Un delincuente que fue liberado recientemente por la excusa del coronavirus volvió a ser detenido por la Policía de la Ciudad luego de que integrantes de su familia llamaran al 911 para denunciarlo porque los había agredido físicamente.
El caso, que se produjo esta mañana, fue revelado por el secretario de Seguridad de la Ciudad, Marcelo D’Alessandro. “Hace una hora detuvimos a una persona que fue liberada en función del COVID porque tiene HIV. Estaba cumpliendo una condena por robo y violencia de género y hoy recibimos una denuncia en el 911 porque golpeó a sus sobrinos”, relató el funcionario en radio Mitre.
Fuentes de la investigación informaron a Infobae que este jueves, a las 9, efectivos de la Policía de la Ciudad realizaron un allanamiento en un domicilio de Parque Patricios por orden del juez Ricardo Baldomar.
Allí se produjo la detención de un ciudadano peruano que había agredido a sus sobrinos, con quienes convivía. El operativo surgió como respuesta a una denuncia realizada por la División Protección Familiar Área Sur tras la advertencia registrada en la línea 911. En el hogar se encontraban los hijos del acusado, que quedarán bajo el resguardo de su mamá.
El detenido, identificado como Hugo Zuñiga Cervantes, se encontraba cumpliendo una condena de 2 año y 6 meses en el penal de Marcos Paz por robo y violencia de género. Hace tres semanas, se le otorgó libertad asistida por un supuesto riesgo de contagio de coronavirus en la cárcel. Ahora, por orden de Baldomar, será alojado en una alcaidía de la Policía de la Ciudad.
Según se informó oficialmente, Zuñiga Cervantes al salir de prisión se fue a vivir a la casa de su madre –donde también reside su sobrina– y se llevó por la fuerza a vivir consigo a sus dos hijos. La sobrina realizó una denuncia luego de que el delincuente la golpeara y amenazara con un cuchillo, provocándole lesiones.
La fiscal Marcela Solano solicitó el allanamiento a fines de detenerlo y restituir la tenencia de los hijos a su madre. Al mismo tiempo, el juez Baldomar solicitó que se diera intervención al Consejo de los Derechos de niñas, niños y adolescentes, como así también al SAME, a los fines de determinar el estado de salud de los menores involucrados.
Del procedimiento participaron el Cuerpo de Investigaciones Judiciales – CIJ- y la División de Delitos contra Grupos Vulnerables de la Superintendencia de Violencia de Género de la Policía de la Ciudad.
Desde la Fiscalía General, Juan Bautista Mahiques sostuvo que la lucha contra la violencia de género, el único delito que no mermó durante el Aislamiento Social Preventivo y Obligatorio, sigue siendo uno de los objetivos principales de su gestión. “Desde el Ministerio se promovió la creación de los Equipos Especializados en Violencia de Género (EEVG), cuyo objetivo es implementar una política de intervención temprana en todos los casos de violencia de género que garantice un mejor servicio para las personas víctimas, atendiendo a sus características y necesidades particulares”, sostuvo.
Ayer hubo otro caso de un presidiario que había sido liberado el martes del mismo penal y fue detenido por el robo a una heladería. Cuando los efectivos lo atraparon, se les rió en la cara: “Mañana me voy de nuevo”, provocó.
“Esta persona, en septiembre del año pasado le pateó el escritorio a un juez que le estaba tomando declaración. Amenazó de muerte al juez frente a la custodia del Servicio Penitenciario. Y ahora Casación le dio libertad sin ni siquiera denunciar domicilio”, contó D’Alessandro.
Esta mañana, el jefe de Gobierno de la Ciudad, Horacio Rodríguez Larreta se sumó al repudio generalizado por la liberación de presos. “Es indignante que salgan a la calle mientras la gente está encerrada por la cuarentena”, declaró.
Este jueves a las 20 se realizará una cacerolazo nacional en rechazo de que los presos reciban el beneficio de la prisión domiciliaria bajo la excusa del coronavirus. La protesta fue convocada por redes sociales.
En las últimas horas, la adhesión al reclamo contra las excarcelaciones creció en Facebook, Twitter y Whatsapp y sumó el apoyo de familiares de víctimas de delitos graves, referentes del feminismo que se opusieron a la liberación de acusados por delitos sexuales, y dirigentes políticos oficialistas y opositores. Ayer, el descontento se adelantó a la convocatoria original y se pudieron escuchar cacerolazos en barrios de la Ciudad de Buenos Aires, Rosario y Córdoba.
El malestar quedó reflejado en la plataforma change.org, donde se disparó una iniciativa para solicitarle al Poder Judicial que desista de la idea de liberar reclusos. En poco más de dos días, la petición superó las 470 mil firmas, lo que la ubica en una de las solicitudes con mayor crecimiento del sitio.
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