconómico, que encabeza el jefe de Gabinete, Santiago Cafiero, es un objetivo sindical desde que fue recrudeciendo el parate en distintas actividades a raíz del aislamiento obligatorio. La CGT primero insistió ante el Gobierno en la creación de un comité de crisis, junto con los funcionarios nacionales y los empresarios, para debatir ideas que permitieran flexibilizar la cuarentena e ir permitiendo que otros sectores reanudaran sus tareas, pero desde mediados de marzo sólo mantuvo dos reuniones y dos videollamadas.
Luego, el 14 de mayo, en una reunión realizada en la UOCRA, el consejo directivo de la CGT reformuló la idea y propuso una comisión para dialogar y tomar decisiones sobre la post pandemia, sobre todo ante la evidencia de que Alberto Fernández sentía que los empresarios y los sindicalistas de alguna forma lo presionaban para retomar las actividades sin medir cómo impactaría en los contagios de coronavirus.
La idea de definir medidas para después del levantamiento de la cuarentena fue hablada por la CGT con el ministro de Trabajo, Claudio Moroni, y la vicejefa de Gabinete, Cecilia Todesca, el 28 de mayo pasado, y ahora la central obrera podrá debatir esta cuestión con el gabinete socioeconómico: los sindicalistas quieren aportar sugerencias para poner en marcha al sector industrial, la construcción y el comercio, tres de los sectores más castigados por los efectos del aislamiento en la economía y en el empleo, y, además, pedirán precisiones sobre los cambios que se proyectan en el Programa de Asistencia de Emergencia al Trabajo y la Producción (ATP), ya que el Gobierno estudia la posibilidad de convertir en un préstamo ese subsidio que se paga desde abril a las empresas en crisis para que puedan pagar el 50% de los sueldos.
Ante la posibilidad de que la cuarentena se extienda hasta el 12 de julio, la dirigencia cegetista procurará aportar datos concretos sobre la dura crisis que atraviesan varias actividades, de qué forma se respetan los protocolos de seguridad acordados y cómo se agravará la situación si finalmente se decidiera volver a la fase 1 del aislamiento obligatorio en el AMBA ante la velocidad de contagio del COVID-19.
“No sé si la cuarentena absoluta podrá frenar la catástrofe sanitaria, pero seguro agravará más la económica”, advirtió a Infobae un dirigente que, de todas formas, admitió que en su actividad crecieron de manera alarmante los casos de coronavirus durante las dos últimas semanas.
La CGT, por otra parte, citará para el jueves a una videoconferencia del consejo directivo para analizar nuevamente la situación socioeconómica, los problemas que atraviesan las obras sociales por la caída de la recaudación y, además, tratar de fijar una postura sobre el teletrabajo. Es que este martes, a las 15, comenzarán las reuniones informativas en la Comisión de Legislación del Trabajo de la Cámara de Diputados para escuchar las opiniones de distintos sectores sobre el trabajo a distancia, sobre el cual hay 14 proyectos de ley para su reglamentación.
Los encuentros fueron convocados por la titular de esa comisión legislativa, Vanesa Siley, diputada del Frente de Todos y sindicalista del sector judicial, y está prevista la concurrencia de miembros de la CGT, de las dos CTA y de sindicatos de la actividad telefónica e informática, mientras que para el miércoles, a las 15, está prevista la presencia del ministro Moroni para fijar la posición del Gobierno sobre el tema.
Hasta ahora, predomina la idea de intentar que se unifiquen los proyectos en uno solo y que sirva como una ley marco para regular el teletrabajo y que luego los sindicalistas y empresarios de cada actividad negocien la modalidad específica en los convenios colectivos.
La cúpula de la CGT se opone hasta el momento a que el teletrabajo se reglamente mediante una ley porque teme que en el debate parlamentario se introduzcan modificaciones a la Ley de Contrato de Trabajo que no sean acordadas con el gremialismo. De todas formas, en la reunión de la mesa chica cegetista del jueves pasado surgieron serias diferencias entre los propios sindicalistas: el cotitular de la central obrera, Héctor Daer, propuso a sus colegas que se analizara un borrador de un proyecto unificado sobre el tema que le envió la diputada Siley, mientras que otros dirigentes expresaron su oposición a la posibilidad de regular el trabajo a distancia a través de una ley. Finalmente, acordaron que el debate sindical sobre esta cuestión se realizara de manera ampliada con el resto de los integrantes del consejo directivo.
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