Con 29 votos negativos por parte de la coalición opositora, el Frente de Todos no pudo conseguir los dos tercios para discutir la ley de alquileres y la de educación a distancia que habían tenido media sanción en Diputados y la vicepresidenta Cristina Kirchner no pudo avanzar con la sesión especial para darles luz verde definitiva a ambos proyectos.
En un inicio accidentado de la tercera sesión virtual del Senado por la falta de conexión de la senadora de Juntos por el Cambio Pamela Verasay, de Mendoza, la vicepresidenta pidió un cuarto intermedio para tratar de resolver la falla. Al final, y tras la insistencia de Martín Lousteau, presente en el recinto, la legisladora tuvo que pasarle su voto por teléfono al secretario Parlamentario, Juan Pedro Tunessi. “Senadora Verasay, esperamos la comunicación... ¿Me puede confirmar? ¿Negativo? Tunessi acá. Muy bien”, confirmó el secretario de la Cámara alta con el teléfono en su oreja.
Hubo otros senadores que también tuvieron que dar su veredicto a viva voz.
Los 42 votos del oficialismo, sin embargo, no llegaron a habilitar la sesión especial –los despachos de comisión de los proyectos de alquileres y de educación a distancia no tenían los siete días reglamentarios para ser discutidos en sesión ordinaria– porque el Frente de Todos necesitaba de los dos tercios de los presentes.
Para la oposición, ninguna de las dos normas “tiene que ver con la urgencia de la pandemia”.
En Juntos por el Cambio, de todos modos, resaltaban por lo bajo que la caída de la sesión especial podría sentar un precedente relevante de cara a la futura designación de Daniel Rafecas, el candidato a la Procuración de Alberto Fernández, resistida por la oposición, que también necesita de los dos tercios de los presentes.
Aunque habrá que ver, cuando eso pase, la integración de Juntos por el Cambio, que hoy logró bloquear la sesión especial con los votos de, por ejemplo, Juan Carlos Romero y Carlos Reutemann, del PJ Federal.
“La oposición se niega a tratar un tema que salió con amplia mayoría de diputados. La oposición dio muestras de lo que viene demostrando hace mucho tiempo, ese llamado a la democracia. Lamento mucho que el Senado no quiera tratar de leyes que tienen que ver con educación y alquileres”, criticó Anabel Fernández Sagasti, la primera senadora en tomar la palabra.
Caída la discusión de ambos proyectos, el oficialismo y la oposición sí se aprestaban a debatir en el Senado 10 decretos de necesidad y urgencia dictados por Alberto Fernández y dos por el ex presidente Mauricio Macri, de suma sensibilidad: la transferencia “del Departamento de Interpretación y Captación de las Comunicaciones (DICOM) dependiente de la Procuración General de la Nación del Ministerio Público a la órbita de la Corte Suprema de Justicia de la Nación” –del 2015–, y la reformulación “del plazo de vigencia de los mandatos de las autoridades de la Dirección de Asistencia Judicial en Delitos Complejos y Crimen Organizado del Poder Judicial de la Nación” –del 2016–.
La inclusión de los dos decretos de necesidad y urgencia de la administración de Cambiemos había despertado resistencia de la oposición, en la previa.
“Entendemos que no son temas vinculados a la pandemia y la resolución que aprobamos hace referencia a tratar únicamente esos temas. Por lo tanto nos opondremos a tratar cualquier tema que no tenga que ver con la emergencia”, respondió horas atrás a Infobae el senador radical Julio Cobos.
La resolución a la que hizo referencia es el reglamento de funcionamiento remoto por el que se acordó que, aunque pueden presentarse proyectos de distinta índole, sólo se incluirán en las órdenes del día para las sesiones los vinculados con el COVID-19. La Ley de Alquileres era la única excepción aceptada.
Entonces, cuando Cristina Kirchner le cedió la palabra a Humberto Schiavoni, el jefe del bloque del PRO y el primer orador opositor de la tarde, el senador remarcó que sería Luis Naidenoff, el jefe del interbloque de Cambiemos, el que utilizaría todo el tiempo. Y el radical ensayó en ese momento un encendido discurso de media hora con durísimas críticas al oficialismo.
Después de eso, la oposición se retiró del recinto y el Frente de Todos seguía solo el debate.
“El oficialismo avanzó con una hoja de ruta que nada tiene que ver con los intereses de la sociedad”, empezó el jefe del interbloque, que defendió a la administración de Macri por los embates del oficialismo en la Bicameral de Deuda, que avanzó hace más de una semana en la investigación de la “fuga de capitales” de la anterior gestión.
Y pidió, al rato, un “debate de fondo” sobre las acusaciones cruzadas en torno a la inteligencia y al espionaje en el país. “Queremos dar el debate. Acá no se salvó nadie: empresarios, políticos, periodistas, hombres del espectáculo, y algunos curas. El cardenal Bergoglio, el papa Francisco, tampoco se salvó. Este es un agujero negro. Si hay que hablar, hay que hablar de todo. No tengo ningún empacho en decir que en materia de inteligencia la Justicia, muchos jueces de Comodoro Py, no son parte de la solución sino del problema del espionaje ilegal en la Argentina”, se despachó.
Condenó, en esa línea, el asesinato de Luis Espinoza y las situaciones de violencia en Chaco con la comunidad Qom. "Muchos de ellos fueron asesinados bajo el insólito argumento de que se estaba rompiendo la cuarentena. Me sorprendió que el Gobierno se limite a un mero comunicado de Twitter. Ojo con la cuarentena, así como todos acompañamos las medidas de restricciones, guarda que estamos al límite del quebrantamiento del Estado de derecho. “No vamos a acompañar ni consensuar la sesión del día de la fecha. Se quebró el acuerdo de discutir la pandemia y sus efectos colaterales. No vamos a aceptar una música ajena a los intereses de la Argentina”, cerró el senador.
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