El Sindicato de Mecánicos y Afines del Transporte Automotor (SMATA) acordó con los empresarios del sector autopartista un esquema de suspensiones temporarias con el pago del 65% del salario, pero la suma que recibirán los trabajadores llegará al 70% porque esta semana se pactó en toda la actividad un aumento del 7,5% para el primer trimestre de 2020.
Los mecánicos tienen tradicionalmente incorporado un sistema de licenciamientos con pago parcial de sueldos y desde que avanzó el coronavirus se aceleraron las suspensiones acordadas con los empresarios. En las automotrices rige ese esquema con el pago del 70% de los sueldos, y el compromiso de mantener las fuentes de trabajo. Ahora se logró algo similar con las autopartistas de la Asociación de Fábricas Argentinas de Componentes (AFAC), aunque falta firmar con tres cámaras más del sector. En total, hay unos 8.000 trabajadores de este rubro encuadrados en SMATA.
Así lo confirmó a Infobae el titular del gremio, Ricardo Pignanelli, quien detalló que en todas las automotrices (Ford, General Motors, Volkswagen, Mercedes Benz y Toyota) se acordó el licenciamiento del personal con el pago del 70% del sueldo bruto (sólo se mantienen guardias mínimas) y afirmó que está en plenas negociaciones para alcanzar un convenio semejante con los empresarios que nuclean a las concesionarias, donde, aunque la mayoría están cerradas, hay algunas en actividad solamente para la reparación de los vehículos del personal de la salud o de seguridad.
El sindicalista dijo que también acordó un esquema de suspensiones pagas con los talleres agrupados en la Federación Argentina de Asociaciones de Talleres de Reparación Automotores y Afines (FAATRA) y quedan pendientes las tratativas para el personal que realiza la Verificación Técnica Vehicular (VTV). En las próximas horas, aseguró, se firmaría lo mismo con el Automóvil Club Argentino (ACA).
Sostuvo, de todas formas, que “hay que prepararse para salir en forma progresiva de la cuarentena” porque “si arrancamos a ciegas no vamos a cuidar a los trabajadores” y destacó que “este tiempo lo tenemos que aprovechar para hacer protocolos de seguridad para cada una de las actividades, algo que en SMATA ya tenemos consensuado con toda la industria”.
Pignanelli dijo que no está de acuerdo con la CGT y con los sectores que presionan para que se flexibilice la cuarentena: “Respeto la decisión presidencial. Cuando uno está al frente de un país, las decisiones fundamentales se piensan con la cabeza y se toman con el corazón. Los resultados están a la vista en materia de salud. Cuando arranque la industria en países que quisieron privilegiar la economía, ¿cómo van a hacer para que la gente esté en condiciones anímicas de trabajar cuando están viendo todos los días cajones de muertos y cadáveres en las puertas?”.
Para el jefe de SMATA, “es equivocado pensar que hay una dicotomía entre salud y economía porque en lo que antepongas vas a tener problemas, pero si cuidás la salud vas a tener la moral alta”. Y agregó: “Tengo amigos en Italia y uno de ellos, de 90 años, me comentó que ellos sabían que después de la guerra tenían que reconstruir lo que se había roto. Y me dijo: «Ahora que pase esta enfermedad, ¿qué tendremos que reconstruir? ¿El alma?» Por eso yo pregunto: ¿qué es mas difícil de reconstruir, el alma o la economía?”.
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