La Villa 31 es, por lejos, el foco de contagio más grande en la ciudad de Buenos Aires, con 1.388 casos positivos, según el recuento de este sábado. Le siguen la 1-11-14, en el Bajo Flores, con 577, y la Villa 21-24 con otros 89 casos. Las acciones sanitarias, por ahora no alcanzan para frenar el avance del coronavirus. Por eso, el Gobierno porteño decidió colocar un total de 50 “postas sanitarias” en los accesos a los principales barrios populares. “Se toma la temperatura a los vecinos que salen o ingresan, pero siempre es voluntario”, explicó un funcionario porteño.
El plan en las villas fue destacado por el jefe de Gobierno Horacio Rodriguez Larreta durante la conferencia de prensa conjunta en la quinta de Olivos junto al presidente Alberto Fernández y el gobernador Axel Kicillof.
En la 31, se colocaron “postas sanitarias” en los seis accesos al barrio. Los empleados del Ministerio de Desarrollo Humano y Hábitat están acompañados por efectivos de la Policía de la Ciudad que trabajan habitualmente en ese barrio. “No es un control policial ni se limita el ingreso al barrio”, aclaran en la Ciudad. El plan no contempla sumar policías sino redistribuir a los efectivos que cumplen funciones en los destacamentos de la 31, donde ya hubo 5 policías contagiados.
En cambio, en la 1-11-14 (Barrio Padre Ricciardelli), los agentes sanitarios tienen apoyo de la Gendarmería, y en la 21-24 actúa como apoyo la Prefectura. También se colocaron postas febriles en Ciudad Oculta, y en la Villa 20.
El sistema comenzó hace una semana como una prueba piloto y este sábado se amplió a los cincos barrios populares más grandes de la Ciudad, con un total de 50 postas, donde se trabaja en conjunto con las organizaciones sociales y barriales.
En los primeros días, se registraron unas 6 mil personas y cerca de 100 casos que fueron derivados al sistema de salud.
El control de la temperatura se realiza siempre con termómetros digitales.
“Seguimos incrementando nuestra presencia en los barrios populares de la Ciudad para prevenir y acompañar a los vecinos y las vecinas en este momento. Las postas febriles nos permiten anticiparnos al avance del virus y sobre todo seguir concientizando sobre el avance del virus”, explicó la ministra Desarrollo Humano y Hábitat María Migliore.
La expansión del COVID-19 en los barrios populares tiene en vilo al Gobierno porteño. Este sábado la cifra trepó a 2.116 casos. Y hay 19 muertos. La buena noticia es que 521 personas recibieron el alta médica: 346 en la Villa 31; 152 en la 1-11-14; 11 en Barrio 21-24; 3en Ciudad Oculta; 3 en Rodrigo Bueno; 2 en Ramón Carrillo; 2 en Barrio 20; uno en Barrio Fátima y uno en Barrio Mitre.
La muerte de Ramona Medina, una referente de la 31, expuso el conflicto de las villas como nunca. Ante el avance de los casos en los barrios populares de todo el país, el Gobierno nacional lanzó, en conjunto con las autoridades locales, el Operativo DetectAR (Dispositivo Estratégico de Testeo para Coronavirus en Terreno de Argentina) para identificar casos positivos. Ese plan también se encarga de rastrear los contactos estrechos y derivar los casos sospechosos al Centro de Testeo para mantenerlos resguardados.
En la Ciudad, el Operativo DetectAR ya está presente en los cuatro principales barrios de emergencia (este sábado se sumó Ciudad Oculta). Solo en la villa 31, 946 de los 1388 casos se detectaron por ese sistema de búsqueda, casa por casa.
“Es una de las principales herramientas que tenemos”, dijo Larreta durante a conferencia de prensa en la quinta de Olivos, a la que vez destacó el trabajo conjunto con la Nación y la Provincia.
Para potenciar las acciones sanitarias en la villa 31, el Gobierno nacional anunció la puesta en marcha de un Centro de Testo y Aislamiento en la terminal de cruceros del puerto de Buenos Aires, a metros de la Villa 31. El ministro de Transporte, Mario Meoni, relevó ayer los trabajos de limpieza. Y este sábado comenzaron a instalar el instrumental para realizar los testeos. En las próximas horas ya estará en funciones.
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