Cristina Kirchner preparó con su equipo un reglamento que no sometió a la consideración de ninguna comisión. Fue su reacción tras el dictamen de la Corte Suprema que reconoció al Congreso la potestad sobre la interpretación de su funcionamiento y el aval a las sesiones remotas o telemáticas. Aunque en su entorno siempre subrayaron que el texto cristinista mencionaba las reglas como “sugerencias”, la oposición no le creyó y los más combativos en Juntos por el Cambio cuestionaron el manual, al que consideraron “una imposición”.
Esta última semana la Vicepresidenta convocó a la primera sesión telemática en la historia de la Cámara alta. Será el miércoles a las 15. En el decreto firmado concedió varios de los pedidos que le llegaron a través de un comunicado del interbloque de Juntos por el Cambio. Y cambió las reglas: la sesión podría extenderse hasta seis horas y no cuatro como había propuesto inicialmente, habrá más tiempo para las exposiciones que se repartirá proporcionalmente según los integrantes de cada bloque y además los senadores podrán conectarse desde Legislaturas, Concejos Deliberantes u organismos oficiales pero también desde sus propias casas. La Vicepresidenta exige que se justifique por qué un legislador se quedaría en su domicilio, pero la disposición parece laxa: alcanza con fundamentar en una nota.
Hubo además dos temas que aceptó a pesar de haberse manifestado en contra. En primer lugar lo que aflojó a sus interlocutores fue que Cristina Kirchner convocara en su decreto a todas las autoridades de la Cámara. Así no estará solo ella con los secretarios Marcelo Fuentes y María Luz Alonso, y el subsecretario por la oposición Juan Pedro Tunessi. También estarán la presidenta provisional y los tres vicepresidentes.
Tanto Claudia Ledesma Abdala como Martín Lousteau, Laura Rodríguez Machado y Maurice Closs esperarán conectados desde sus respectivos despachos para el caso de que se requiera que reemplacen a la titular de la Cámara alta.
El decreto no menciona que los cuatro estén obligados a esperar en sus despachos aunque así será. Lo que no está prohibido está permitido, consideraron sobre la libertad para estar frente a CFK. Entonces el cambio en las formas de comunicación y la no mención de la restricción al ingreso al recinto fueron celebradas en cadenas de WhatsApp. La imagen recortada de esas tres líneas del texto firmado por Cristina se compartió de celular en celular entre los senadores y sus colaboradores: “ARTÍCULO 15.- Únicamente podrán ingresar al recinto de la Cámara de Senado las autoridades y el personal afectado al desarrollo de la sesión y expresamente autorizado”.
En los hechos ya quedó ratificado también que además de ellos cuatro los senadores que vivan cerca y que quieren estar en sus despachos podrán hacerlo. No podrán en cambio sentarse en sus bancas sobre las que se instalaron las pantallas que mostrarán a los senadores conectados. Es el reclamo opositor que no aceptó Cristina Kirchner.
El viernes hubo dos ensayos. Uno a la mañana del que participaron 70 de los 72 senadores, Lousteau incluido, que sí lo hizo desde una banca.
A la distancia sólo faltó el correntino del PRO Pedro Braillard Poccard mientras que el peronista José Alperovich se encuentra de licencia luego de que una sobrina lo denunciara por abuso sexual.
En el primer simulacro estuvieron desde sus provincias la mayoría de los senadores. En el recinto sólo se vio a Lousteau, María Luz Alonso y el responsable del área informática, Luciano Minuchin con sus colaboradores. En sus despachos se conectaron el jefe del interbloque de Juntos por el Cambio y de la UCR, Luis Naidenoff, y el del PRO, Humberto Schiavonni, además de tres del Frente de Todos: la mendocina y vice del bloque, Anabel Fernández Sagasti, el bonaerense Jorge Taiana y el porteño Mariano Recalde.
En el segundo simulacro estuvo Cristina conectada con el jefe de su bloque, José Mayans, y cuatro senadores de La Cámpora. En el tercer simulacro, con ensayo de votación, estarán todos. Está previsto para este lunes a partir de las 14.
“Siempre hay sectores duros pero estamos hablando bien con todos, tenemos muy buen diálogo con todos”, aseguraron desde el entorno cristinista después de los ensayos que lograron distender el clima.
En el principal bloque opositor señalaron que en el Frente de Todos “cedieron en casi todos los temas con la excepción de que haya 15 senadores en el recinto pero al resto se dijo que sí”. Fuentes ligadas a Lousteau, único en el recinto el viernes por ser el Vicepresidente del cuerpo, celebraron que "se pudieron consensuar gran parte de los temas que planteamos desde el principio”. El senador porteño incluso estuvo el jueves en su despacho donde lo entrenaron en el uso del sistema de sesión remota, programa que le cargaron tanto en la notebook que tiene en la banca como en la computadora de escritorio de su oficina en la planta baja.
Así se allanó el camino a una sesión para la que el oficialismo no necesita técnicamente a la oposición pero sí para tener legitimidad política. Se sabe: en el Senado, el Frente de Todos con aliados llega al quórum para abrir una sesión y tiene votos suficientes para aprobar, en este caso, los Decretos de Necesidad y Urgencia que se someterán a consideración y que ya lograron aval en la Bicameral respectiva. La oposición hizo planteos a un par.
Además, en el inicio de la primera sesión telemática los senadores deberán aprobar el reglamento consensuado que CFK incluyó en el decreto de convocatoria. Que se apruebe por unanimidad o por una amplia mayoría, sería un logro político para la Vicepresidenta y un mensaje para la sociedad. Amén de que va en línea con los gestos del propio Presidente de la Nación, que en el marco del impacto del COVID-19 se muestra con gobernadores e intendentes de la oposición. Suma y no resta avanzar en el Senado en soledad. Ni siquiera hay necesidad política en este contexto cuando Juntos por el Cambio dio aval a las negociaciones por la deuda y en su mayoría acompañó las pocas leyes y presentaciones que el Presidente pudo mandar al Congreso antes de la pandemia.
En la última conferencia de prensa el Presidente agradeció al jefe de gobierno porteño Horacio Rodríguez Larreta que estaba a su derecha. Y a los gobernadores de la oposición que acompañan. Apuntó en cambio a los opositores “tuiteros” que ejercen posiciones y reclamos con mayor virulencia.
En la última semana, los gestos en la quinta de Olivos y en el Parlamento parecen ir en la búsqueda de un nuevo tiempo de calma. Será necesario un gran esfuerzo de consenso para lo que falta atravesar contra el coronavirus y luego, tras la pandemia, cuando haya que superar los efectos devastadores sobre la macroeconomía y sobre los bolsillos de la gran mayoría de los argentinos sin distinciones partidarias.
Nuevo simulacro y pruebas en Diputados
En Diputados también se aflojó la tensión de las últimas semanas, aún cuando el miércoles falló una parte del sistema de sesión remota. El viernes Sergio Massa se sentó a conversar con los jefes del interbloque de Juntos por el Cambio, Mario Negri (UCR), Cristian Ritondo (PRO) y Maximiliano Ferraro (Coalición Cívica). Los tres le pidieron que la sesión sea presencial hasta que se superen los inconvenientes mientras que el titular de la Cámara baja prometió que se trabajaría todo el fin de semana y que se sesionará en forma remota sólo si están dadas las garantías de seguridad.
En la tarde noche de ayer sábado hubo un ensayo de sesión con tres simulacros de votación. En forma remota, sin que esta vez se televisara, se conectaron unos 180 diputados nacionales. En el recinto sólo estuvieron Massa, Jorge Enriquez y Álvaro González, ambos del PRO, y Cristina Alvarez Rodríguez, del Frente de Todos.
Para evitar confusiones se hicieron votaciones con temas simples: a favor o en contra de la milanesa, del mate y por último de la lluvia, en este último caso para provocar votos por la afirmativa, la negativa y también abstenciones.
Según indicaron algunos de los que participaron, hubo una decena de diputados con problemas, muchos menos que en la sesión informativa que transmitió Diputados TV el miércoles pasado.
Durante el domingo habrá más capacitación y trabajo en el área informática. Al dejar el Congreso Massa evaluó como “satisfactorias” las nuevas pruebas y se mostró confiado con la posibilidad de sesionar esta semana aunque aún no le puso fecha a la convocatoria.
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