Hace una semana, el lunes pasado, el presidente Alberto Fernández anunció la intervención y la expropiación de una de las principales compañías del sector agropecuario: Vicentin. En la conferencia de prensa, que fue anunciada pocos minutos antes por los voceros de la Casa Rosada, estuvieron el jefe de Estado, el ministro de Producción, Matías Kulfas, el designado interventor del holding, Gabriel Delgado, y la promotora de la iniciativa, la senadora Anabel Fernández Sagasti.
Pese a la relevancia del anuncio y al sector al que pertenece la empresa intervenida, el ministro del área, Luis Basterra, no participó de la conferencia. Este lunes, el titular de la cartera de Agricultura reconoció que no sabía que el Presidente iba avanzar con la expropiación de Vicentin, aunque sí había participado de discusiones sobre el futuro de la agroexportadora.
“¿La palabra expropiación no formó parte del debate con el Ministerio de Agricultura?”, preguntó el periodista Ernesto Tenembaum en radio Con Vos. “Yo no estuve en esa parte”, confesó Basterra. Y ahondó: “Los que trabajamos la tierra no le damos tanta vuelta, acá hay una medida que es rescatar la empresa y que el Estado Nacional sea actor partícipe. Esa parte, estuvimos involucrados, la conversamos, la conveniencia, la oportunidad, me buscaron, transmití... El instrumento y la oportunidad, no. No podemos hacer una asamblea universitaria para que se decida. Estamos hablando de que Prat Gay nos estaba por llevar puesta la empresa”.
- ¿No le tenían confianza?
- No, no hace falta... Si no me tienen confianza a mí, que me guardé el tema de los derechos de exportación bajo cinco candados.
- Pero si le tienen confianza, ¿por qué no lo hablaron con usted que es el ministro de Agricultura?
- Pero, ¿para qué? Déjenme un poco de paz también. Dejen que alguien se haga cargo de lo que corresponde y yo acompaño.
El funcionario le restó importancia al desplante. Dijo que estaba al tanto del “camino estratégico” adoptado por el jefe de Estado en esta discusión, pero no de los instrumentos que finalmente se utilizaron. “La verdad que es secundario. Nos tenemos afecto. Nosotros estuvimos en la resistencia al macrismo de todo el tiempo, confianza no falta y hay toda una historia que nos pone dentro de un espacio”, reflexionó.
En una primera instancia, Basterra intentó esquivar las preguntas sobre su ausencia en la conferencia de prensa con algunas humoradas. “La distancia no alcanzaba para que fuera una escena segura dentro del foco de la cámara”, contestó entre risas. Luego, dijo que es amigo de Kulfas -el ministro de Producción que sí estuvo en la comunicación- y de Gabriel Delgado, el experto elegido para conducir la intervención. Finalmente, se atajó y responsabilizó del área de prensa del gobierno nacional: “Yo soy apenas un Ingeniero Agrónomo, pregúntele a los expertos en comunicación por qué no estuve”.
Más allá de no haber estado en el minuto a minuto del anuncio de la expropiación de Vicentin, Basterra defendió la medida y se mostró comprendido con el proceso que se inició la semana pasada. Además, planteó que se necesitan entre 300 y 400 millones de dólares para que la compañía vuelva a funcionar. “Es lo que calculan los expertos, no en este momento porque la soja ya está en proceso y no hay cosecha, así que tenemos para 7 u 8 meses”, analizó.
Cuando le consultaron de dónde se van a obtener esos recursos, el funcionario dijo que la exportadora mueve miles de millones de dólares al año aunque no descartó que finalmente sea el Estado el que termine desembolsando esos fondos para poder poner en marcha a una compañía que tiene varias ramas de producción. “¿Cuántos millones estamos poniendo para sostener las fuentes laborales en Argentina? Se está poniendo. El Estado tiene recursos. No estoy diciendo que la fuente van a ser los derechos de exportación, pero la Argentina recauda 7 mil millones de dólares por derechos de exportación, por ejemplo. Los números del Estado son muy distintos a 300 millones de dólares que se necesitan”, conjeturó.