Por primera vez en la historia, el Senado de la Nación votó tres leyes con un sistema remoto. Primero fue a mano alzada y luego a través del sistema informático, y estos votos fueron ratificados en voz alta y legislador por legislador por el prosecretario parlamentario, el radical Juan Pedro Tunessi. Las tres leyes fueron votadas en forma conjunta: la llamada “ley Silvio” (Programa de protección al Personal de Salud ante la Pandemia de Coronavirus Covid-19), la ley de Beneficios Especiales para Trabajadores y Trabajadoras de Servicios Esenciales y en tercer lugar un tema en el que tenía especial interés Cristina Kirchner, la Regulación del Vínculo Jurídico de la Cruz Roja Argentina con el Estado Nacional.
Sólo la senadora del Frente de Todos María de los Angeles Sacnun tuvo inconvenientes para emitir su voto, por lo que lo dijo a viva voz y se agregó al acta.
Las tres leyes fueron aprobadas por unanimidad aunque en Juntos por el Cambio se abstuvieron respecto a tres artículos, el 13, 14 y 15 de la ley de la Cruz Roja por no estar de acuerdo con la delegación al Ejecutivo de la potestad de firmar contrataciones directas y sin cargo o convenios de cooperación técnica. Hubo nuevamente 71 presentes y 71 votos a favor, unanimidad y asistencia presencial y remota perfecta.
En la segunda sesión telemática del Senado, Cristina Kirchner destacó la discusión más llamativa de la semana entre un opositor y un oficialista y de alguna manera le bajó el tono al intercambio. Los puso como ejemplo a favor del nuevo sistema que impuso la pandemia por COVID-19. Después de que la senadora del PRO Laura Rodríguez Machado izara la bandera y de que se cantara el himno (CFK lo hizo como siempre con la mano sobre el pecho y una enorme escarapela redonda prendida sobre su vestido negro), la Vicepresidenta hizo referencia a la discusión que se dio en la comisión de Presupuesto y Hacienda de la que fueron protagonistas “el señor senador por la Capital Federal Martín Lousteau (así lo llamó) y el presidente de la comisión, el senador Carlos Caserio”.
Sobre el cruce que se dio al discutir la eximición del impuesto a las Ganancias para el personal esencial y las pensiones graciables para familiares del personal sanitario que fallezca víctima de coronavirus, dijo: “Me agradó mucho porque me di cuenta que podemos reproducir una sesión normal también virtualmente con lo cual mi principal duda acerca de si era posible reproducir virtualmente la discusión y el debate típico de las sesiones en donde no todos estamos de acuerdo con las cosas que estamos tratando quedó saldada. En algún momento pensé que iba a volar algún micrófono pero no, se hizo todo muy normal”. Y concluyó que fue “una prueba que hemos pasado airosamente”.
La sesión arrancó a las 14.13 y terminó cinco horas después. El primero en conectarse fue el ex presidente Carlos Menem y hubo nuevamente una decena de legisladores en sus despachos. Como ocurrió en la primera sesión de la semana pasada, en el recinto estuvieron Cristina Kirchner; la secretaria administrativa Luz Alonso; el subsecretario parlamentario, Juan Pedro Tunessi y los senadores que son autoridades: Claudia Ledesma Abdala, presidenta provisional, y los vicepresidentes Maurice Closs, MartÍn Lousteau y Laura Rodríguez Machado. El resto se conectaron desde sus domicilios u oficinas públicas en sus provincias, a excepción de José Alperovich que está de licencia.
Caserio defendió los proyectos que tuvieron dictamen en su comisión y en línea con los discursos del presidente Alberto Fernández consideró que “es un falso dilema el de la economía o la salud”. Lo mismo hicieron el radical Mario Fiad, presidente de la Salud, y Ana Almirón, presidenta de la comisión de Legislación.
Sin reeditar la pelea de la semana, Lousteau anticipó que hablaría sobre el contenido del proyecto que exime del pago de Ganancias a personal esencial. “En el inicio de la sesión la Vicepresidenta hizo referencia a que las formas habían sido el foco de atención en lugar del contenido. Es cierto que muchas veces las formas pueden ser más fuertes que el contenido pero generar excesiva atención sobre las formas hace no ver el contenido”, respondió. Luego, aunque avisó que Juntos por el Cambio votaría a favor pero consideró “poco solidario y muy economicista” a la iniciativa que exime del pago de Ganancias al personal sanitario, de fuerzas de seguridad y recolectores de basura en concepto de horas extra o adicionales. Hizo referencia a “desigualdades e injusticias” porque “le vamos a estar devolviendo pesos en el bolsillo a los que más ganan” en referencia a que los que se benefician con esta ley son los que tienen sueldos mayores a $ 55.200. Los sueldos más bajos, insistió, no recibirán beneficio.
Rodríguez Machado sumó polémica: habló de “totalitarismo” y planteó que tanto el senador Esteban Bullrich como Lousteau “fueron maltratados por plantear criticas.” En esa línea, Bullrich pidió que “tratemos también los proyectos que genera esta cámara, no nos convirtamos en una cámara revisora” y adelantó que su bloque presentará una iniciativa para pagar un nuevo bono a los trabajadores esenciales.
Le contestó la senadora peronista pampeana Norma Durango a quien le tocó defender el proyecto sobre la Cruz Roja. “Trabajar en comisión es un verdadero acto democrático, no vamos a permitir que se diga que vamos a una autocracia cuando el año pasado sólo hemos tenido ocho sesiones. Con la grieta no vamos a solucionar el hambre”, desafió a la oposición.
Esta vez fueron 30 los oradores y cada quien eligió a cuál de los tres proyectos se referiría por lo que se iba de un tema a otro según el foco que tuvo cada legislador.
Nancy Gonzalez, de Chubut, consideró que “la ley Silvio la voto con la mayor de las satisfacciones porque es una ley que no viene a salvar a nadie, viene a otorgarles el mismo derecho a algunos trabajadores”. Silvio Cufré fue el primer enfermero en morir de coronavirus, vivía en San Vicente y en su homenaje así la llamó Eduardo ‘Bali’ Bucca, diputado y médico, y autor de la norma.
En un nuevo capítulo del intercambio por la cuestión de género, cuando Silvia Elías de Pérez tomó la palabra avisó desde Tucumán: “Señora presidenta la voy a llamar así como me han solicitado de la presidencia de esta cámara que la llame, estoy convencida que la correción del lenguaje es absolutamente inferior a la concordia que tiene que reinar entre nosotros”. Claro que esta vez, la primera en que cambió el género al sustantivo presidente, Cristina Kirchner no estaba, se encontraba en reunión en su despacho.
Apenas terminó de hablar Elías de Pérez, volvió a ingresar al recinto la Vicepresidenta que esta vez a quien retó fue a Oscar Parrilli, senador neuquino y su mano derecha en el Instituto Patria. Una vez más el ex secretario general se explayó en su defensa por las distintas causas judiciales que enfrenta, entre ellas por el Memorándum por la causa AMIA. De todos modos Fernández de Kirchner le pidió que redondeara bajo amenaza de cortarle el audio. “Cumpla con sus ocho minutos senador. Tiene que pedir más tiempo a su bloque, y aún así no creo que le alcance. No son los hechos los que se han agotado, pero sí sus ocho minutos”, lo apuró con amabilidad y una sonrisa antes de darle la palabra al senador rionegrino Alberto Weretilneck.
En los cierres, Luis Naidenoff, jefe del interbloque de Juntos por el Cambio, también bajó la intensidad de la confrontación y señaló que la ley de beneficios a trabajadores esenciales “generó un debate con mucha pasión” aunque reprochó que “nos quedamos a mitad de camino”. Citó también las “enormes acimetías salariales” y la “desigualdad” y “discriminación” que implica la ley. Para el futuro propuso un debate serio y amplio para las grandes mayorías. Comprensivo, consideró que las pensiones graciables para familiares de médicos, enfermeros y demás personal sanitario que murieran por COVID-19, muestra “un estado inteligente” y “maduro”.
José Mayans, jefe del bloque del Frente de Todos, bajó a la mitad el tiempo de su exposición. Recordó que los beneficios impositivos son una excepción y “un aporte” en el marco d la urgencia. “Esto no termina acá, seguimos trabajando”, respondió a las críticas a las que consideró “una falta de respeto” después de que los diputados votaran la media sanción la semana pasada por unanimidad. Al final, hizo un guiño para Cristina Kirchner: “Para los que dicen que el Congreso no trabaja, recién estamos comenzando y usted ya presidió siete sesiones cuando el año pasado sólo tuvimos ocho en todo el año”.
En paralelo seguía la sesión en Diputados. Desde allí Bucca dijo: “Hoy es un día histórico para la salud argentina, vamos a evitar que las camas de los hospitales sean ocupadas por quienes deben cuidarnos”, en referencia al programa de protección que incluye capacitación, áreas especiales, equipamiento y protocolos de bioseguridad.
Seguí leyendo: