“Una pena privativa de la libertad no es una pena de muerte. La solución de esto no se la pidamos ni al Poder Ejecutivo ni al Legislativo. La solución la tienen que dar los jueces”, afirmó este martes el ex juez de la Corte Suprema Eugenio Zaffaroni en referencia a la excarcelación de presos frente al riesgo de contraer coronavirus.
En diálogo con Radio 10, el ex magistrado despegó al gobierno de Alberto Fernández y Axel Kicillof de la definición sobre la salida de presos que son parte de los grupos de riesgo o a los que les quedan pocos meses para cumplir la pena y lograr la libertad definitiva.
En ese sentido, apuntó contra los magistrados al advertir que “los jueces tienen que darse cuenta de que el día que juran la Constitución no es una fiestita familiar, es un compromiso ante el Estado y todo el pueblo". Luego, señaló que “el problema es proceder de una manera racional para evitar que haya una masacre tumultuaria”.
“Todo este sacrificio que estamos haciendo con la cuarentena, lo estamos haciendo para evitar un colapso de nuestro sistema de salud. En caso de que se produzca un brote y una expansión de la infección, si se infectan 20 o 30 mil presos de golpe, entonces vamos a necesitar 5.000 camas afuera. Camas que también las podemos necesitar cualquiera de nosotros", explicó.
Zaffaroni aseguró que la superpoblación carcelaria es un riesgo que no se está tomando en cuenta. “Por un lado estamos tratando de prevenir un colapso del sistema de salud y por otro estamos dejando funcionar esta bomba virósica. Eso es una contradicción total”, sostuvo. Y, en esa línea, agregó: “En un lugar cerrado, como una cárcel, un manicomio o un hogar de ancianos, la velocidad de reproducción interna del virus, según la Cruz Roja internacional, es 10 veces más rápida que la que se da en el sector de la sociedad que está libre”.
“Todo lo que estoy diciendo es la voz de la Organización Mundial de la Salud, la voz de la delegada de Derechos Humanos de las Naciones Unidas, la voz del Comité contra la Tortura de las Naciones Unidas, la voz de la Corte Interamericana, la voz del Instituto de Prevención del Delito, la voz del Papa. No soy yo el que lo está diciendo”, argumentó.
En otro fragmento de la entrevista resaltó cuál sería el camino a seguir según su mirada. “La idea racional es ver primero quiénes están en situación de riesgo, luego seguir por quienes están cerca de salir o cumplir la pena, a los que les faltan 6 u 8 meses, y después ver quiénes están imputados por delitos de subsistencia que no tienen violencia física”, afirmó.
“No hay que cerrar la cárcel, sino dejarla con un 80% de capacidad locativa normal. Los casos más graves se quedarán adentro, pero de esa forma se podrían guardar las medidas de higiene y distancia”, indicó el ex juez, que también explicó que “la mayor parte de presos que tenemos son por delito contra la propiedad” y muchos de ellos “sin violencia”. Y agregó: “Nadie está pensando en dejar en libertad a violadores u homicidas seriales”.
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