Desde Córdoba, la provincia que fue clave para el triunfo de Mauricio Macri en el 2015, Rogelio Frigerio y Emilio Monzó lanzaron por zoom lo que seguramente será una línea interna dentro de Juntos por el Cambio. Ante una sala que colmó las 1000 plazas convenidas, organizada por la rama profesional del PRO cordobés y con la presencia de Nicolás Massot (que prefirió no pedir la palabra) Monzó y Frigerio dieron las primeras puntadas de un proyecto político basado en construir una “alternativa de centro, amplia y plural” para volver al poder en el 2023.
La convocatoria se realizó bajo el título “la política en tiempos de pandemia”, y tanto Frigerio como Monzó hicieron eje en que ante un suceso inédito en la historia de la humanidad, “hay que estar atentos a los cambios que pueden operarse no solo en la Argentina, sino en todas partes del mundo”, lo que podría resumirse en “la tentación del populismo” o “el riesgo del autoritarismo”.
Sin embargo, ambos alertaron acerca de que la salida a este dilema “no estará en pararse en los extremos”. “La política no tiene que ser el lugar donde nos sentimos cómodos porque estamos rodeados con los que piensan igual”, dijo Frigerio. “Tenemos que ir a pequeños acuerdos, cortitos, para resolver los problemas que se irán dando en la gestión de las consecuencias que provocará la pandemia”, propuso Monzó.
Y coincidieron en la necesidad de la moderación. “Cuanto más prudentes seamos, cuanto más estemos dispuestos a encontrar soluciones para los problemas que a diario tienen los argentinos en estos momentos tan difíciles, más autoridad moral y efectividad tendremos cuando le tengamos que decir hasta acá llegamos, tienen que hacer las cosas de otra manera", aseguró Frigerio. Monzó, por su lado, consideró que “Alberto Fernández está muy predispuesto en ese sentido (de acuerdos cortos). Y a Schiaretti lo veo con la misma lógica”.
Aunque obviamente, el interés finalmente se enfocó en la propuesta política hacia el 2021 y el 2023. El ex presidente de Diputados dijo que “hace una semana que empezó a hablarse de la posibilidad de que se eliminen las PASO, una alternativa que nos beneficia para ordenar nuestras listas. La oposición tiene que ir unida, tenemos que evitar la dispersión en las legislativas". “Es el momento de cerrar filas”, reclamó.
Frigerio, que fue el primer en hablar, dijo que era el tiempo de hacer un autocrítica de los cuatro años de gobierno de Macri. “No fuimos tan federales en el ejercicio del poder interno. Siempre hubo una tentación de controlar lo que pasaba en cada una de las circunscripciones del interior", dijo. Y destacó que “nos faltó apertura, nos faltó generosidad para cumplir con nuestros objetivos.”
Más comprensivo con los cuatro años de gestión puso el foco en -quizás- lo más importante de la reunión. “Ahora tenemos una gran cantidad de dirigentes valorados y muy conocidos por la opinión pública, que no teníamos cuando iniciamos este proceso, la tenemos a (María Eugenia) Vidal, a Horacio (Rodríguez Larreta), a Martín Lousteau, a Rogelio (Frigerio) y a Alfredo Cornejo, diría que estamos muy preparados para dar las batallas electorales que vienen", aseguró.
No hubo posibilidad de repreguntar, pero claramente Monzó no mencionó a Macri, aunque incluyó a su socio en el zoom, Frigerio. Y también incluyó a Vidal, dejando a las claras que el ex presidente de la Cámara de Diputados se anotó para la candidatura a gobernador de Buenos Aires.
Monzó agregó que “nosotros debemos trabajar para una tercer vía, para que las políticas sean de centro, no de extremo, sé que implica un gran esfuerzo. Volumen político para que logre la atención de la política. Es mucho más cómodo y fácil extremar que darle volumen política a una alternativa. El poder es incómodo, pero si vamos donde están los iguales a nosotros no vamos a tener chances de sacar el país hacia adelante”.
La última vez que hicieron un acto juntos fue el 29 de noviembre pasado, preinstalando la candidatura de Emilio Monzó a gobernador de la provincia de Buenos Aires, un sueño que le estuvo vedado durante los tiempos en que María Eugenia Vidal dominaba el territorio. Hasta Florencio Varela se trasladó el todavía ministro del Interior, Rogelio Frigerio, que se subió al escenario una vez terminado el acto, para mostrar que la dupla se retiraba del Gobierno tras la derrota, pero no de la política ni de Juntos por el Cambio.
Después de la entrega del poder, cada uno se tomó unas largas vacaciones. Pero al poco tiempo de volver el Presidente decretó el aislamiento social, preventivo y obligatorio y el proselitismo se complicó. A pesar de eso, Frigerio armó un acto a través de un zoom virtual en Entre Ríos. Y el ex viceministro del Interior, Sebastián García de Luca, por lo menos dos con intendentes de JxC en la provincia de Buenos Aires, donde Monzó ofició de escucha y consejero en los difíciles momentos que les tocaba gestionar sus municipios.
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