Juan Zabaleta: “No es que no queremos que salgan los pibes; los números son buenos, pero es de a poco”

El intendente de Hurlingham dice que el municipio tiene seis respiradores reservados para COVID-19 y que ninguno está en uso. La relación con Alberto Fernández y con Axel Kicillof. El pago de sueldos. Elogios a Horacio Rodríguez Larreta y los intendentes del PRO

Juan Zabaleta en un hospital local (Prensa Hurlingham)

Juan Horacio Zabaleta, “Juanchi” para el mundillo político, es intendente de Hurlingham, del PJ, con pasado en la Anses, uno de los más cercanos a la Casa Rosada y referente de la primera sección electoral. La entrevista con Infobae se realizó se realizó ayer, horas después del anuncio de extensión del aislamiento.

-¿Cuál es la situación local de Hurlingham?

-En el abordaje sanitario estamos bien. Hurlingham tiene en dos hospitales seis respiradores en total solo para COVID, y ninguno está en uso. En todo el municipio tenemos nueve. Tenemos tres en el hospital de emergencia Papa Francisco y tres en el San Bernardino.

-O sea que de los seis reservados para casos de COVID, ninguno está en uso.

-Ninguno se está usando. De las salas de internación leve de COVID tenemos solo una ocupada con una abuela que sacamos de un geriátrico y que por suerte está asintomática.

-¿Cuántos casos tienen en el municipio?

-Veinticinco, de los cuales cinco están curados y 20 están contagiados, en cuarentena, en buen estado de salud. Y 26 sospechosos, como 400 descartados y dos fallecidos, lamentablemente. Acá viven 210.000 habitantes.

-Más allá de los fallecidos, los números, hasta ahora, son buenos.

-Hay que mirarlo todos los días. Pero no tengo el bicho en el contagio comunitario ni lo tengo tampoco en barrios humildes.

-En la conferencia de prensa de ayer, el gobernador Axel Kicillof aludió a los 1.800 asentamientos que existen en la provincia de Buenos Aires. ¿Cuál es la situación de Hurlingham en ese sentido?

-Hurlingham no tiene asentamientos ni villas de emergencia. Los primeros asentamientos llegaron en el 89′, 90′. Hoy son barrios, como el 2 de abril o San Damián.

-¿Y cuál es la situación sanitaria de esos barrios?

-No hay contagios. Acá no hay conflicto de política alimentaria. Tenemos una liga de fútbol de Hurlingham con 40 clubes que es muy fuerte. El referente del club, el merendero y la escuela fueron importantísimos en que cada barrio popular tuviese aislamiento comunitario y se controlara el tema de entrada y salida, y que no se desordenara. Por eso no tenemos una catástrofe en los barrios populares.

-¿Y se supone, al menos según la información oficial, que en ningún barrio popular del conurbano hay una catástrofe?

-En ninguno. En Villa Itatí, en Quilmes, puede haber algo parecido a lo que pasó en la Villa 31 de capital, pero se fueron a hacer hisopados. Después no tengo información de que haya villas contaminadas.

Alberto Fernández y el intendente de Hurlingham

-Y con ese panorama, ¿usted cree que no habrá descontrol sanitario o está convencido de que todavía puede pasar?

-Después de cincuenta días, me parece que ahora hay que afirmarse mucho más en el cuidado, y lo que estamos viendo ahora es una especie de relajo en la cuarentena. Me deja tranquilo que se ve mayor circulación vehicular o social y hay un enorme cuidado que la gente ha tomado por sí misma. La gente no se apila, no ves a nadie sin tapabocas, los que ves en la boca del banco o para el cobro del IFE (Ingreso Familiar de Emergencia) siempre tienen un carrito en la mano con lavandina rebajada o alcohol en gel. Hay un nivel de conciencia que ayuda muchísimo. Pero vi hoy, por ejemplo, que en Parque Centenario, en capital, salieron a correr y vi pibes caminando. El problema es cuando se hacen los anuncios y la gente arranca.

-¿Y usted, en ese sentido, qué va a hacer?

-¿Yo qué voy a hacer? Vamos a poner en marcha cuarenta y siete pymes vinculadas a la elaboración de pinturas, de caños, de cables, todo lo vinculado a producción alimenticia, metalmecánica de tornillos y tuercas para fabricación de estufas o termotanques. El 90% de los laburantes son de Hurlingham, no hay circulación en el transporte. Eso va a funcionar. El comercio minorista puede empezar a funcionar, algo voy a hacer. Después buscaremos algún sentido a lo que tiene que ver con la transitabilidad en la calle.

-En estos días se instaló la versión de que los intendentes del Gran Buenos Aires no quieren y pidieron al gobernador que no habilite la salida de menores. ¿Es así?

-Es ir de a poco, y ver cómo se puede ir armando un esquema de control en función de los menores en la calle. Si ahora habilitás 47 pymes y le das un paso al comercio minorista, seguro la otra semana podés empezar a ver de dar la vuelta al perro. Es de a poco. Yo arranco con las pymes pero estoy diez días ciego. Tengo que esperar diez días a ver si funciona o no y ver si aparecen síntomas o no. Diez días ciego es una catástrofe: puede no pasar nada o podés tener 40 o 50 casos. Y eso es imparable. Yo tengo todos los juegos encintandos en las plazas. El fierro y el vidrio son un hotel 5 estrellas para el coronavirus, se instala ahí y no sale más. No es que no queremos que salgan los pibes, pero es de a poco. Los números son buenos, son buenos de verdad. En el Hospital Posadas hay usados solo 6 respiradores de 70 que hay.

-¿Hasta cuándo se sostiene el aislamiento entonces?

-Esto de la no curva que no está llegando después de 50 días de abordar el tema sanitario... Ahora arranca de verdad, de a poco, todo un laburo de apertura económica. Hurlingham tiene ocho entidades bancarias. Morón tiene 25. No es lo mismo para todos lados.

-¿Usted, en esta pandemia, trabaja mejor con Alberto Fernández o con Axel Kicillof?

-Se labura bien con los dos, entendiendo claramente cómo tiene que funcionar la política, o el peronismo, con una cabeza, y la cabeza es la del Presidente. Está claro. No funciona con dos cabezas, funciona con una sola. El Presidente se decidió a ponerse al frente de cuidar la salud de la gente. A partir de ahí todo se ordena: el gobernador de la Provincia y los intendentes.

-¿Y están ordenados?

-Está bien en esta etapa el vínculo con el gobernador, ha sido importante el trabajo que hizo el gobernador en la asistencia que le ha dado a los municipios para el pago de salarios a fines de abril.

-¿Usted pudo pagar bien los sueldos de abril?

-Pagamos abril bien. Cincuenta municipios en abril necesitaron asistencia para pagar sueldos. Y sesenta más en mayo. Son 110 los que van a necesitar asistencia para pagar sueldos. Y después hay 25 municipios que tienen plazos fijos en los bancos, de un mínimo de cuatro masas salariales, de cuatro para arriba. Se ha pedido un esfuerzo a los intendentes que tienen plazos fijos en los bancos. Lo mismo en mayo, con más recursos que el gobernador está planteando trasladar a los municipios.

-¿Y junio?

-Y junio después te cuento... La asistencia siempre va a estar garantizada. Ha sido muy buena la tarea del gobernador porque le puso el cuerpo al diálogo con todos los intendentes. Con los oficialistas más fácil, pero con los opositores también.

Los intendentes de la zona oeste del Gran Buenos Aires junto a las autoridades del Departamento Judicial de Morón

-La semana pasada se juntó con sus pares de Merlo, Morón e Ituzaingó y con las autoridades del departamento judicial de Morón, que agrupa a los cuatro municipios, para conversar sobre la liberación de presos por el coronavirus. ¿Cuántas prisiones domiciliarias hubo en estos distritos?

-En el departamento judicial de Morón hay 36 domiciliarias. Todos delitos leves. Cuando apareció esta discusión fuimos al Poder Judicial. A la angustia del vecino del coronavirus, de la situación económica, se sumó la angustia de enterarse de que hay un preso que está en el barrio. Todo eso genera más conflicto. Decidimos ir a preguntar, que nos contaran, colaborar en el abordaje, para que cada patrullero controle no menos de tres veces al día.

-¿Y ya hay controles?

-Ejercemos nosotros el control. Nos hace llegar a cada municipio el listado, y en el laburo que hacemos de cuadrículas que tenemos, el patrullero o los patrulleros pasan no menos de tres, cuatro veces al día a verificar que el preso está en domiciliaria.

-¿Y cumplen con las domiciliarias?

-Están en la casa, sí. Tienes penas leves. Son delitos leves. Yo no quiero ni asesinos a perpetua ni violadores.

-¿Cómo se gestiona un municipio en pandemia?

-Es correrse de la elaboración de un presupuesto de gastos y de recursos vinculado a toda una situación que teníamos de construcciones de polideportivos o de obras hídricas. Tuvimos en 44 días de cuarentena 60 situaciones de violencia de género. Tenemos un hogar protegido, tuvimos tres mujeres con sus hijos alojadas, la situación de violencia ha sido una característica enorme, que la tapa el coronavirus también, pero que se ha desatado mucho. Es correrse de la situación estratégica de obras y de desarrollo de un distrito. Todo el Estado volcado a la situación de la salud y la política alimentaria. Y es la bronca de haber planeado un año de gestión con un gobierno nuevo. Son sensaciones muy cruzadas. Es la bronca de no saber cuándo termina. De llegar a tu casa a la noche y ponerte en bolas en la puerta porque tenés nenes chiquitos adentro. Vas al hospital, salís del hospital, charlás con las enfermeras. El día de mi cumpleaños le regalé la torta a los enfermeros, y los sándwiches de miga. También es satisfacción por ver que el laburo que se hace.

El ministro Gabriel Katopodis junto al intendente, en una recorrida reciente por el municipio (Prensa Hurlingham)

-¿Existe el albertismo?

-No, eso es tener la cabeza muy chiquita. En el medio de una pandemia, con el Presidente convocando a todos y tomando decisiones, hablar de eso es una estupidez. Tratamos de todos los días mejorar la democracia argentina con las decisiones que tomamos. Vemos una diferencia enorme entre los opositores que tienen responsabilidad de gobernar y cientos de miles de vecinos en sus espaldas, y los que alguna vez que el Twitter empiece a cobrar caro por letra no sirven más. Escriben en Twitter porque es gratis.

-¿Y en ese razonamiento que hace Horacio Rodríguez Larreta queda mucho más cerca de ustedes que de algunos referentes de Cambiemos?

-Lo veo a Larreta entendiendo que es lo que le está pasando a la Argentina y a la ciudad de Buenos Aires. Con una capacidad enorme de articulación. Es un dirigente responsable, como lo son (Diego) Valenzuela, (Néstor) Grindetti, Jorge Macri, (Guillermo) Montenegro, (Julio) Garro. Todos integramos el aglomerado urbano, como dice Alberto Fernández. Entendemos esto a partir de la decisión conjunta de ver cómo se actúa en el aglomerado urbano. Larreta es un dirigente responsable que se puso al frente como todos nosotros de cuidar a la gente.

-¿Lo tantearon para ir a la Anses?

-No. Todos los días, y más en esta situación, la sociedad y los vecinos reclaman del intendente responsabilidad, compromiso, estar al frente. Sos el jefe de una gran familia de 200 mil habitantes, mi responsabilidad es estar al frente de los vecinos y las vecinas de Hurlingham. Mi cabeza está puesta en el distrito. El Presidente sabe que cuenta conmigo y sabe que siempre lo voy a acompañar desde acá y ayudar.

-¿Qué le preocupa más, la pandemia o lo que vendrá después de la pandemia?

-Me preocupa la pandemia. Me preocupa el día a día. En esto abrazo absolutamente al Presidente en lo que plantea. Es trabajar el día a día para que no se muera o se contamine gente. Es ese el laburo nuestro. Es mirar los números. La foto del mundo es otra de la Argentina. No pienso en la post pandemia. Es el día a día.

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