El ministro de Salud de la provincia de Buenos Aires, Daniel Gollán, defendió el aislamiento total implementado por el gobierno bonaerense en Villa Azul -el asentamiento ubicado entre los partidos bonaerenses de Avellaneda y Quilmes donde se produjo un brote de coronavirus y el total de casos llegó este martes a 174-, que cosechó en los últimos días críticas de propios y ajenos.
Gollán fue consultado esta mañana por el cuestionamiento de Daniel Menéndez, líder de Barrios de Pie y subsecretario de Políticas de Integración y Formación del Ministerio de Desarrollo Social, que consideró que la decisión del gobierno de Axel Kicillof fue un “error” y opinó que con la adopción de ese tipo de medidas “pareciera que se construyen guetos de pobres”.
“Me parece muy desatinada esa apreciación sobre todo viniendo de un gobierno que cuida a la gente y sobre todo a los más vulnerables”, expresó esta mañana en diálogo con el programa Ahora Dicen, que se emite por Futurock FM, y explicó: “Los estamos cuidando, es absolutamente al revés. Nosotros tenemos un mapa de riesgo en donde encontramos que aparecen casos que hasta ahora eran aislados. Es la primera vez en la provincia de Buenos Aires, en el conurbano, donde en un solo lugar hay un brote de tipo explosivo. Por eso se trabaja en conjunto con el barrio organizado, primero para cortar las cadenas de contagio dentro del barrio y, segundo, evitar que entre y salga gente, porque enfrente tenemos un barrio mucho más populoso, que es Itatí. Si se hace un foco grande allí esto es malo para todos”.
También destacó que en Villa Azul solo hay casos leves y moderados hasta el momento y que la tasa de letalidad “es baja”, lo cual se debe a que la población es mayoritariamente joven. “El hacinamiento no es un problema que sanitariamente lo podamos resolver hoy en el medio de la pandemia. Si el criterio es decir que toda la gente tendría que tener una vivienda digna estoy absolutamente de acuerdo. Ahora el criterio es puramente sanitario y de cuidado”, continuó."Escuchar este tipo de cosas nos molesta un poco, porque pensamos lo mismo en términos de dignidad de la gente. Hoy hay que cuidar a ese barrio. La mejor manera de haerlo es evitar que entre y salga gente, es un criterio de cuarentena colectiva".
El ministro, al igual que Kicillof, aseguró además que la medida puede replicarse si se produjeran nuevos focos en otros lugares en el territorio provincial y que, de la misma manera, la misma decisión puede no ser funcional en otros barrios populares: “Si esto sucediera en una oficina de trabajo corporativo, donde tuviéramos 2 mil casos en un edificio, el criterio de acción sería muy parecido. Si ocurriera en un country, que es más difícil por la distancia entre las casas, el criterio sería tratar de preservar que no salga ni entre nadie, se cortarían las líneas de contacto”.
“Los operativos se tienen que adaptar a cada realidad. Si yo tengo un barrio popular muy extendido, habrá que buscar alternativas diferentes. Este era un barrio que, conversando con los vecinos, se podía abarcar porque es chico y la estrategia fue esa”, agregó. “Estamos trabajando con todas las organizaciones sociales, con voluntariado, con organizaciones políticas, con la Iglesia. Todo lo que es comunidad organizada en los barrios para que ellos también se transformen en vínculos de aviso rápido de casos”.
Gollán, criticado en las últimas semanas por publicar un tuit con el mapa de casos en el área metropolitana de Buenos Aires, aseguró que hasta el momento no hay otro foco en la provincia: “Remarco el ‘por ahora’ porque esto puede aparecer, por eso la estrategia es tratar de adelantarse”. “No es un tema político, es un tema del virus. Los medios y algunos dirigentes siempre están buscando hacer politiquería barata. Eso puede cambiar en 15 días y podemos tenerlo acá. El virus es así”, indicó sobre su mensaje.
Por otro lado, consultado sobre la saturación de camas en la provincia, el ministro alertó de una potencial complicación en un mes de continuar el avance actual del virus: “Si nosotros seguimos la evolución que venimos viendo en estos últimos 20 dias y no la podemos detener, podríamos empezar a tener problemas en mediados o fines de junio. No de saturación pero sí de poner en tensión fuerte el sistema de salud”.
“El objetivo es que mientras tengamos camas libres de terapia, cuidados intermedios y aislamiento. Tenemos que trabajar fuertemente en cada foco que se enciende para que no se transforme en un incendio”, agregó y consideró que “la parte buena dentro de la tragedia” será que la infraestructura sanitaria quedará fortalecida tras la pandemia. “Nos va a dejar en la provincia de Buenos Aires un sistema mucho más robusto, porque se están haciendo 150 obras y casi 1000 camas de terapia intensiva, se agregó infraestructura que llegó para quedarse”.
Por último, Gollán advirtió también sobre la importancia de la atención de otras enfermedades durante la pandemia y la problemática del avance del dengue, el sarampión y la tuberculosis. “Cuando suceden estas pandemias todo el sistema se pone en función del peligro más inminente, pero vemos que bajan las cantidades de controles. Hay que trabajar muy fuertemente esto porque si no después vamos a tener los resultados de todo lo que se va a acumulando”.
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