Esta mañana, Fabiola Yáñez se reunió con autoridades de Unicef Argentina para analizar el estado de los derechos de niños y niñas y los efectos del coronavirus sobre la pobreza infantil y la desigualdad en el país.
La Primera Dama recibió a Luisana Brumana, representante de Unicef Argentina, Olga Izasa, representante adjunta de la agencia; Natalia Calisti, jefa de comunicación y Sebastián Waisgrais y Carolina Auilicino, ambos especialistas en inclusión social.
En el encuentro, el equipo de Unicef presentó la situación actual de los niños en el país, la población más afectada por la pobreza y los proyectos que el organismo lleva adelante como parte de la campaña global “La Primera Infancia Importa”, para garantizar sus derechos en los primeros años de vida.
“Creemos que los primeros años de vida de los chicos y las chicas son fundamentales y marcan la vida de las personas, desde la infancia hasta la adultez”, afirmó Yáñez. También remarcó que “por eso es tan importante fortalecer y replicar programas como Primeros Mil Días, una iniciativa que articula distintas políticas públicas que tiene el Estado para acompañar a la niñez en distintos contextos”.
Infobae reveló que uno de los últimos informes de Unicef Argentina expuso en números uno de los efectos más dramáticos de la crisis profundizada por la pandemia. El trabajo proyecta que la pobreza infantil podría escalar hasta el 58,6% hacia fin de año, casi seis puntos más que el registro del segundo semestre de 2019. La cifra podría ser mayor porque los números de la caída de la economía se mueven de manera rápida en el medio del largo aislamiento. Existen medidas de asistencia y un entramado social que trata de amortiguar el impacto en los barrios más vulnerables, en el día a día. Pero el problema se extiende en el tiempo y aún en la visión de una futura recuperación económica. Cada crisis deja un piso más alto de pobreza estructural.
Las cifras conocidas ahora corren en paralelo con indicadores sobre la caída de la actividad económica. Ayer mismo, el Indec informó que el registro de marzo –con diez días finales de cuarentena- cayó 11,5% en la comparación interanual y un 9,8% respecto de febrero.
Todo indica que los números de abril serían aún más negativos y en el mejor de los casos empieza a discutirse mayo, con cierta flexibilidad del aislamiento en algunas provincias y escasas chances de mayor apertura en Capital y Buenos Aires. La pobreza general, según coinciden varios trabajos, estaría en el 40% -siempre es más grave en la franja de chicos y adolescentes-, en un marco general de baja y distorsiones significativas en materia de ingresos.
El trabajo de Unicef toma como base un reciente informe del FMI, que ubicaba el deterioro en 5,7%. El consenso actual entre consultores locales gira en torno del 7%. En ese último caso, la pobreza infantil podría trepar hacia fines de año por encima del 60%.
Hace pocos días, Yáñez dialogó vía videoconferencia con sus pares de Latinoamérica y el Caribe para evaluar las próximas actividades de la Asociación de las Primeras Damas de América Latina (ALMA), que debieron ser interrumpidas por la pandemia de coronavirus. La Primera Dama se comunicó con sus pares María Juliana Ruiz (Colombia), Silvana López Moreira (Paraguay), Yazmín Colón de Cortizo (Panamá), Ana García de Hernández (Honduras) y Kim Simplis Barrow (Belice), además del director mundial de Scholas Occurrentes, José María del Corral.
En el encuentro se evaluaron las próximas actividades del espacio, además de “intercambiar ideas y coordinar iniciativas”, se informó en un comunicado. La reunión tuvo también como objetivo preparar la videoconferencia programada para el 5 de junio con el papa Francisco, quien prevé lanzar en esa oportunidad un nuevo “Pacto Global Educativo”, en un “llamado a reavivar el compromiso por y con los jóvenes, promover el diálogo constructivo y la comprensión mutua”.
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