Tres de los agentes de la AFI que aparecen acusados de espionaje ilegal en la causa que lleva adelante el juez federal Federico Villena entraban a la Casa Rosada, en épocas de Mauricio Macri, para reunirse con una funcionaria encargada del área “Documentación Presidencial”. Su despacho quedaba a 50 metros del que entonces ocupaba jefe de Estado. El dato fue aportado este viernes a la causa de Lomas de Zamora por la vicepresidenta Cristina Kirchner, a través de su abogado Carlos Beraldi, en un escrito al que accedió Infobae.
Allí se sostiene que de los registros de ingresos y egresos de la Casa Rosada se desprende que Leandro Araque, Facundo Melo y Jorge Sáez, imputados en la causa del espionaje ilegal, visitaron el edificio del Poder Ejecutivo. Por eso, Cristina Kirchner le pidió al juez Villena que secuestre las filmaciones y toda la documentación que pueda haber sobre eso en la Casa Rosada. Pero también de la Quinta de Olivos, el Ministerio de Justicia, el Ministerio de Seguridad y la AFI.
Según se desprende de esa presentación, la funcionaria a la que visitaban era Susana Mabel Martinengo, quien se desempeñaba como coordinadora de Documentación Presidencial durante la gestión de Cambiemos. “Los espías y la funcionaria aparentemente junto con otras personas mantuvieron diversas reuniones en la propia Casa de Gobierno en una oficina que está situada a no más de 50 metros del despacho que ocupara el ingeniero Mauricio Macri”, añadió el abogado de Cristina Kirchner.
Martinengo ya había acompañado a Macri en la Jefatura de Gobierno porteño antes de su llegada a la Presidencia en 2015. En una entrevista radial, la funcionaria que dependía a Fernando D’Andreis explicaba que su trabajo era recepcionar “toda la documentación que tiene que ver con el presidente”, desde cartas y pedidos de los ciudadanos hasta escritos de los ministerios o del exterior. “Es un área muy sensible”, había dicho Martinengo en 2019.
El que más veces fue a la Casa Rosada a visitarla fue Araque, el espía al que le encontraron en un celular viejo la documentación y las fotos que nutren gran parte de la causa de Villena para probar los seguimientos a los políticos, periodistas, jueces y gremialistas que se investigan. Precisamente, Araque fue el agente que ayer declaró en la Comisión Bicameral de Seguimiento de los Organismos de Inteligencia. Y también el que fue junto con Melo a Comodoro Py para contar las trabajos que les encargaba Alan Ruiz, director de Operaciones Especiales de la AFI, incluida una vigilancia en el Instituto Patria que él -según dijo- se excusó de hacer.
Ayer, en la Comision bicameral, Araque contó que iba a visitar a esta funcionaria a Casa Rosada. Según pudo saber Infobae, el agente explicó que se la había presentado Sáez y que “pegaron buena onda”. Que habitualmente no hablaban de cuestiones personales, aunque algunas veces aludieron a cuestiones de trabajo: cuando “había temas que podían interesar a arriba”, dijeron las fuentes a este medio.
“A fin de colaborar, pongo en conocimiento de Vuestra Señoría una serie de datos obtenidos a partir de la compulsa de registro de acceso público que no sólo ratifican la relación entre estas personas sino, lo que es más grave, que darían cuenta del nivel de inserción que esta organización delictiva habría tenido en el seno de la Presidencia de la Nación”, sostuvo Beraldi en el escrito que le entregó a Villena.
La primera visita ocurrió el 15 de mayo de 2018, entre las 15.06 y 17.15. No solo fue Araque a ver a Martinengo. También estuvieron, según los registros Hugo Romagnoli y Miguel Alfonso. Beraldi destaca que Alfonso sería un ex policía que apareció en un programa haciendo denuncias contra el Movimiento de Trabajadores Excluidos (MTE), que nuclea a miles de cartoneros de la Ciudad y a los que acusaba de quedarse con dinero de los trabajadores. Tambien cuestionaba a Juan Grabois. Según una nota del diario Tiempo Argentino, que Beraldi cita en su presentación, Alfonso tenía fotos militando en La Cámpora y también haciendo campaña para Cambiemos en Lanús. “Esta organización también se había infiltrado en organizaciones sociales con el propósito de obtener información y generar disturbios”, recordó el abogado.
La segunda reunión registrada data del 18 de julio de 2018, día del aniversario del atentado contra la AMIA. Según los registros, esa visita de Araque se concretó entre las 15.12 y 17.02. La tercera oportunidad en que se acreditó el ingreso a la Casa Rosada tuvo lugar el 6 de setiembre de 2018. Siempre el destino era la oficina de Documentación Presidencial. En esa oportunidad lo que llamo la atención es que Araque entró a las 14.04 y los registros consignan su salida a las 23.59.
El 1 de noviembre de 2018, Araque estuvo entre las 14.24 y 16.23. Y el 14 de diciembre de 2018 volvió a la Casa Rosada pero esta vez en compañía de Jorge Sáez, un ex penitenciario que también formaba parte del grupo de Alan Ruiz. Entraron juntos a las 13.26 y salieron a las 16, con una diferencia de 5 minutos entre ellos.
Cuatro días después, el 18 de diciembre de 2018, hubo una nueva reunión. Esta vez estaban Araque y Sáez, pero también habrían estado en esa oficina Noelia Belén y Juan José Ferreira. Segun Beraldi, ese Ferreya se llama en realidad Juan Jorge Ferreyra -según su DNI- y era un ex capitán del Ejercito en tiempos de la dictadura que fue contratado por la Agencia de Control Gubernamental de la Ciudad de Buenos Aires durante la gestión de Macri.
Hubo tres encuentros en enero de 2019. El día 9 fueron los tres juntos: Araque, Sáez y Melo. El 18 fueron Melo y Araque. Y el 29, que fue Araque solo. El destino siempre era la oficina de Martinengo.
La siguiente reunión registrada se da el 6 de marzo de 2019 a la que van Araque y Sáez y dura una hora y media. La última aparece recién en el 10 de junio, cuando Araque participa de una reuión en la que también aparece Romagnoli y otras personas: Maximiliano Magistrello, Elba Masino, Federico Mastropierro y Fernando Scavino. Beraldi subrayó que Scavino aparece ligado a la ONG “Trabajo en Libertad” de la que forma parte Silvina Martínez, la abogada de Margarita Stolbizer y denunciante en las causas Hotesur y Los Sauces, en las que está procesada la ex jefa de Estado y sus hijos Máximo y Florencia.
Frente a eso, Beraldi planteó como “imprescindible” que se recaben los registros fílmicos, registros y cualquier otra constancia que “permita establecer los pormenores” de estas reuniones “así como también otros similares que pudieron haberse llevado a cabo en la sede de la Casa de Gobierno, la Quinta Presidencial de Olivos, el Ministerio de Justicia y Derechos Humanos, el Ministerio de Seguridad de la Nación y la Agencia Federal de Inteligencia”.
“Dada la gravedad institucional que revisten todos estos episodios que no registra antecedentes similares en tiempos democráticos, ruego que se proceda con la mayor premura y se dictan las medidas cautelares que resulten indispensables para preservar la prueba de estar cualquier entorpecimiento de la acción de la justicia”, dijo Beraldi.