El presidente Alberto Fernández defendió esta mañana la decisión de intervenir la empresa cerealera Vicentin y ratificó que el próximo paso para que el Estado se termine de apropiar de la agroexportadora es la expropiación.
“La verdad es que me preocupó mucho que la empresa termine en manos de capitales extranjeros. En la Argentina hay siete cerealeras y cuatro de ellas son de capitales extranjeros. Para nosotros, ese mercado es muy importante porque gran parte de las exportaciones vienen por ese mercado”, señaló en diálogo con el periodista Iván Schargrodsky en Radio 10. “¿Qué hicimos nosotros? Rescatar a Vicentin. Rescatarla de lo que es un camino seguro al precipicio, que termina con la quiebra o con el paso a manos privadas y capitales extranjeros”.
“Los productores agrícolas son rehenes de las cerealeras porque ellos son los que fijan los precios del mercado. El problema es que haya mayor concentración del mercado, que ya está concentrado. No queremos la extranjerización de la empresa. Nuestra mayor fortaleza es la producción y exportación de cereales”, profundizó luego en diálogo con los periodistas Guadalupe Vázquez y Sergio Berensztein por Radio Rivadavia.
“Quiero ser franco, no me gusta mentir, ni macanear a la gente, ni tergiversar las cosas. Cuando yo llegué al Gobierno el 10 de diciembre, ya me venían hablando todos los dirigentes de Santa Fe, empezando por el gobernador, del tema de Vicentín”, señaló sobre la empresa que a principios de diciembre anunció un proceso de cesación de pagos con sus proveedores debido a un “estrés financiero”.
“Desde entonces vienen diciendo que Vicentin está en caída libre, que ningún productor le lleva sus granos a Vicentin, que vive de alquilarle a otros sus instalaciones, que en estos términos no tiene futuro. Escuché todo eso, después vi las investigaciones que se hicieron en el Banco Nación y cómo esos créditos fueron evolucionando. Eso termina en una denuncia penal que se está investigando y después la UIF se presenta como querellante en esa causa a partir de un reporte de operaciones sospechosas que recibe sobre la empresa. Entonces ya la preocupación es muy grande”, sostuvo. “Nos hizo decir: ‘¿Cuánto tiempo más podemos mirar nosotros esto sin intervenir?’”.
“Entonces, lo que yo advertí es que el riesgo es muy grande y que seguramente al Estado no le haría mal tener una empresa testigo como lo es YPF en los hidrocarburos. Una empresa testigo no supone la intervención de otras empresas”, continuó. “Creo que el Estado puede tener, en un tiempo además en el que tras la pandemia la producción de alimentos va a tener un rol central, una empresa que de algún modo promueva el desarrollo del sector”.
Luego, el Jefe de Estado se refirió a la propuesta que recibió por parte del directorio de la empresa tras su anuncio el lunes pasado. “Cuando tomo la medida y anuncio el rescate de Vicentin, el único instrumento que había abierto para rescatar Vicentin es la expropiación, el Estado no tiene otro elemento”, aseguró. “Porque por ley y estatutos los bancos públicos no pueden capitalizar deudas y porque YPF Agro no es una sociedad anónima, es una unidad de negocios que depende de YPF, que es una empresa de explotación básicamente de hidrocarburos y no es de aplicación agrícola”.
“En ese contexto me llama Sergio Nardelli, me pide una reunión, yo se la concedo en el acto, me dice que tiene una mejor propuesta, yo le digo que me la traiga y lo recibo”, relató Fernández. “La propuesta que me hace básicamente es que el control de la empresa lo tome YPF, entonces yo le explico todas las dificultades técnicas y jurídicas que hay para que YPF haga eso. Nunca me dijo otra cosa más que que el Estado se haga cargo de la empresa, porque YPF es el Estado”, indicó. “YPF les dijo lo mismo que les dije yo”.
El presidente remarcó además que la decisión de intervenir Vicentin no fue “inconsulta”. “No es que un día me levanté y dije a ver qué puedo hacer: me quedo con Vicentin. No tengo ningún interés en quedarme con Vicentin, intento rescatarla. ¿Por qué? Porque allí hay 1600 productores agrícolas estafados, 2 mil personas que trabajan, la ciudad vive de Vicentin”, siguió. “Porque es un operador muy importante en el mundo cerealero y de exportación de cereales en Argentina y porque ese mercado es estratégico para el desarrollo económico argentino. Tal vez el Estado. en ese contexto, tenga mucho sentido que tenga una empresa testigo. Y como el Estado tiene muchas deudas que cobrar en esa empresa, por ahí se nos hace más fácil y resolvemos otro problema al mismo tiempo”.
Consultado sobre las manifestaciones y cacerolazos contra la expropiación tras el anuncio, Fernández aseguró que “hay un condimento ideólogico muy grande de gente que dice que esto es Venezuela, es un disparate". "Lo que quiero es resolver el problema. Si hay otra solución a la expropiación digánmela porque yo no la encuentro”, concluyó.
La continuación de la cuarentena
Sobre la situación de la pandemia de coronavirus en la Argentina, el presidente manifestó que lo preocupa “mucho” el avance de contagios en el área metropolitana de Buenos Aires. “Lo hablé con Horacio Rodríguez Larreta y Axel Kicillof porque me parece que hay algo que no está funcionando”, señaló. “La gente no entiende que esta presión que hay para liberar, que yo comprendo, produce inevitablemente contagios y muertes. Me parece que la velocidad de contagios y decesos tiene que preocuparnos”.
Luego volvió a referirse a un “relajamiento” social en el ámbito de la Ciudad de Buenos Aires. “La gente cree que esto ya pasó y no pasó nada. Me da la sensación de que se confiaron y creen que es un problema de barrios humildes”, sostuvo. “El otro día la gente salió a correr de a grupos de a dos o tres y era lo que no había que hacer. Cuando vi lo que era Palermo le escribí a Horacio y le dije ‘esto así no funciona, va a terminar mal’. Pero el problema no es de Horacio sino nuestro, tenemos que resolverlo juntos”, manifestó.
“Yo sería partidario de restringir más el transporte público, esas salidas recreativas para ir a correr y creo que no hay suficientes controles”, agregó en ese sentido. “Yo también lo entiendo a Horacio porque hay una demanda en la Ciudad de Buenos Aires que debería ser revisada por los porteños, porque no los está ayudando como Ciudad. Hay una demanda de que todo se libere pero es preocupante porque la liberación supone circulación y eso facilita que uno se encuentre con el virus".
En ese sentido, el Presidente defendió la cuarentena como medida de prevención ante el avance del virus y ratificó la decisión de extenderla a pesar de las críticas sobre su impacto económico. “Estamos en el promedio de la caída mundial de la economía. No es verdad que las economías que hicieron cuarentena más leve cayeron menos que nosotros. Brasil está cayendo más que nosotros”, indicó. “No es verdad que el que no hizo cuarentena le fue peor que al otro. Estados Unidos es otro caso aparte porque su economía es mucha mas fuerte que la de nosotros. El problema no es la cuarentena, es la pandemia. A nosotros nos va a llevar más tiempo recuperarnos que a otros países porque a ninguno de ellos los gobernó Macri antes”.
Consultado sobre su relación con el Ministro de Seguridad de la Provincia, Sergio Berni -quien en los últimos días criticó con dureza la “flexibilización” de las autoridades porteñas en el control y aseguró que el gobierno nacional no colabora en la pelea contra la inseguridad-, Alberto Fernández respondió que no tiene “nada” para opinar al respecto. “Me gusta mucho el estilo de Sabina [Frederic], a quien le confié el manejo de la seguridad y confío mucho en lo que está haciendo”, expresó.
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