Alberto Fernández comentó a Horacio Rodríguez Larreta que estudiaba la posibilidad de habilitar una hora de recreación frente a la extensión de la cuarentena obligatoria, pero el jefe de Gobierno porteño se enteró por el mensaje presidencial grabado en Olivos que se permitiría a “todas las personas realizar salidas breves, a no más de 500 metros de su domicilio, sin utilizar transporte público y cumpliendo con las recomendaciones de distanciamiento e higiene”, como explicó la gacetilla oficial que vía WhatsApp se envió a todos los periodistas acreditados en la Casa Rosada.
Rodríguez Larreta tiene una relación de respeto mutuo con Alberto Fernández y trabajan juntos para evitar que el coronavirus arrase a la ciudad de Buenos Aires. Sin embargo, en esta oportunidad, el jefe de Gobierno tomará distancia del presidente respecto a la decisión de habilitar una hora de recreación “para todas las personas" ante la prórroga del confinamiento hasta el 10 de mayo inclusive.
Cuando Alberto Fernández terminó sus explicaciones ante los medios de comunicación, Rodríguez Larreta convocó al vicejefe de gobierno porteño, Diego Santilli, y a ciertos miembros de su gabinete para analizar la posición institucional que asumirá frente a los anuncios presidenciales en Olivos.
La reunión fue a través de una videoconferencia que duró una hora y que sirvió para debatir las alternativas que puede aplicar el jefe de Gobierno ante la posibilidad de permitir una hora de relax en las calles para esquivar el tedio y el hartazgo que implica la cuarentena obligatoria.
En este contexto, Rodriguez Larreta tiene dos posibilidades: rechazar el ofrecimiento de Alberto Fernández apelando a sus facultades institucionales, o habilitar los sesenta minutos de recreación con límites severos y estrictos.
“Hoy al mediodía nos volveremos a juntar con Horacio (Rodríguez Larreta) y Diego (Santilli) para definir la modalidad de cómo adaptar el anuncio que hizo el Presidente”, confirmó el Jefe de Gabinete porteño, Felipe Miguel, a Radio Mitre.
“Vamos verificar todos lo detalles. Tenemos que ser rigurosos y tener asesoramiento jurídico antes de tomar una decisión”, señaló el funcionario, quien volvió a remarcar que “la cuarentena es la herramienta más valiosa que tenemos” para enfrentar la pandemia.
En ese sentido, ejemplificó que “en materia recreativa, la Ciudad de Buenos Aires es el espacio más potente para generar interacción humana, que es justamenteo el denotante del contagio".
Y dio a enter que en el contexto actual sería más conveniente aflojar las restricciones a las actividades económicas antes que las salidas de esparcimiento. “En 200 km2 tenemos 200 mil PyMEs y esto es lo que nos preocupa”, admitió Felipe Miguel.
El jefe de Gobierno quiere leer con detenimiento las disposiciones del nuevo Decreto de Necesidad y Urgencia (DNU) que extiende la cuarentena obligatoria, y después ir hasta la quinta de Olivos para mantener una reunión de trabajo con Alberto Fernández.
Tras su cónclave con el presidente, Rodríguez Larreta decidirá qué hacer respecto a la tregua social que propuso Alberto Fernández ante el confinamiento que continuará durante mayo. Una decisión que pretende anunciar mañana cuando la mayoría de los porteños se alisten para pasar una hora dando vueltas a la manzana.
La decisión no será fácil para el jefe de Gobierno. Considera que aún no se deben ablandar las condiciones de la cuarentena, y a su vez, entiende que el confinamiento complica la psiquis y afecta la vida familiar.
Rodríguez Larreta está más cerca de la opción dos: habilitar con fuertes condicionamientos.
El jefe de Gobierno se sorprendió por el anuncio de Alberto Fernández. Hasta anoche, el presidente y Rodríguez Larreta tenían línea abierto y pensó que iba acceder a la información antes que se posteará la presentación grabada en Olivos. “No habrá reproche político”, aseguraron a Infobae.
Alberto Fernández trabó una buena relación personal con Rodríguez Larreta y no pondrá reparos si decide limitar el recreo de 60 minutos que anunció anoche en Olivos. El presidente entiende la situación sanitaria y social de la Ciudad de Buenos Aires y por eso dudó muchísimo antes de conceder ese espacio de distracción a todos los porteños.
Con todo, Rodríguez Larreta deberá enfrentar una situación política que lo sorprendió mientras cenaba en su casa. Si Alberto Fernández lo hubiera llamado antes del anuncio formal, hubiese tenido tiempo para explicar los temores que fundamentan su resistencia al recreo de sesenta minutos por día.
Desde esta perspectiva, se consuma una extraña paradoja: los temores del jefe de Gobierno son los mismos que tiene el Presidente: dar un paso en falso y que el COVID-19 haga su faena en la Ciudad de Buenos Aires como ya sucedió en Roma, Madrid y Nueva York.
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