El juez Daniel Obligado, que el 6 de abril había resuelto la prisión domiciliaria de Amado Boudou, decidió este lunes que no correspondía otorgar el mismo beneficio al amigo del ex vicepresidente, condenado junto a él en la causa Ciccone. Ahora, el juez afirmó que “la falta de firmeza de la sentencia que involucra a las personas condenadas en la causa” no es un “argumento central” para otorgar domiciliarias y que la razón por la cual “benefició” a Boudou “fue la circunstancia que su núcleo familiar primario se encontraba aislado a consecuencia de la pandemia que imposibilita los traslados”, revelaron a Infobae fuentes judiciales.
El detalle que planteó la defensa es que, a diferencia de Boudou, José María Nuñez Carmona sí integraba la lista de presos en “grupos de riesgo”, que había armado el Servicio Penitenciario Federal, y había pedido ir a cumplir su detención en una casa de Mar del Plata, para cuidar a su madre, de 92 años, porque en medio de la pandemia las personas que solían asistirla ya no pueden hacerlo.
Al ex vicepresidente le había otorgado la prisión domiciliaria por la falta de firmeza en la condena y los “riesgos personales en relación a su núcleo familiar conviviente”. Es que se subrayó que su esposa, oriunda de México y sin familia cercana aquí, era el único sostén emocional para los mellizos de dos años de ambos.
El fiscal Marcelo Colombo apeló esa decisión. Pero el juez Obligado entendió que el análisis de la cuestión debía quedar para cuando termine la emergencia sanitaria a raíz del COVID-19.
Pero en el caso de Núñez Carmona, en tanto, en el fallo firmado en la tarde del lunes y al que accedió Infobae, Obligado dijo que “no estamos ante un supuesto en el cual las circunstancias y vínculos familiares que se valoran se vean menoscabados de tal manera que la situación de encierro amerite tornarse en domiciliaria.”
El juez agregó: “He advertido que el estado de salud de Núñez Carmona, ya pormenorizado, está siendo atendido correctamente en la unidad de detención, y que de trasladarlo al domicilio de la madre en la ciudad de Mar del Plata, conforme se desprende del informe socio-ambiental aludido, debería trasladarse a un nosocomio de esa localidad para ser atendido, debiendo en el caso salir de su casa y trasladarse, aumentando en ese supuesto las posibilidades de contagio”.
La defensa de Núñez Carmona apelará a la Cámara Federal de Casación Penal, confirmaron a Infobae las fuentes consultadas. El abogado Matías Molinero había dicho en su presentación ante el Tribunal Oral Federal 4 que los argumentos que el juez Obligado expuso en torno a la “falta de firmeza de la sentencia condenatoria” en la causa Ciccone para Boudou le eran “absolutamente aplicables al caso de su defendido”. Habló de la situación de pandemia en las cárceles, las recomendaciones de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, citadas por la Cámara Federal de Casación Penal, y de los problemas de salud de Nuñez Carmona (“hipertensión, insuficiencia cardíaca, haber sido recientemente sometido a una angioplastia, y obesidad”) que lo colocaban, a ojos del SPF, entre los presos en riesgo.
La defensa añadió ademas la necesidad del detenido de poder cuidar a su madre. Es que en medio de la pandemia del coronavirus las personas que estaban cuidándola abandonaron sus funciones y es la hermana de Núñez Carmona, con familia propia, a diferencia del detenido, la que está en este momento intentando asistirla, con las complicaciones -se subrayó- que eso acarrea.
El pedido de la prisión domiciliaria para Núñez Carmona se presentó en la misma noche en que Boudou estaba abandonado la cárcel de Ezeiza para ir a su casa a cumplir arresto, en el barrio de Barracas. A diferencia del caso del ex vicepresidente, el juez Obligado sí pidió opinión sobre el planteo al fiscal Marcelo Colombo, que se opuso, y reclamó informes socioambientales.
En la tarde del lunes, el juez firmó la resolución en la que denegaba la solicitud. “Si bien resulta ser una persona que integra el denominado grupo de población vulnerable, ello de ninguna manera habilita a esta jurisdicción a una concesión automática del pedido, sino que exhorta a un análisis de las circunstancias particulares del nombrado. En ese orden, huelga consignar que, conforme lo informase la División de Asistencia Médica de la Unidad 31 del Servicio Penitenciario Federal, el nombrado no cursaba ninguna enfermedad infectocontagiosa, y que en el sector que ocupa no hay internos alojados, ni personal penitenciario con síntomas compatibles con coronavirus”, afirmó.
Tras reflotar viejos argumentos rechazando un pedido anterior, Obligado señaló que “la invocación de la defensa de encontrarse su asistido dentro de la población de riesgo que al efecto determinaron las autoridades médicas internacionales, por sí misma, no puede constituir un argumento suficiente para modificar el estado de encierro en el que actualmente se encuentra Núñez Carmona”. Y se añadió que “para el supuesto de verificarse un caso de coronavirus dentro del ámbito del pabellón en que el mismo se encuentra detenido, también podrán adoptarse las medidas de aislamiento pertinentes, contando además el SPF con el Hospital Penitenciario Central y el Centro Penitenciario de Enfermedades Infecciosas y en caso de ser necesario, el traslado a un Hospital Extramuros.”
“El argumento novedoso que intenta la defensa del interno José María Núñez Carmona es asimilar su situación procesal y de encierro, en un todo a la del coimputado Amado Boudou, para que se decida favorablemente su pedido en idénticos términos”, afirma el escrito al que accedió Infobae. Sin embargo, advirtió que “la falta de firmeza de la sentencia que involucra a las personas condenadas en la causa no es un concepto que, de por sí viabilice tornar el encierro penitenciario en domiciliario, sino, más bien, coadyuva a un marco referencial que, aunado a otros elementos convoquen entonces sí a tal posibilidad. En pocas palabras, no es un argumento central”.
El juez analizó entonces el caso de la familia de Núñez Carmona: la madre de 92 años que vive actualmente con su hija Silvia “para brindar asistencia a su madre” y explicó que contaba con “los medios económicos necesarios para solventar sus necesidades básicas y las del interno, en caso de recibirlo”. “No aparece a la vista del suscripto útil ni viable incorporar otra persona más en un domicilio en el que ya conviven dos personas que al menos etariamente son personas vulnerables ante contagio del virus, y menos para ser asistidas por esta tercer persona que se presenta, a su vez, como un paciente de riesgo, que debería guardar además del arresto domiciliario un estricto distanciamiento social”, afirmó
Frente a eso, el juez afirmó que “no estamos ante un supuesto en el cual las circunstancias y vínculos familiares que se valoran se vean menoscabados de tal manera que la situación de encierro amerite tornarse en domiciliaria”. Agregó que el tema de los vínculos familiares y las visitas que no están recibiendo los presos en la cárcel no aplica para Núñez Carmona, “toda vez que por la edad la nombrada no se movilizaba hasta la Unidad 31 del SPF”, donde el empresario está cumpliendo su detención. Ya se le autorizaron alguna visita extramuros y se le permitió tener una computadora, dijo el juez.
Núñez Carmona fue detenido en la mañana del 3 noviembre de 2017, al igual que Boudou, por orden del juez Ariel Lijo en una causa en donde se los investiga por asociación ilícita. La Cámara Federal los liberó. En agosto de 2018, el día de la sentencia en el caso Ciccone, a los dos los dejaron presos. Mientras Boudou recibió cinco años y diez meses de cárcel, a su amigo le tocaron cinco años y medio por los mismos delitos: cohecho pasivo y negociaciones incompatibles con la función pública. A fines de diciembre de 2018, Boudou consiguió que el TOF lo liberara porque su sentencia no estaba firme, y Núnez Carmona siguió sus pasos. A los dos, Casación les revocó esa decisión y el amigo de Boudou fue a entregarse a los tribunales de Comodoro Py. Desde entonces, está preso.