El tribunal oral que juzga a la vicepresidenta de la Nación, Cristina Kirchner, y a otros acusados por las presuntas irregularidades en la obra pública cuenta con dos posibilidades para reanudar el proceso por plataformas digitales.
Así se lo informó ayer a la tarde el Consejo de la Magistratura de la Nación. Las opciones son por “Jitsi”, un sistema del Poder Judicial adecuado por la empresa estatal ARSAT para los juicios, o por una licencia premium de Zoom. Pero ambas tienen advertencias.
Por “Jitsi” el reinicio de las audiencias no será inmediato porque antes hay otros tribunales que, por decirlo de alguna manera, sacaron turno antes, y el sistema no permite más de un uso en simultáneo. Y por Zoom el Consejo le informó al tribunal oral de algunas vulnerabilidades que tiene.
A eso se suma que dos acusados ya se opusieron a reiniciar el proceso por videconferencia. Son el empresario Lázaro Báez y el ex director de Vialidad Nacional Nelson Periotti. Sus defensas plantearon al tribunal que las plataformas digitales vulneran la inmediatez, uno de los requisitos de los juicios orales, entre otros argumentos.
Desde mediados de marzo, cuando se declaró la emergencia sanitaria por la pandemia del coronavirus y con el dictado del aislamiento obligatorio lo juicios orales fueron suspendidos. Son procesos que requieren la presencia de todas sus partes en una sala de audiencia, lo que va contra las medidas dictadas.
Con la extensión de la cuarentena, muchos tribunales exploraron alternativas para reanudarlos de manera digital. Así le consultaron al Consejo cuáles son las herramientas digitales para hacerlo. La respuesta fue que el área de tecnología trabajaba en una plataforma para eso pero que no podían dar una fecha cierta para su uso.
El Tribunal Oral Federal 2, que en mayo del año pasado inició el juicio oral a Cristina Kirchner y otros 12 acusados -el primero a la ex presidenta- fue uno de los que consultó. Y el viernes pasado los jueces Rodrigo Giménez Uriburu, Jorge Gorini y Andrés Basso le preguntaron al Consejo si podía contratar una licencia premium de Zoom -que entre otras ventajas no tiene límites de tiempo para su uso- y si cumple con los estándares necesarios de seguridad y privacidad.
La respuesta llegó ayer. “Resulta pertinente señalar que el desarrollo de la plataforma JITSI ha demostrado resultados satisfactorios para la celebración de videoconferencias con numerosos puntos de conexión, razón por la cual es recomendable su utilización”, sostuvo el presidente del Consejo, Alberto Lugones, en la nota a la que accedió Infobae. El tribunal había solicitado 50 conexiones.
Explicó que ese sistema se usará esta semana en dos juicios por delitos de lesa humanidad, otro de narcotráfico y un cuarto de trata de personas. “Estaríamos en condiciones de comenzar el juicio por ustedes llevado adelante, a partir del momento de la conclusión de aquellos”, les informó Lugones a los jueces. Por lo que el reinicio del juicio por la obra pública no será inmediato por esa plataforma.
Eso es porque el Consejo recibió desde el inicio de la cuarentena pedidos para hacer 330 juicios de manera digital, de los cuales 30 son de la magnitud del juicio a Cristina Kirchner, y a cada uno se le asignó un orden según la fecha del pedido. “Hay otro problema y es que la plataforma no permite grabar dos juicios en simultáneo. Probablemente lo podemos hacer en no mucho tiempo porque Jitsi es una plataforma de código abierto que permite mejoras”, le explicó a Infobae una fuente del Consejo que trabaja en el tema.
En el juicio por la obra pública junto con Cristina Kirchner, Báez y Periotti están acusados el ex ministro de Planificación Federal Julio De Vido, el ex seretario de Obras Públicas José López, entre otros ex funcionarios. La imputación es por las presuntas irregularidades en la concesión de las 52 obras públicas que la empresas de Báez recibieron para la provincia de Santa Cruz durante los gobiernos nacionales de Néstor y Cristina Kirchner.
Por otra parte, el Consejo autorizó al tribunal oral a pagar la licencia premium de Zoom y se hará cargo de su costo. Pero ante la consulta sobre los estándares de seguridad y privacidad, la respuesta del Consejo fue que presenta “ciertas vulnerabilidades” según reportes públicos que se hicieron sobre la plataforma que están vinculadas a posible filtración de información, de correos electrónicos y fotos de los participantes. Por eso el Consejo envió una serie de recomendaciones para su uso. Zoom se usó para culminar la semana pasada un juicio oral al ex titular de la Administración Federal de Ingresos Públicos Ricardo Echegaray, en el que fue absuelto.
A la posibilidad de continuar el juicio por videconferencia dos defensas ya se opusieron. Así se lo hicieron saber Federico Paruolo, abogado de Periotti, y Juan Martín Villanueva, el nuevo defensor de Báez que asumió el cargo la semana pasada, en escritos que presentaron en el tribunal.
Los abogados señalaron que la videcoferencia rompe con la inmediatez que debe tener todo juicio para interrogar a los testigos. La audiencia presencial, agregaron, permite controlar que al testigo no le den las respuestas. También que en otros países los tribunales desaconsejaron su uso y que esas plataformas presentan problemas de seguridad.
El tribunal oral explora las posibilidades para retomar el juicio. Por eso consultó con qué herramientas tecnológicas cuenta y también lo hizo para saber si se puede hacer de manera presencial en el edificio de Comodoro Py. Para eso le consultó a la Cámara Federal de Casación Penal, la encargada de la administración de las salas de audiencia.
Las dos más grandes que tiene el edificio, la SUM y la Auditórium -más conocida como AMIA en el mundo judicial- no se pueden usar. Ambas están en el subsuelo del edificio y no tienen ventilación natural, lo que epidemiológicamente no está recomendado para reunir a personas.
Hay otras tres en la planta baja que son las que actualmente se están usando. Pero para respetar la distancia entran entre seis o siete personas. El fiscal del juico, Diego Luciani, acercó al tribunal otra posibilidad. Hacer las audiencias en teatros o en salas de la facultad de derecho de la Universidad de Buenos Aires, que cuentan con lugares amplios que permitirían reunir a todas las partes y cumplir con las medidas sanitarias.
La idea que hoy más convence al tribunal es un sistema mixto: algunas partes del caso de manera presencial y otras por videconferencia. Pero todavía no hay una decisión tomada.
Con la respuesta del Consejo, los jueces del tribunal se reunirán para analizar si deben pedir presiones o más información. Cuando tengan una opción para retomar el proceso le pedirán opinión a todas las partes, más allá de las que ya opinaron.
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