En ambas veredas políticas de la provincia de Buenos Aires coinciden en que los legisladores deben volver a sesionar. Cómo sea y dónde sea. Sin excusas. Y sin mayores trabas para llegar a un acuerdo político que permita avanzar con cierta rapidez en la conformación de un protocolo para trabajar en forma presencial o virtual.
A diferencia de lo que sucede en la Nación, donde el oficialismo en el Senado, comandado por la vicepresidenta Cristina Kirchner se inclina claramente por sesionar en forma virtual, o en Diputados, donde no pueden llegar a un acuerdo final, en el territorio bonaerense las condiciones parecen estar dadas para conciliar una postura y la semana que viene poder hacer un primer encuentro.
Maximiliano Abad y Alex Campbell, presidente y vicepresidente del bloque de Juntos por el Cambio en la Cámara baja le pidieron al gobierno de Axel Kicillof avanzar con rapidez hacia un acuerdo para abrir la Legislatura. “Queremos que se vuelva a sesionar y que los tres poderes se pongan en funcionamiento. Como bloque tenemos casi 200 proyectos presentados que entendemos que son para el beneficio de los bonaerenses y queremos que se traten en el recinto”, explicó Abad, luego de encabezar una reunión del bloque opositor.
Dos de los proyectos más importantes que quieren tratar en la oposición buscan eximir del pago de ingresos brutos, durante 180 días, a las actividades que fueron más perjudicas por la cuarentena, y declarar la emergencia para las situaciones de violencias de género, que se multiplicaron durante el aislamiento obligatorio.
Campbell también se refirió a la necesidad de volver a sesionar. “Muchas de las cuestiones que se requieren en esta emergencia necesitan leyes y nosotros tenemos un rol de representación de los bonaerenses. Seguro esta situación se extienda por un tiempo largo, de manera que es vital que los diputados podamos tener nuestro lugar de trabajo para debatir y legislar”, aseguró.
En el oficialismo están dispuestos a legislar en forma presencial con las medidas que hagan falta y con un protocolo de distanciamiento social estricto. Con el presidente de la Cámara, Federico Otermin, a la cabeza, la decisión es caminar hacia un punto de consenso y que la semana próxima comience a haber reuniones de comisiones.
Los diputados están predispuestos a cerrar un acuerdo con los opositores y, además, entienden que hace falta dar una muestra clara de que el Poder Legislativo está trabajando y está dispuesto a sesionar de la forma en la que haga falta. Tanto en el oficialismo como en la oposición sostienen que en las últimas semanas han estado trabajando, dedicados a la redacción de proyectos y a la búsqueda de soluciones para diferentes contextos sociales que están bajo el paraguas de la crisis que profundizó la pandemia.
El gobierno bonaerense no bajó, hasta el momento, ningún pedido explícito para la Legislatura. No hay un proyecto de ley que deba ser tratado con urgencia o un impuesto excepcional que necesite ser votado en este contexto de crisis sanitaria y económica. Sin embargo, también creen que los senadores y diputados deben volver a legislar. Advierten que el camino está libre para sesionar de forma presencial o remota. La única aclaración que hacen es que en este último caso se necesitará el amparo judicial para que quede habilitada la sesión y posterior votación en formato online.
Es en ese punto – la sesión por teleconferencia – en el que hacen hincapié dentro del bloque de Juntos por el Cambio en el Senado. La propuesta que impulsa el jefe del bloque, Roberto Costa, es lograr un acuerdo para, en primera instancia, realizar una sesión presencial y protocolizar el mecanismo para sesionar en forma virtual. De esa forma, frente a un escenario sanitario más complejo que el actual, la Legislatura sabría como accionar en caso de que las sesiones tradicionales deban suspenderse de un momento al otro.
Es, en definitiva, una forma de asegurarse que sea cuál sea la situación sanitaria en la provincia de Buenos Aires – donde está la mayor cantidad de infectados de coronavirus del país – los legisladores tendrán a mano un protocolo para seguir en forma inmediata y así poder sesionar a través de una teleconferencia sin tener que volver a generar un acuerdo para poder llevarlo acabo.
En tanto, proponen avanzar con la idea de sesionar en forma presencial en el lugar que se acuerde hacerlo. Un senador de peso en el esquema legislativo de Juntos por el Cambio advirtió que no hay excusas para no realizar una sesión en la que estén presentes los 46 senadores que integran la Cámara alta.
Bajo esa idea transfirió la presión hacia al Gobierno. “Si quieren hacer una sesión presencial, la hacemos donde sea necesario. Puede ser en el Teatro Argentino, se puede acordar que haya 2/3 de la Cámara presentes y los otros por videocoferencia, hay que buscar la forma y hacerlo”, insistió.
La vicegobernadora y presidenta del Senado, Verónica Magario, trabaja desde la semana pasada para encontrar el mejor mecanismo para empezar a sesionar. Está en contacto con las autoridades de los bloques. El acuerdo se teje desde hace días, pero aún no está cerrado. La intención de ambas partes es poder concretarlo la semana que viene.
Lo que resta ver es el marco legal que debe tener una posible sesión virtual y si coinciden en el diseño de un protocolo de acción para poder sesionar aplicando el distanciamiento social que piden las autoridades sanitarias del país.
Desde el oficialismo sostienen que hay buena predisposición en Juntos por el Cambio y, en especial, en el sector que está más cerca de María Eugenia Vidal. Después del conflicto que se generó a principios de año durante el debate por la ley impositiva, la relación se distendió y la rueda de consultas y acuerdos parlamentarios se llevó a cabo con mayor flexibilidad.
El miércoles y jueves de esta semana el jefe de Gabinete bonaerense, Carlos Bianco, acudió a la Legislatura para brindarle a los legisladores del oficialismo un informe sobre las políticas implementadas contra el coronavirus, tanto en el área de salud como en la económica. Todos estaban con barbijo y a una distancia prudente. Fue una señal de que para sesionar solo hay que acordar el lugar y la fecha. La modalidad no parece ser una interferencia.
El acuerdo para que vuelvan a sesionar parece ser solo una cuestión de tiempo. Y de voluntad política.
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