El jefe de Gobierto porteño Horacio Rodríguez Larreta se presentó este miércoles en los tribunales federales de Lomas de Zamora para ver las pruebas del espionaje ilegal y en las que habría sido víctima, junto a Cristina Kirchner, María Eugenia Vidal o Hugo Moyano, entre otros, durante el gobierno de Mauricio Macri.
Aunque estaba citado para el viernes, Rodríguez Larreta apareció hoy en la sede judicial acompañado por su abogado Mariano Mendilharzu y el secretario de Seguridad porteño, Marcelo D’Alessandro. Lograron esquivar así la cobertura periodística que podía esperarse el día de la convocatoria. Mientras el funcionario estaba en el juzgado, la Gendarmería y otras fuerzas de seguridad allanaban la cárcel de Ezeiza para saber si también espiaban a presos ligados al kirchnerismo.
Tal como había ocurrido el lunes con la vicepresidenta Cristina Kirchner, al jefe de Gobierno de la Ciudad le mostraron los documentos que se encontraron sobre las tareas de inteligencia que habían hecho sobre él. Había audios de personas que no hacían directa mención de él. Y también le mostraron fotos. Se supo que una tenía que ver con un encuentro que mantuvo con la diputada Graciela Camaño.
Tras ver el material durante media hora, Rodríguez Larreta pidió constituirse como querellante y se fue. Según señalaban en el entorno del jefe de Gobierno en voz baja, pensaban que había más material por la expectativa periodística que se había generado en torno a su figura y el espionaje.
“Yo por supuesto repudio totalmente estos procedimientos, ya sea tanto sobre mí como sobre cualquiera. Pero estoy convencido de que Mauricio Macri ni su gobierno han tomado ninguna decisión política en esta dirección", había dicho Rodríguez Larreta apenas se conoció que estaba entre las víctimas de esta organización.
La causa investiga a “una organización criminal dedicada a la realización de actos de espionaje interno desde el Estado nacional, provincial y local que a través de agentes de inteligencia o miembros de fuerzas de seguridad, en distintos períodos y abarcando diversas jurisdicciones”. La denuncia pone en foco un sistema que habría funcionado por lo menos durante el gobierno de Mauricio Macri y al que se llegó por los dichos de un narcotraficante que estaba ligado a un agente de la AFI, hoy uno de los involucrados.
Por ahora ya hay una veintena de personas citadas a Lomas de Zamora en el marco de la ley de la víctima: quieren mostrarles las pruebas que los involucran para que puedan presentarse en el expediente como querellantes. Así ocurrió con Cristina Kirchner y con Rodríguez Larreta.
Los otros citados son el vicejefe de Gobierno porteño Diego Santilli; la ex gobernadora Vidal y su ex ministro de Seguridad Cristian Ritondo –hoy jefe de bloque de diputados del PRO–; los ex diputados Nicolás Massot, quien fue jefe de la bancada macrista en Diputados; y Emilio Monzó, quien comandó la Cámara baja durante la gestión macrista; y uno de los referentes del PRO, el legislador Waldo Wolff.
Además están el senador Maurice Closs; los intendentes de Lomas de Zamora Martín Insaurralde y de Avellaneda Jorge Ferrari y el ex intendente de La Plata Pablo Oscar Bruera; el juez Martín Irurzun; los gremialistas Hugo Moyano y Luis Barrionuevo; y la diputada Graciela Camaño –esposa de Barrionuevo–.
Entre las citaciones está también el presidente de la Comisión Episcopal de Pastoral Social, monseñor Jorge Lugones, y el sacerdote José María Di Paola, conocido como “Padre Pepe”; los periodistas Hugo Alconada Mon y Marcelo Veneranda, del diario La Nación; integrantes de la Comunidad del Pueblo Mapuche en Argentina y Salvatore Pica, novio de Florencia Macri, hermana menor del ex presidente Macri.