La batalla apenas se insinúa porque falta un mes para su pago, pero comienza el mes de junio y surge la incógnita: en este contexto de aguda crisis económica, ¿qué será del aguinaldo de este año?
La CGT y la UIA ya tienen el tema sobre la mesa para analizar alguna fórmula que beneficie a los empresarios y a los trabajadores, partiendo de la base de que el sueldo anual complementario, que surge de la 20.744 Ley de Contrato de Trabajo, obliga a pagar la primera cuota con vencimiento al 30 de junio, pero actualmente, con tantas empresas en dificultades para pagar los sueldos y para sostener las fuentes de trabajo, sólo parecen tenerlo garantizado los empleados del sector público.
El primer interrogante que la central obrera y la industrial necesitan despejar pone la pelota del lado del Gobierno: ¿habrá en junio auxilio del Estado para pagar los sueldos del sector privado? Con la cabeza puesta en las negociaciones por la deuda, la Casa Rosada todavía no dio señales claras sobre el tema, aunque el gabinete socioeconómico comenzó a evaluar si se mantendrá el programa de Asistencia de Emergencia al Trabajo y la Producción (ATP), con aguinaldo incluido.
“Imaginamos que sí, pero hay que ver cómo están de caja porque el ministro Guzmán habló de dosificar la ayuda”, afirmaron a Infobae fuentes empresariales. En las filas sindicales hay inquietud y Héctor Daer, cotitular de la CGT, fijó una posición intransigente: “El aguinaldo es el aguinaldo, no lo pongo en riesgo en ningún momento porque no lo pongo en debate. Lo tienen que cobrar los trabajadores. Habrá que ver cuales son las condiciones de todo lo que se está viviendo, pero primero tenemos que resolver mayo y después junio. Esto es un día a día”, dijo hace 48 horas.
Desde este lunes se intensificarán los contactos entre representantes de la UIA y de la CGT para ponerle la firma a la extensión por otros 60 días al acuerdo marco que permite las suspensiones del personal sin tareas con el pago de un 75% del sueldo neto y ambas partes quieren avanzar con la definición de un temario que incluye el aguinaldo. Y en este punto quieren sumar a la discusión a otros empresarios del Grupo de los Seis, como las cámaras de Comercio y de la Construcción.
La central industrial ya le hizo saber al Gobierno su interés en que se mantenga durante junio el programa ATP, aunque, de todas formas, está estudiando algunas variantes para aliviar el impacto del pago del aguinaldo entre las empresas, como proponer lo establecido en la Ley 24.467 de pequeñas y medianas empresas: la posibilidad de fraccionar el aguinaldo hasta en tres cuotas al año.
En caso de que el ATP no siga en junio, la UIA quiere proponerle a la CGT el fraccionamiento del sueldo anual complementario como un posible acuerdo de partes que sirva como orientación para que empresarios y sindicalistas puedan negociarlo cuando se discutan los convenios.
El mayor problema para pagar los aguinaldos puede darse entre las pymes. El titular de la titular de la Cámara de la Pequeña y Mediana Industria Metalúrgica Argentina (CAMIMA), José Luis Ammaturo, admitió a Infobae que se trata de “un tema que preocupa al sector” y dijo: “Hemos barajado algunas ideas, como la posibilidad de incorporar el aguinaldo al sueldo, que sería un poco más del 8 por ciento mensual, y eso a las empresas no les sería tan pesado poder pagarlo. Para el trabajador es importante recibir el dinero adicional todo junto, pero para las empresas es un gran problema financiero”.
En la CGT se quejan de que los empresarios “abren siempre el paraguas antes de que llueva" y aseguran que “hay sectores que trabajan y pueden pagar el aguinaldo sin inconvenientes”. Desde la UIA, un directivo puso un ejemplo: “Las automotrices ahora volvieron a trabajar pero para acumular stock porque no tienen un solo pedido. Hay un problema no sólo de oferta sino también de demanda porque la economía, que ya venía en picada, sufrió una caída impresionante con la cuarentena”.
De uno y otro lado, sin embargo, confían en que se mantendrá la ayuda estatal para pagar los sueldos y, si no, reconocen que la instancia de diálogo que mantienen desde hace semanas les permitirá llegar a algún acuerdo que resuelva el interrogante del sueldo anual complementario de junio.
El ministro de Trabajo, Claudio Moroni, se reunió el jueves con la mesa chica de la CGT para analizar la creación de un “comité pospandemia” que defina medidas para reactivar la economía y tiene previsto hablar de lo mismo con los empresarios de la UIA y de otras entidades patronales.
Si se llega a concretar esa instancia de diálogo, que hoy se mantiene de manera intermitente entre los tres sectores, la UIA y la CGT habrán tenido el suficiente ejercicio previo como para sacarle más provecho a la discusión sobre cómo salir del parate económico que trajo la larga cuarentena.
El acuerdo marco para las suspensiones fue un modelo fructífero de negociación, por más críticas que haya despertado, porque aportó una herramienta consensuada para problemas concretos de empresarios y trabajadores que aparecieron a partir del aislamiento obligatorio. La discusión por el aguinaldo puede ser una nueva oportunidad para negociar soluciones y hacer un precalentamiento para el tan postergado Consejo Económico y Social que prometió Alberto Fernández.
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