El empresario Carlos Rosales, que estaría a punto de cerrar la compra de Garbarino, se sentó esta mañana con el titular de la Federación Argentina de Empleados de Comercio y Servicios (FAECYS), Armando Cavalieri, para garantizar los 4.300 puestos de trabajo de la compañía y confirmar su compromiso de que aportará entre $50 y $70 millones para el pago de salarios adeudados.
Rosales, presidente del grupo asegurador PROF y tesorero de San Lorenzo, llegó a la recta final para quedarse con la cadena de electrodomésticos tras acordar la renegociación de la deuda con los bancos acreedores –principalmente el Banco Galicia y el Santander– y con los proveedores, al tiempo que logró un entendimiento con el sindicato y con el presidente de la empresa, Carlos García, y avanzó en las discusiones con los hermanos Daniel y Omar Garbarino.
Además de la propuesta presentada, que prevé un desembolso inicial de $2.000 millones durante los primeros 18 meses, se incluyó en el acuerdo el monto adicional para el pago de sueldos.
Luego de la reunión que mantuvo con el empresario, Cavalieri celebró el preacuerdo para la venta de Garbarino y el Grupo Asegurador PROF porque, según afirmó, “permite salvar a la empresa de una situación verdaderamente apremiante" y sostuvo que como parte de su propuesta “se compromete al pago de los salarios y a garantizar sus puestos de trabajo”.
El sindicalista manifestó su “satisfacción por haberse arribado a un acuerdo” y recordó “el acompañamiento y respaldo del gremio al proceso preventivo de crisis que, entre otras medidas, permitió sostener en pie a la empresa y defender los puestos de trabajo”.
Por eso destacó que “en el actual contexto de emergencia sanitaria y de la difícil situación de la economía, este preacuerdo brinda un marco de tranquilidad y previsibilidad para los más de 4.300 empleados de la cadena de electrodomésticos”.
“Desde el gremio, en este caso y como lo hicimos con las distintos interesados que hubo a lo largo del proceso de venta de Garbarino –dijo el dirigente mercantil–, siempre defendimos el sostenimiento de los puestos de trabajo y la continuidad de la actividad productiva”.
De la reunión participaron, además de Rosales y Cavalieri, el CEO de Garbarino, Carlos García; el secretario general del Sindicato de Comercio de Zona Norte, Ricardo Raimondo, tesorero de FAECYS, y Carlos Pérez, presidente de OSECAC, la obra social de los empleados de comercio.
Como anticipó Infobae, la propuesta de Rosales para el futuro de Garbarino se centra en mantener la operación habitual, lo que incluye el compromiso de mantener la actual cantidad de puestos de trabajo, a la vez que apunta a dotarla de una fuerte impronta digital.
El plan, según trascendió, implicaría convertir a los 200 locales de venta también en puntos de entrega de los productos que sean vendidos a través del e-commerce. La venta online es, en gran medida, el canal por el que Rosales apuesta a incrementar la facturación de la cadena. También prevé sumar servicios financieros, incluso una billetera virtual.
Garbarino tiene el cartel de venta desde principios de año cuando los bancos acreedores –el Santander y el Galicia, principalmente– se hicieron cargo de la empresa y decidieron buscar un nuevo dueño para cobrar la deuda. El primer interesado fue el fondo Inverlat, dueño de Havanna y Reef entre otras marcas, integrado por los ex Citi Carlos Giovanelli y Guillermo Stanley, además de Damián Pozzoli, ex Deustche. El fondo había logrado un acuerdo con los bancos por una quita del 70%, pero las negociaciones se estancaron a la hora de resolver el conflicto con los proveedores. El 27 de marzo venció el acuerdo de exclusividad para negociar y la operación no avanzó. Fue cuando aparecieron los dos nuevos interesados: Ricardo Depresbiteris, el dueño de Covelia y cercano al sindicalista Hugo Moyano, y Rosales, quien está cada vez más cerca de quedarse con la compañía.
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