Si fuera una partida de ajedrez la jugada sería evidente. En el Senado de la Nación no fue Cristina quien se movió sino el bloque de senadores del Frente de Todos que a través de una carta rechazó la contrapropuesta de la oposición para realizar sesiones mixtas con legisladores en el recinto y otros a distancia.
En el texto, el oficialismo calificó como “el camino adecuado para encausar el debate” la propuesta presentada por la Vicepresidenta al jefe del interbloque de Juntos por el Cambio Luis Naidenoff en la que recomendó que los 72 senadores sigan las sesiones desde legislaturas provinciales, gobernación o concejos deliberantes mientras sólo ella y el secretario y el prosecretario parlamentario estarían en el recinto frente a las cámaras y tres pantallas.
Por el contrario, Naidenoff por la UCR, Humberto Schiavoni por el PRO y Juan Carlos Romero por el interbloque Federal, reclamaron que una parte de los senadores, jefes de bloques o quienes ellos indiquen, en forma proporcional a la integración del cuerpo, estén en el recinto o incluso en sus propios despachos o sus domicilios.
Con la firma de José Mayans y de Anabel Fernández Sagasti, presidente y vice del Frente de Todos, el bloque consideró “inaceptable” que los senadores tengan distintas posibilidades de participación. “El trato debe ser igual para todos”, advirtieron. Incluso calificaron como “discriminatorio” que algunos puedan estar presentes y otros no. “Indudablemente los senadores que residen en provincias alejadas de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires no tendrían las mismas posibilidades de participación y, para participar de forma presencial, deberían exponerse a riesgos mayores que sus pares por lo que seguramente tendríamos un recinto con participación mayoritaria de las provincias centrales y escasa o nula representación del interior profundo de nuestro país”, argumentaron.
Ademas apuntaron cómo garantizar la presencia de los monobloques sin afectar la proporcionalidad, o qué pasaría si algún senador quisiera estar sin haber acordado su presencia. “Lejos de garantizar el principio de participación, lo vulnera", dijeron sobre la nota opositora.
También cuestionaron la iniciativa de Juntos por el Cambio y el bloque Federal por no ofrecer mayores garantías y seguridad que el plan kirchnerista. Y advirtieron sobre los riesgos que implicaría convocar mayor personal de la Cámara a trabajar.
En cambio coincidieron con Juntos por el Cambio en pedir que los senadores puedan conectarse en forma remota tanto desde organismos oficiales como desde sus domicilios y no necesariamente desde organismos oficiales como propuso CFK. Y aceptaron el pedido de mayor tiempo para los debates que la Vicepresidenta sugirió no fuera mayor a cuatro horas con una lista acotada de oradores, a los que se asignarían 15 o 5 minutos según si fueran miembros informantes y jefes de bloque para los cierres u oradores.
“Consideramos que se debe flexibilizar al máximo la lista de oradores y los tiempos de uso de la palabra siempre que las posibilidades técnicas así lo permitan”, indicaron y también se manifestaron a favor de la idea de la oposición de que sólo se debatan iniciativas legislativas vinculadas a la emergencia dentro del período que las circunstancias sanitarias lo exijan.
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