“Vamos a escuchar lo que nos quiere decir el FMI. Nuestro planteo es el de siempre: pensamos que la deuda se debe pagar, pero tiene que haber crecimiento, desarrollo, y bajo ningún punto de vista, como lo manifestó el Gobierno, permitiremos que se pague con el sacrificio de la gente”.
Así lo advirtió el titular de la Unión Obrera de la Construcción (UOCRA), Gerardo Martínez, sobre la videoconferencia que mantendrán pasado mañana con las autoridades del Fondo Monetario Internacional, y sostuvo: “No vamos a hablar de ninguna reforma laboral porque ninguno de nosotros la está impulsando ni piensa eso. Y no forma parte del diálogo con el FMI: ellos tienen mucho cuidado en no meterse en cuestiones de cambios estructurales, que es decisión soberana del gobierno argentino”.
“Nada de reforma laboral y nada de ajuste. Todo en la sintonía de lo que ha planteado el Gobierno y que veníamos discutiendo en su momento con Roberto Cardarelli (ex jefe de la misión en la Argentina). Nada se puede hacer sobre la base del ajuste y de la paralización económica”, agregó.
Coincidió en lo mismo el secretario adjunto de la CGT, Andrés Rodríguez, que lidera UPCN, quien afirmó que el único dirigente que habló de una reforma laboral fue el mercantil Armando Cavalieri en declaraciones radiales y señaló que en el contacto con el Fondo ratificarán que la central obrera respalda la postura del gobierno argentino sobre la reestructuración de la deuda.
El encuentro virtual fue gestionado por la oficina local del FMI a través de Martínez, que se desempeña como secretario de Relaciones Internacionales de la CGT, y así se reanudarán las reuniones que el organismo internacional mantiene con referentes de la economía y la política local.
Por el Fondo Monetario participarán de la teleconferencia el jefe de la misión, Luis Cubeddu; el representante del FMI en la Argentina, Trevor Alleyne, y Sergio Chodos, representante de la Argentina en el organismo, mientras que por la CGT lo harán los cotitulares de la central obrera, Héctor Daer y Carlos Acuña, además de Andrés Rodrígue y Gerardo Martínez.
El líder de la UOCRA tiene relación con funcionarios del FMI porque participa de las reuniones del G20, en el G20 Sindical, en su carácter de miembro titular del Consejo General Mundial de la Confederación Sindical Internacional (CSI) y, además, como representante sindical de la Argentina, uno de los tres países de América Latina que, junto con Brasil y México, integran el G20.
Hace un mes, la dirigencia cegetista difundió un comunicado en el que manifestó que “el destino del país está atado al resultado que se obtenga en la dura negociación con los acreedores financieros externos y en la batalla contra la pandemia de coronavirus”, por lo que respaldó la oferta del Gobierno a los bonistas y ratificó que la deuda "no puede pagarse sobre la base del "sacrificio y la pobreza de los trabajadores”.
"Después de la pandemia deben cambiar las prioridades del capitalismo puro y duro”, agregó, luego de lo cual dijo que no se puede “pagar con más desigualdad: el límite a las propuestas se encuentra a consideración del estado de pobreza social en nuestro pueblos”.
El último contacto de la CGT con el FMI se produjo en febrero de 2019, cuando Cardarelli, que lideraba la misión del Fondo en la Argentina, y Trevor Alleyne se reunieron con la mesa chica de la central obrera en la sede de la UOCRA. Allí, los sindicalistas plantearon su preocupación por la deuda y la política económica que llevaba adelante el gobierno de Mauricio Macri.
En ese momento, la CGT destacó ante la delegación del FMI la necesidad de renegociar las condiciones del acuerdo con el Fondo, al considerar que hasta ese momento se había desembolsado "el 80 por ciento de ese convenio, las variables económicas no mejoraron y la posibilidad de cumplir esos vencimientos de deuda es preocupante para un futuro gobierno de cualquier signo”.
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