En la nueva fase de cuarentena obligatoria con “reapertura progresiva” de actividades que anunció ayer el presidente Alberto Fernández, el Gobierno buscará apuntalar ahora su vínculo con la oposición para lograr mayor apoyo en el Congreso, descomprimir tensiones y lograr el máximo de cohesión posible en las provincias ante la estrategia oficial de dar batalla a la pandemia del COVID-19.
En la Casa Rosada admiten que en las últimas semanas se vivió un “clima de cierta tirantez” con la oposición ante las medidas tomadas por la pandemia y por el nuevo formato que se le dio a la nueva fase de cuarentena obligatoria.
Con el correr de los días y la cuarentena en marcha, aquella idea de una oposición encolumnada automáticamente detrás del “comandante de esta gran batalla”, como dijo el jefe de la bancada de diputados de Cambiemos, Mario Negri, en referencia al Presidente, perdió fuerza.
De esta manera, el nivel de tensión entre el oficialismo y la oposición se vio reflejado abiertamente en los últimos tironeos que hubo entre la Casa Rosada y el jefe de Gobierno porteño Horacio Rodríguez Larreta por la imposición de las salidas recreativas en la nueva fase de aislamiento. También esto se vio en el armado de las sesiones virtuales en el Senado con Cristina Kirchner a la cabeza y en la tesitura de muchos intendentes de Cambiemos del conurbano bonaerense que se niegan a flexibilizar la cuarentena por temor a un brote de contagios en las villas.
En la Jefatura de Gabinete que lidera Santiago Cafiero minimizan estos cortocicuitos con la oposición. “Se trata de sectores minoritarios de Cambiemos con sectores minoritarios del kirchnerismo”, aseguró a Infobae un secretario de Estado al evaluar con optimismo el nivel de vínculos que hoy existe entre oficialistas y opositores.
Otro funcionario de la Casa Rosada con acceso permanente a la Quinta de Olivos para definir temas centrales con Alberto Fernández acotó: “Tenemos un buen vínculo con la oposición y es cierto que en medio de la pandemia vivimos momentos de tensión. Pero nosotros estamos dispuestos a dialogar con todos, aunque hay ciertos límites”.
En términos del Gobierno, ese “límite” implica el de figuras opositoras como Patricia Bullrich o el diputado Fernando Iglesias, por poner algunos de los ejemplos que generan un fuerte rechazo en la Casa Rosada por el discurso beligerante que manejan. Se trata de figuras “menores”, según el oficialismo. Ni siquiera ponen en la lista a Elisa Carrió que ayer cuestionó elípticamente a Rodríguez Larreta por la compra con sobreprecios de barbijos.
Alberto Fernández no habla con Mauricio Macri desde la tarde del 19 de marzo en que anunció la cuarentena obligatoria en todo el país. Fue un breve intercambio de impresiones con un apoyo explícito a la decisión del Gobierno de decretar el aislamiento. Pero no descartan en el Gobierno que el jefe de Estado vuelva a hablar con su antecesor en los próximos días para sumar nuevos apoyos en un momento crucial para la Argentina.
No se trataría del único gesto de distensión con el oficialismo. Podría darse una convocatoria de la Casa Rosada a jefes de bancada del Congreso en lo inmediato.
Más allá de Rodríguez Larreta, con quien el Presidente ayer se volvió a mostrar en conferencia de prensa y le dispensó gestos de distensión, desde el Gobierno rescatan algunas figuras opositoras con las que mantienen un canal de diálogo con referentes de Cambiemos como el senador Martín Lousteau, el diputado Negri, el ex vicejefe del Interior Sebastián García de Luca, el senador Luis Naidenoff o Graciela Camaño. Incluso destacan a Rodríguez Larreta, más allá de algunas diferencias puntuales. También al intendente de Tres de Febrero, Diego Valenzuela; al intendente de Mar del Plata, Guillermo Montenegro, quien ayer habló con el Presidente, o al gobernador de Jujuy Gerardo Morales.
Ayer, durante una entrevista con Infobae Morales elogió a Alberto Fernández al sostener: “He hecho algunos números, y el Presidente ha salvado por los menos 2.000 vidas. Todos empezamos a entender y racionalizar la situación que estamos viviendo. Estamos en la etapa en la que hay que acompañar este proceso porque si no la gente nos va a pasar por encima”.
En la Casa Rosada creen que en los días que se vienen habrá que mantener aceitado el diálogo con la oposición y buscarán reforzar los acercamientos en el Congreso. Para esto el nexo natural es el secretario de Relaciones Parlamentarias de la Jefatura de Gabinete, Fernando “Chino” Navarro, un hombre de mucho diálogo con la oposición y mano derecha de Cafiero.
“Hay que tener en cuenta que se vienen tiempos más duros donde necesitaremos un fuerte respaldo de la oposición en el Congreso”, reveló a Infobae un funcionario de la Casa Rosada. Se refería así a cuatro temas centrales que empezarán a ser debatidos en Diputados y en el Senado desde la semana que viene con sesiones virtuales como el proyecto de ley de impuesto a las grandes fortunas, la renegociación de la deuda, los pedidos de informe por compras del Estado y la aprobación de los decretos que lleva firmados el Presidente que requieren de un aval legislativo.
Para potenciar la llegada un diálogo más fluido con la oposición en el Congreso, Navarro interactúa en forma permanente con el presidente de Diputados, Sergio Massa, y el diputado Máximo Kirchner para ser el nexo con Cafiero o el Presidente. Por el lado del Senado es directamente la vicepresidenta Cristina Kirchner la que define el vínculo con la oposición que en los últimos tiempos no resultó muy cordial.
Negri dijo que la oposición avaló hasta ahora todas las decisiones del Gobierno en su estrategia sanitaria ante la pandemia, pero desechó la idea de que actualmente haya un diálogo institucional de Cambiemos con la Casa Rosada.
“Hace más de dos meses que como partido le pedimos una reunión al Presidente o a su jefe de Gabinete y no tuvimos respuesta aun. Creo que falta más diálogo institucional con la oposición y que no haya tanto aislamiento hacia adentro”, explicó Negri a Infobae.
En rigor, el 17 de abril el Presidente mantuvo una videoconferencia con los jefes de bancada de Diputados en el contexto de las medidas oficiales sobre la pandemia, aunque no fue una reunión específica con la oposición como partido.
Esta es la misma impresión que existe en el resto de Cambiemos e incluso en Consenso Federal, que responde a Roberto Lavagna. Desde este espacio la diputada Camaño ayer comentó a Infobae: “El Gobierno eligió tener una relación entre ejecutivos y por gestión. Pero no hay una relación política con la oposición”. La diputada reconoció la videoconferencia que tuvo el Presidente con los jefes de bancada de la Cámara baja en una marcada diferencia de Macri que nunca convocó a los jefes de bloque, recordó. Aunque los líderes de la oposición siguen sin reconocer un vínculo institucional con el Gobierno.
Hasta ahora, el presidente Alberto Fernández priorizó la relación con intendentes y gobernadores de la oposición para darle sustento a las medidas de emergencia o a la cuarentena que fue extendiendo. Pero ahora vendrán tiempos donde necesitará de un mayor respaldo político no sólo para darle sustento a las medidas de aislamiento sino también para aprobar leyes que en el futuro empiecen a movilizar la alicaída economía de la Argentina.
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