A las 10, hora para la que fue convocada la sesión especial, 93 diputados nacionales ya estaban conectados en forma remota o desde sus bancas en el Congreso. Todos de la oposición, excepto Sergio Massa, presidente del cuerpo, que se encontraba en en el recinto.
A las 10:35, vencido el plazo para esperar a que se reúna el quórum, el presidente del interbloque de Juntos por el Cambio, Mario Negri, pidió más tiempo. Ya estaban conectados 122 diputados, contando al propio Massa. El quórum exige 129.
La señal Diputados TV transmitía desde temprano con varias cámaras en el recinto, como es habitual, aunque en este caso fue Juntos por el Cambio quien convocó al debate con el objetivo de declarar inválido el DNU/457 que da flexibilidad al jefe de gabinete para transferir recursos entre distintas áreas en el marco de la pandemia. El dato del día es que el principal bloque opositor sumó sólo siete diputados de otros espacios mientras que que quince legisladores se alinearon con el Gobierno y no habilitaron el quórum. Aún así, los presentes se despacharon durante 75 minutos con discursos contra el decreto de Alberto Fernández que había sido convalidado en comisión por el oficialismo.
-"Tengo todo el tiempo del mundo para ustedes", respondió amigablemente pero con algo de picardía Massa la solicitud del jefe del interbloque de Juntos por el Cambio.
En el mismo tono respondió Negri:
-"Otras veces hemos esperado una hora señor Presidente".
-"Les propongo esperar hasta las 10:45 antes de declarar el fracaso de la sesión", propuso el presidente de la Cámara. Y sonrió.
-"Sabemos lo que significa nuestra responsabilidad política", agregó Negri en referencia a que fue su bancada la que solicitó la sesión especial y por lo tanto la que debe hacer el esfuerzo de lograr adhesiones. Y volvió a pedir a Massa: “Es probable que no lleguemos al quórum. Si no llegamos al número le voy a solicitar que nos acompañe como presidente en nuestras manifestaciones en minoría”.
En un intercambio inusualmente amable entre oficialismo y oposición, el titular del cuerpo prometió abrir y cerrar la sesión aunque avisó que se ausentaría un rato para participar de una videoconferencia de Líderes Parlamentarios Latinoamericanos y del Caribe. Quince minutos después indicó que cada cual se ubicara en su lugar y que se retiraran del recinto quienes no fueran legisladores. Hasta se permitió bromear con la diputada de la izquierda Romina del Pla que tenía problemas para loguearse.
“Con 124 diputados presentes (contado él mismo), no habiéndose reunido el quórum reglamentario damos por fracasada la sesión. Para manifestarse en minoría de acuerdo al artículo 36 Bis del reglamento doy la palabra al diputado Pablo Tonelli”, anunció Massa.
Según marcaba el tablero electrónico el interbloque de Juntos por el Cambio tuvo a sus 116 legisladores presentes. En el recinto estuvieron los jefes Mario Negri (UCR), Cristian Ritondo (PRO) y Maximiliano Ferraro (Coalición Cívica) y una veintena de legisladores con residencia en el área metropolitana como Fernando Iglesias, Karina Banfi, Facundo Suárez Lastra, Silvia Lospenatto, Waldo Wolff y Paula Oliveto entre más de una docena. Por el interbloque Federal hubo 4 diputados de los 11: Graciela Camaño y Jorge Saraghini, el socialista Enrique Estevez y Luis Contigiani del Frente Progresista. También estuvieron presentes los dos diputados de izquierda, Nicolás del Caño (Frente de Izquierda) y Romina del Plá (Partido Obrero) que desde el aislamiento social reclaman sesiones y debates urgentes. Por Unidad y Equidad Federal sólo fue José Luis Ramón (son ocho en total) cuyo proyecto para derogar el artículo 4 del DNU 457 fue incluido en el orden del día, estratégicamente, para empujar su presencia como habitual aliado del Gobierno.
Desde su casa arrancó la lista de oradores el legislador del PRO Pablo Tonelli. Detrás suyo se vio un panel lleno de dibujos infantiles. Conocedor de las cuestiones legislativas y legales reiteró lo que ya había dicho en la comisión Bicameral de Trámite Legislativo: “Hace una modificación presupuestaria importante de muchos miles de millones de pesos, lo que no tiene antecedentes es el artículo 4 de este decreto que dispuso límites para reestructura partidas del presupuesto, ese límite era el 7,5% del monto total del presupuesto, ese límite ha desaparecido. Significa que el jefe de gabinete puede disponer de la totalidad, aunque creemos que no podría ocurrir, legalmente se podrían eliminar todas las partidas de educación por ejemplo, podría hacerlo perfectamente”, alertó.
Siguieron algunas de las voces más duras de Juntos por el Cambio. Waldo Wolff denunció la ausencia del oficialismo y habló de “un autoatentado a un sistema de gobierno” mientras envió nuevamente irónicos saludos a tres diputados electos en listas de Juntos por el Cambio que pasaron al interbloque provincial: Beatriz Avila, Miguel Ansaloni y Antonio Carambia. Aunque los tres hubieran estado presentes, tampoco hubiera alcanzado para el quórum. “Hoy están jugando en otro lado”, recordó sobre la decisión anunciada en diciembre.
A las 11 y 12 minutos, antes de ceder la presidencia a Alvaro González, Vicepresidente Primero por el PRO, Massa pidió a los oradores que acotaran el tiempo de exposición ya que las manifestaciones en minoría tienen un tiempo acotado, menor a las sesiones. González varias veces tuvo que pedir a sus compañeros de bancada que redondearan para cumplir el plazo.
Desde Chubut Gustavo Menna dijo que “el Poder Ejecutivo le ha arrebatado una atribución exclusiva del Congreso” mientras desde Mendoza Luis Petri acusó: “El Presidente nos está enviando el telegrama de retiro voluntario” y sólo somos “un entretenimiento de reuniones telemáticas”. “Hasta Rosas se pondría colorado”, apuró el cierre citando al ‘Restaurador’. Paula Olivetto, desde su banca, recordó que “Alberto Fernández no es un ángel, es humano” y destacó el rol opositor para limitarlo y mantener el equilibrio de poderes. El porteño Jorge Enríquez consideró que el DNU es “un certificado de defunción” para el Parlamento y calificó la ausencia del Frente de Todos con palabras de un artículo escrito hace un tiempo por Alberto Fernández: “Es un silencio que aturde”.
El socialista santafesino Enrique Estévez, que en algunas votaciones ha sido aliado del Gobierno, alertó: “Estamos dispuestos a colaborar con el Poder Ejecutivo pero manteniendo las facultades del Congreso”.
El también santafesino Luis Contigiani, del Frente Progresista Cívico y Social, le apuntó tanto al oficialismo como a la oposición. Preservó a Tonelli de su crítica: “Me pregunto si pueden levantar la voz con algunos hechos que han ocurrido recientemente con nuestra democracia, creo que no, creo que tienen que ser más humildes porque mientras defienden a la República y a las reglas de juego como lo estoy haciendo yo. No se olviden que delegaron facultades extraordinarias vía un endeudamiento y la fuga de capitales que estamos pagando. Lo han hecho ustedes y han vía decreto han hecho designaciones por decreto en la Corte y también lo que han hecho con las escuchas... No perdamos la coherencia”. Al oficialismo le reprochó: “No van a tener conformidad si avanzan con sistemas hegemónicos, nunca van a tener la adhesión de este diputado cuando quieran romper las reglas de juego”.
José Luis Ramón, habitual aliado, destacó la actitud “proactiva” que viene teniendo como oposición pero pidió “recuperar las facultades que la República nos da como legisladores”.
Nuevamente con la presencia de Massa, a las 12 hablaron Del Caño y Plá. “Hay que discutir el pago de la deuda, hay que discutir el pago del impuesto a la riqueza que algunos se niegan a discutir, hay que discutir los despidos, hay que discutir cómo se pagan las jubilaciones y hay que discutir de una vez por todas el 82% móvil”, reclamó con énfasis la diputada que llegó con barbijo amarillo.
El anteúltimo discurso fue el de Cristian Ritondo. “Este bloque no votó la derogación de la movilidad jubilatoria. Pero no vamos a estar tirando piedras en ninguna plaza”, arrancó el jefe del bloque del PRO. Fue el único momento en que hubo aplausos entre los presentes. El eco de un recinto semivacío permitió que se oyeran muy fuertes. Sin mencionarlo, hacía referencia a la protesta y los incidentes registrados cuando el gobierno de Cambiemos presentó en el Congreso su reforma a la Ley Jubilatoria en diciembre del 2017. “Hoy dejaron sin quórum a la democracia, no tanto del oficialismo que tiene sus compromisos pero tendría que haber 138 diputados que ingresamos por la oposición, que cada uno lé de respuesta a sus votantes”, reprochó a los interbloques que comandan Eduardo ‘Bali’ Bucca y José Luis Ramón entre los que están diputados provinciales, los cuatro cordobeses que responden a Juan Schiaretti y el lavagnismo.
Mario Negri también apuntó a los ausentes: “Que no esté el oficialismo es parte del juego, pero que la oposición entregue sus facultades con ausencias no se entiende salvo extorsión de por medio”. “Tal vez algunos de los opositores que no están hoy presentes entiendan con el tiempo que es mejor controlar que fagocitar o entregarse”, consideró el jefe del interbloque de Juntos por el Cambio."La tentación por concentrar el poder tiene muchos antecedentes, los últimos seis años de gobierno de la actual Vicepresidenta gobernó con mayoría absoluta en el Senado, con mayoría absoluta en la cámara de Diputados y en el Consejo de la Magistratura. Y con todas las facultades durante doce años con la emergencia económica. Seremos pocas voces pero vamos a estar siempre", cerró su discurso, el último de las manifestaciones en minoría.
A las 12.12, Massa saludó por su cumpleaños al diputado mendocino demócrata progresista, Omar de Marchi, conectado desde su provincia. Y cerró la jornada con un elegante agradecimiento “a los diputados y diputadas que hoy no tuvieron ningún problema para conectarse a este sistema, incluso aquellos que eran muy críticos”. No lo dijo pero en la última sesión Mónica Frade reclamó por el sistema en el momento de la votación cuando en los registros del área figuraba que no había tenido ninguna dificultad para loguearse y desloguearse a voluntad. Esta vez nadie se quejó.