Las autoridades sanitarias nacionales se reunieron con sus pares bonaerenses y porteñas con un objetivo: coordinar los pasos a seguir tras el fuerte aumento de casos positivos de coronavirus registrados durante los últimos días.
Si bien el jefe de Gobierno de la ciudad de Buenos Aires, Horacio Rodríguez Larreta, destaca constantemente el buen trabajo conjunto que se está realizando en el área metropolitana (AMBA), también supo marcar diferencias que generaron irritación al otro lado de la avenida General Paz.
En concreto, la decisión de habilitar las salidas para ejercicios entre las 20 y las 8 fue la que despertó más críticas. Especialmente después de que noticieros, diarios digitales y redes sociales replicaran las imágenes de aglomeraciones de personas en los bosques de Palermo o el parque Centenario.
Ayer, en una entrevista con Radio 10, el alcalde porteño aseguró que siempre apuntan tomar las decisiones “en conjunto” con el gobierno bonaerense. No obstante, aclaró que esto no quiere decir que las medidas sean siempre “exactamente iguales” en ambos distritos.
Rodríguez Larreta repite públicamente que su equipo monitorea constantemente los números y jura que “si aumentan mucho” se tomarán “las decisiones correspondientes”. El aumento de los últimos días demostró que en la práctica el Gobierno porteño es renuente a pagar el costo político de dar marcha atrás.
“También es cierto que tenemos que entender la salud como un todo”, argumentó en relación a los problemas psicológicos y físicos que trae aparejado el aislamiento obligatorio.
También suele remarca que los casos aumentaron por la efectividad del plan DetectAR que, tras ser implementado en una primera etapa en los barrios de emergencia, ahora pasó a otras zonas de alta tasa de contagios como Balvanera, Flores y La Boca. La lógica del alcalde es simple: hay más casos en parte porque se testea más y mejor.
A pesar de ser más proclive a los cuestionamientos públicos, el gobernador Axel Kicillof aseguró que “no van a lograr” hacerlo pelear con Rodríguez Larreta y reveló que hablan a diario por Whatsapp.
Sin embargo, en cada entrevista deslizó su disconformidad con el relajamiento sanitario de la capital: “¿Cómo le vamos a explicar a alguien que vende cubanitos en un semáforo que no puede hacerlo si se puede salir a correr? ¿Se puede salir a correr, que no es de vida o muerte, y no se puede salir a buscar el mango?”, planteó en una entrevista con Infobae este sábado.
Algunos días antes, Kicillof había adelantado que el aislamiento obligatorio en el conurbano “entrará en una etapa de revisión” con posibles nuevas medidas de restricción, ante el aumento de la curva de contagios en la zona metropolitana.
Y sin dar nombres propios, agregó que “no se puede actuar como niños caprichosos” frente al virus.
Más directo fue su viceministro de Salud, Nicolás Kreplak, que aseguró que ante el aumento de casos el gobierno debe “tomar una decisión fuerte”.
El segundo del ministro Daniel Gollán se refirió a las aglomeraciones de runners y no ocultó su malestar: “Era previsible: uno no puede esperar que miles de personas cumplan a rajatabla un protocolo. Cuando uno toma una decisión, sabe que ese protocolo no se va a ejecutar al 100%. No es que uno tiene problemas con correr con 10 metros de distancia, el problema es que sabemos que no se va a respetar. O que arranca con correr y termina con otra cosa que no está aprobada”, dijo en AM750.
Por su parte, el presidente Alberto Fernández se muestra más en sintonía con las posturas bonaerenses y ya tendría decidido -dos semanas antes de que se cumpla el plazo- que la cuarentena continúe hasta el 12 de julio.
El mandatario argumentó que como la velocidad de contagios actual es la más alta desde la llegada del virus al país, sería ideal volver a la fase 1 de confinamiento. No obstante, reconoció que una retroceso tan fuerte por el momento es imposible ante el estado de fastidio de gran parte de la sociedad.
Y se permitió un tiro por elevación: “Piensen que la ciudad de Buenos Aires tiene tantos casos como la provincia, con la diferencia de que la provincia tiene el triple de habitantes. Eso es una pauta de lo que nos está pasando”.
Según el último parte del Ministerio de Salud nacional, la ciudad acumula 14.707 casos positivos y 314 muertos, mientras que la provincia suma 13.196 y 372 fallecidos.
Desde la Ciudad entienden que como el índice de contagios (R) ronda el 1,2 y la tasa de letalidad se mantiene en 2,13 todavía no es necesario volver a un régimen más estricto. Además, el subsistema público cuenta con unas 300 camas de terapia intensiva con respirador de las cuales están ocupadas 135.
El ministro de Salud Ginés González García, aseguró a la prensa al ingresar al Ministerio que se trataba simplemente de una “reunión técnica” en la cual no se resolverá ninguna medida.
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