Alberto Fernández no tiene ninguna duda sobre la extensión del aislamiento social, preventivo y obligatorio que decretó el jueves 19 de marzo, que debería vencer este domingo y cuya prórroga será ahora hasta el 10 de mayo.
Los nueve especialistas en infectología y epidemiología del comité convocado en los primeros días de marzo para hacerle frente al avance del coronavirus le ratificaron ayer con datos científicos que la decisión política de extender el aislamiento es la correcta para que la curva de contagios continúe con una evolución moderada. Y dieron el visto bueno de la flexibilización moderada de algunas actividades de la economía habilitadas por la Jefatura de Gabinete en las nueve provincias con casos controlados de COVID-19 que no alteran el plan sanitario trazado por la Casa Rosada.
Esta mañana, sin embargo, el jefe de Estado todavía no estaba del todo convencido de la posibilidad de habilitar un rato de esparcimiento al aire libre para los menores, como también le recomendaron los especialistas en la reunión de ayer, y tal como le planteó la delegación de UNICEF que lo visitó en Olivos a principios de semana.
Fernández mira con especial atención la situación de la ciudad y la provincia de Buenos Aires. Le preocupan en general los grandes centros urbanos. Pero la evolución de casos en Córdoba y Santa Fe, por ejemplo, no sigue la trayectoria de la Capital Federal o de la provincia de Buenos Aires. En el reporte de anoche, la provincia gobernada por Juan Schiaretti registró solo dos nuevos casos. Santa Fe tuvo seis. Buenos Aires, por el contrario, incrementó en 84 los contagios; la Ciudad, en 37.
En ese sentido, el Presidente escucha a los gobernadores y al jefe de Gobierno porteño de manera virtual desde el salón contiguo del quincho de Olivos en el que desde mediados de marzo quedó instalada la sala de teleconferencias desde la que mantiene reuniones remotas con dirigentes locales, intendentes y legisladores, y hasta con presidentes de todo el mundo.
El mandatario, como repitió las otras tres veces que decretó y extendió el aislamiento, quiere tener el aval político de todos los gobernadores y de Horacio Rodríguez Larreta –aliado circunstancial de peso de la Casa Rosada– antes de prorrogar la cuarentena hasta el 10 de mayo. Consensuar que la flexibilización siga teniendo su curso en los distritos pedidos por los gobernadores, y que en la ciudad y en la provincia de Buenos Aires las restricciones continuarán más inflexibles que en el resto del país por el avance del coronavirus en el área metropolitana.
La posibilidad de un rato en el día de paseos al aire libre para los menores será uno de los temas a analizar con los gobernadores. “Estamos tratando de dar alguna buena noticia”, decían este mediodía en Casa Rosada. Santiago Cafiero encabezaba el gabinete económico y tenía previsto partir hacia Olivos entrada la tarde para acompañar al Presidente en la teleconferencia. También el ministro Eduardo “Wado” de Pedro. Ambos son los encargados de dialogar con las provincias sobre la evolución de la cuarentena y la habilitación, o no, de ciertas actividades.
La secretaria legal y técnica, Vilma Ibarra, empezaba a afinar el DNU con la extensión del aislamiento. Aunque recién daba los primeros retoques.
La crisis económica en todo el país es otro de los puntos sobre la mesa que el Presidente conversará con los gobernadores. En las últimas horas, el ministro Martín Guzmán mantuvo una charla virtual con sus colegas provinciales. La parálisis de la economía despierta la misma preocupación en los mandatarios que la alerta por la crisis sanitaria.
En esa línea, Fernández planea anunciar en forma oficial este sábado la prórroga de la cuarentena hasta el 10 de mayo. Con el mismo argumento que los anteriores anuncios: que la salud es todavía la principal preocupación de la Casa Rosada.
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