En medio de la puja diplomática por los datos de los números de la pandemia de coronavirus, los gobiernos de Chile y la Argentina ingresaron en otra disputa mayor vinculada a las delimitaciones fronterizas: la plataforma continental submarina.
El ministerio de Relaciones Exteriores de Chile envío el 11 de mayo pasado una nota diplomática a la Argentina señalando que la plataforma extendida que pretende la Argentina y que fuera avalada en el 2016 por Naciones Unidas “no son oponibles a nuestro país”.
Así, se suma una nueva disputa entre Chile y la Argentina luego de que el presidente Alberto Fernández mostrara el sábado pasado un gráfico con datos erróneos del avance de la pandemia de COVID-19 en Chile, y ante las quejas del gobierno de Sebastián Piñera, tuvo que retractarse y pedir disculpas por el error cometido.
De esta manera, el gobierno de Piñera no reconoce la decisión de la Comisión de Límites de la Plataforma Continental de la ONU que avaló el pedido de Argentina, y confirmó que la plataforma continental del país ahora tiene 1.633 kilómetros cuadrados más. Para Chile esto es “una declaración unilateral por parte de Argentina”.
Ahora, según la misiva que envió el gobierno de Chile al canciller Felipe Solá se sostiene que la administración de Piñera se reserva el derecho para determinar su posición. Esto es, según dijeron fuentes diplomáticas chiles a Infobae, esto sería recurrir a la ONU para objetar la posición de la Argentina.
El reclamo concreto de Chile se ubica al sur de Tierra del Fuego donde sobre el Canal del Beagle a pesar de que en el mapa que distribuyó la Argentina sobre la delimitación de la plataforma continental no abarca las islas chilenas del otro lado de ese canal.
Pero en Chile creen que el reclamo argentino en la ONU es cuestionable. De hecho, la misma nota diplomática de reclamo que extendió el canciller Teodoro Ribera a la Argentina se giró también el 23 de mayo al secretario general de Naciones Unidas, Antonio Guterres.
El canciller chileno ya analizó el tema con expertos en delimitación geográfica tanto de la Cancillería como de la Armada de Chile. Pero aún no se supo si elevó un documento técnico sustentando el reclamo.
En mayo de 2016, Chile ya había presentado en Naciones Unidas su disconformidad por las “aspiraciones unilaterales” de extender la plataforma continental submarina que hacia el lado oeste del Atlántico incursionarían en territorio chileno según la administración trasandina.
Sin embargo, desde el Gobierno rechazan el reclamo de Chile y sostienen en el fallo de la ONU. Además, la Cancillería enviará al Congreso en los próximos días un proyecto de ley tendiente a fijar los nuevos límites de la plataforma continental y difundir en todos los colegios del país el nuevo mapa de la Argentina con la demarcación que aprobó la Convención de Naciones Unidas sobre el Derecho del Mar.
Desde el Ministerio de Relaciones Exteriores que lidera Felipe Solá dijeron que por ahora no responderán a Chile. Rechazan los cuestionamientos de la diplomacia trasandina, creen que se limita al caso de un proyecto de ley de la senadora kirchnerista Norma Durango tendiente a aplicar en una ley los consejos que dio la ONU. Y también objetan el oportunismo de presentar esta queja: “es raro que todo esto se de en el marco de las comparaciones que hizo el Gobierno ante los resultados de la pandemia en Chile”, dijo un funcionario de la Cancillería argentina.
El año pasado, el canciller Solá deslizó la idea de avalar por ley la resolución de la ONU en medio de un acto en el Palacio San Martín por el día de la Antártida. Allí remarcó que la nueva ley de demarcación del límite de la plataforma continental “tiene como objetivo fortalecer nuestra presencia soberana, nuestra actividad económica y fortalecer la memoria con hechos concretos, por los héroes de Malvinas de 1982 y por otros que también dieron la vida en la Antártida”.
En ese acto donde participaron el ministro de Defensa, Agustín Rossi; el Secretario de Malvinas, Daniel Filmus; el director a cargo del Instituto Antártico Argentino, Walter Mac Cormack y el Rector de la Universidad de Tierra del Fuego, Juan José Castelucci, entre otros, el canciller Solá deslizó muy al pasar la idea del Gobierno de impulsar la nueva ley de demarcación del nueva mapa de la Argentina.
Según pudo saber Infobae, el proyecto del Gobierno va más allá de fijar por ley la nueva demarcación de límites que fijó en el 2016 la ONU, donde amplió el espacio terrestre submarino de la Argentina. La estrategia del Gobierno es instalar este tema en la agenda pública.
“Una de las prioridades de la política exterior argentina en la evolución de las negociaciones sobre el derecho del mar ha sido y continúa siendo consolidar nuestros derechos de soberanía sobre la plataforma continental”, revela un paper de la Cancillería al que tuvo acceso este medio.
Jurídicamente, la plataforma continental comienza donde termina el lecho y el subsuelo del mar territorial, que en la Argentina, llega a las 12 millas marinas, medidas desde las líneas de base. Más allá de ese punto, todo Estado ribereño tiene reconocida una plataforma continental de, por lo menos, hasta las 200 millas marinas, medidas desde las líneas de base.
Sin embargo los Estados que puedan demostrar que la prolongación natural de su territorio se extiende más allá de esa distancia, se hallan facultados para establecer el límite exterior de su plataforma continental en lo que técnicamente se denomina “borde exterior del margen continental”.
En ese momento, la entonces canciller Susana Malcorra, afirmó que “celebramos que se ha definido todo el límite de la Plataforma Continental, lo cual nos da certidumbre, confirma cuál es el límite de la Argentina sobre el Océano y agrega una cantidad importante de kilómetros ya totalmente definidos a nuestro país, con toda la riqueza que subyace debajo de las aguas”. Pero desde allí, no se estableció por ley este aval de la ONU y su ratificación de la nueva demarcación limítrofe de la Argentina.
Ahora, el Gobierno cree que la demarcación del límite exterior de la plataforma continental constituye “un verdadero ejemplo de una política de Estado reforzada por todos los gobiernos argentinos” a partir de la creación de la Comisión Nacional de Límite Exterior de la Plataforma Continental (COPLA). Filmus actualmente preside este organismo que lidera el tema y forma parte de esta Comisión creada con el mandato de elaborar la presentación final del límite exterior de la plataforma continental argentina.
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