“Tenemos situaciones en todo el país en donde se comenzó a liberar la cuarentena y es importante que los poderes judiciales estén comenzando a trabajar”, dijo esta semana el ex presidente y miembro de la Corte Suprema, Ricardo Lorenzetti, quien destacó en particular las restricciones que existen en la Ciudad de Buenos Aires porque el Poder Judicial “moviliza a muchas personas” en ese distrito.
La Justicia porteña es una de las que empezó a trabajar pese a la cuarentena, y el mejor ejemplo del funcionamiento es que el Tribunal Superior de Justicia de la Ciudad dictó sentencia en 310 causas desde el comienzo del aislamiento, algo que fue posible gracias a que unos 120 empleados cumplen con sus tareas en forma remota tras el aval otorgado por tres gremios de judiciales.
Algo similar sucedió en la provincia de Buenos Aires con el primer convenio para regular el teletrabajo durante la pandemia que fue firmado por la Suprema Corte bonaerense y la Asociación Judicial Bonaerense (AJB), con vigencia de 90 días y que involucra a 22.000 trabajadores.
En el caso porteño, a diferencia de lo que sucede en la justicia bonaerense, lo que facilitó la continuidad de las tareas fue que todos los expedientes están digitalizados. Así lo dijo a Infobae la presidenta del Tribunal Superior de la Ciudad, Inés Weinberg, quien destacó que toda la justicia del distrito está en funcionamiento y que el trabajo en forma remota permitió dictar sentencias en casos penales, de violencia de género, habitacionales, expedientes sobre incumplimientos contractuales y daños y perjuicios, así como casos vinculados al empleo y a conflictos de competencia jurisdiccional.
Una de los 310 fallos firmados a distancia por los cinco jueces del tribunal porteño determinó que en los casos de violencia doméstica y de género el primer magistrado que interviene en una denuncia de la víctima será en adelante el que entienda en todas las demás. De esta forma, se evita que el expediente pase de juez en juez para determinar quién es competente para entender.
“Cuando se declaró la cuarentena, nosotros ya teníamos los expedientes digitalizados y eso, más el hecho de que se haya dispuesto en forma temprana, nos permitió ver cómo se estaban preparando en otros organismos para volver a las tareas -sostuvo Weinberg-. Lo primero que hicimos fue aumentar el ancho de banda para que unos 120 empleados pudieran trabajar desde sus casas y les permitimos llevarse las computadoras del tribunal a quienes no tenían el equipamiento adecuado”.
La clave, según la jueza, fue “la ayuda y la buena predisposición del personal y de los gremios (SITRAJU, AEJBA y UEJN), aunque cada uno trabaja dentro de sus posibilidades porque la cuarentena impacta en forma muy distinta en las personas desde el punto de vista laboral y emocional”.
Weinberg detalló que también trabajan en forma remota quienes se desempeñan en el sector administrativo, que incluye liquidación de sueldos, Recursos Humanos y licitaciones, pero aclaró que el teletrabajo se pudo instrumentar en el Tribunal Superior porque “muy rara vez celebra audiencias”.
“Trabajar así no sirve en instancias inferiores -agregó-. De todas formas, la justicia de primera y segunda instancia y segunda, además del Ministerio Público, están cumpliendo tareas. O sea, la justicia de la Ciudad está en funcionamiento y mi impresión es que no vamos a volver nunca a la forma de trabajar de antes. Primero porque es imposible mantener la distancia social las oficinas y segundo, porque, aunque depende de las comodidades que tengan en su casa, para los empleados puede convertirse en una opción interesante si se respetan los horarios y las licencias existentes”.
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