El ex candidato a vicepresidente de Juntos por el Cambio, Miguel Ángel Pichetto, aseguró este domingo que la cuarentena se ha convertido en una “metodología” y en una “acción política del gobierno” de Alberto Fernández.
En ese sentido, planteó que el Gobierno nacional “no puede mandar a la oposición a la cuarentena para siempre” y reclamó que tanto el Poder Legislativo como el Judicial vuelvan a funcionar con normalidad. No obstante, reconoció que “nadie le pidió al Congreso ni al Poder Judicial que entren en cuarentena”.
“Es importante que el Congreso funcione porque si no coloca al Poder Ejecutivo en un plano de centralidad muy complejo”, explicó y recomendó hacerlo bajo la modalidad presencial. “Diputados, senadores, jueces, secretarios, fiscales deberían haber acompañado al Presidente”, detalló.
Además, remarcó que Juntos por el Cambio ha actuado “con mucha responsabilidad” porque constituye una “oposición democrática muy razonable” que acompañó todas las medidas sanitarias y los esfuerzos por renegociar la deuda con los bonistas privados y el FMI.
Según el ex senador, los resultados del aislamiento hasta el momento han sido “bastante buenos” en términos sanitarios pero ya “empiezan a aflorar los problemas de la situación económica, del sector privado y de los trabajadores en negro”.
Al respecto, opinó que al oficialismo le faltó equilibrio entre las medidas sanitarias y las económicas. También señaló que las decisiones que tomó “no han sido suficientes o consistentes”.
“A la par de estos infectólogos, que han gobernado en este tiempo, tendríamos que haber tenido un consejo económico para que el impacto no sea tan devastador”, argumentó en una entrevista con Romina Manguel, en FM Milenium.
Por otro lado, Pichetto se manifestó en contra de la liberación masiva de presos y denunció que se inscribe “en el patético reclamo de los ultragarantistas y organizaciones de los derechos humanos”.
“Lo de las cárceles es una tara del kirchnerismo en términos de repetir hechos históricos, que se convierte en parodia porque la liberación de guerrilleros en el 73 por lo menos tenía algún sentido épico”, ironizó el ex senador.
A su vez, rechazó las comparaciones con otros países que también concedieron morigeraciones de prisión debido a la pandemia, como Estados Unidos, debido a que “la Argentina no tiene capacidad de controlar a nadie”.
E insistió : “Hay un plan y una clara intencionalidad política, esto tiene un contenido político de un sector”.
A modo de síntesis, el referente de Juntos por el Cambio dijo que “los presos tienen que quedarse en la cárcel hasta cumplir su condena” y que “dejarlos en libertad es un disparate”.
Finalmente, se opuso categóricamente al impuesto a la riqueza impulsado por los diputados Máximo Kirchner y Carlos Heller porque “al sector empresario, a los que tienen activos, los necesitamos para recuperar la economía”.
“Le cargás el impuesto pero en realidad lo que tienen que hacer el mantener sus empresas y los puestos de trabajo”, dijo y lamentó que en Argentina los industriales y los emprendedores son despreciados mientras que “lo único valorado es la ideología del pobrismo”.
“Si no se recupera la economía lo único que se va a aplanar es la pobreza, vamos a estar en el 50% o 60% de pobres. Ahora sí, la Iglesia y la Episcopal va a estar muy contenta con muchos pobres”, disparó.
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