Grabaciones, seguimientos, documentos y una explicación detallada, a dos pizarrones, y con un organigrama sobre cómo operaba la organización de espionaje ilegal que funcionó durante el Gobierno de Mauricio Macri y que la tuvo como blanco, junto a su hijo Máximo, dirigentes oficialistas y opositores, religiosos, jueces y periodistas, entre otros. Con eso se encontró este lunes la vicepresidenta Cristina Kirchner durante las dos horas y media que estuvo en el juzgado federal de Lomas de Zamora y en donde, oficialmente, ya es una impulsora de la investigación como querellante.
“Nos presentamos inmediatamente como querellantes, esto es solo la punta del ovillo. Este es un hecho que va a reconfirgurar el sistema judicial argentino”, dijo el abogado Carlos Beraldi, defensor de la ex presidenta en las causas penales en su contra y quien acompañó a la vicepresidenta al juzgado de Lomas de Zamora.
En medio del hermetismo de la causa, fue Beraldi el encargado de contar qué había sucedido en el despacho del juez federal Federico Villena entre las 14 y las 16.30. Allí estuvieron la fiscal Cecilia Incaordona y un equipo de colaboradores. Les mostraron un organigrama de la banda, con lazos en la AFI pero también en distintas fuerzas de seguridad. “Nos mostraron de todo. Hemos visto fotos, documentos, oído grabaciones en donde aparecen estos miserables hablando entre ellos”, afirmó
“Esto tiene que ser interpretado a la luz de que acá había una mesa judicial. Y esa mesa judicial estaba integrada nada mas y nada menos que por el presidente de la Nación”, Mauricio Macri, dijo Beraldi en una nota en C5N.
Beraldi aseguró que así que después del paso por el juzgado no solo se encontraron un sistema de seguimientos sino también con que parte de esa organización tenía llegado hasta el Poder Judicial. Habló ademas de denunciantes habituales contra la vicepresidenta. En los teléfonos de unos de los espías investigados Beraldi hasta se encontró escritos judiciales suyos.
“En uno de los teléfonos tenia una enorme cantidad de documentación de papeles y grabaciones”, afirmó. Solo le mostraron el material que tenía que ver con Cristina, aunque ya saben que también hubo seguimientos con fotos sobre el diputado Máximo Kirchner.
La organización, agregó, llegaba paralelamente “al grotesco de construir fake news en donde decían que Cristina lavaba dinero en un restaurante y que circulaba en forma privada”. Y anunciaban que iban a encontrar fuertes sumas de dinero en departamentos del edificio donde vive la ex jefa de Estado.
“Fueron dos horas y media bastante distintas a las distintas visitas a Py donde teníamos un clima adverso. Acá llegamos a un juzgado donde querían comunicarle a Cristina Kirchner la característica de los gravísimos hechos que se perpetraron en su contra. Nos recibió el juez, estaba la fiscal, estaba un equipo del tribunal, y durante dos horas y media el juez habló, como si nos diera una clase, con dos pizarrones que se iban moviendo y donde tenían un organigrama del funcionamiento de esta organización mafiosa que funcionaba dentro del Estado”, afirmó
Beraldi subrayó: “La financiaron todos los argentinos, estos bandidos cobraban sueldos de la AFI y usaban nuestros impuestos para cometer delitos”. Añadió que en la banda se mezclan “efectivos de las policías, bonaerense, Policía de Seguridad Aeroportuaria, de la Ciudad” y “derrama en otras organizaciones y llega hasta la presidencia de la Nación”.
El abogado también señaló que "toda una secuencia de instrumentos que van concatenando unos a otros y que muestran que la organización delictiva que llegaba a a sectores de la prensa”, señaló. Y apuntó a “dos personas que estuvieron constantemente presentando denuncias contra la ex presidenta que tenían comunicación con esta gente”.