Amparados en el temor de que haya un deliberado quiebre de la cuarentena obligatoria destinada a mitigar el COVID-19 el Gobierno desplegó en las últimas horas un amplio menú de dispositivos destinados a mantener los niveles elevados de aislamiento social.
El presidente Alberto Fernández está convencido de que la única herramienta con que cuenta para mitigar el coronavirus es el cumplimiento estricto de la cuarentena y por eso decidió desplegar herramientas esenciales para su objetivo: se dispuso una mayor presencia de efectivos de las fuerzas de seguridad en las calles, aumentaron los reportes de violación de la cuarentena, se desplegó un programa de control en los barrios carenciados ejecutado por los intendentes y movimientos sociales del conurbano, habrá un mayor presupuesto para los operativos de contención social de las Fuerzas Armadas y todo ello se potenciará con una propaganda permanente de concientización ciudadana sobre la importancia de quedarse en casa.
Todos estos mecanismos de control están avalados plenamente por los epidemiólogos y referentes de la OMS que frecuenta el jefe de Estado para hacer un seguimiento de la pandemia en la Argentina.
“Es fundamental que no aflojemos en estos momentos porque se viene el invierno y si la gente rompe el aislamiento el pico de contagios podría ser imposible de controlar en los hospitales”, explicó ayer a Infobae un destacado funcionario del Gobierno.
El temor del Presidente y su gabinete a una ruptura paulatina e incontrolable de la cuarentena tiene algunos fundamentos concretos. Ayer se podía ver en las calles porteñas y en muchos barrios del conurbano bonaerense movimientos casi similares a los de un día común hace tres meses. Los testimonios recurrentes de quienes caminan con barbijos por las calles son sintetizados en una frase: “Necesito trabajar porque si me quedo en casa no como”, dicen.
Hay al mismo tiempo una fuerte presión de los empresarios, gremios y sectores vulnerables hacia la Casa Rosada para que se flexibilice la cuarentena porque el aislamiento está pegando muy fuerte en la economía. Es la misma presión que anoche le deslizaron los referentes empresarios y gremialistas de la construcción al Presidente y su respuesta fue tajante: “Queremos hacer más obras pero primero hay que preservar la salud de la gente. Sin riesgos y sin que se infecten los trabajadores”, dijo.
Pero no se trata sólo de percepciones o reclamos sectoriales los que dejan entrever cierta necesidad por dar fin a la cuarentena. Según pudo saber Infobae en la Casa Rosada recibieron en los últimos días reportes de diferentes fuentes donde advierten que hubo un leve incumplimiento del aislamiento. Hace una semana el nivel de inmovilidad social era del orden del 85% y ayer se detectaron al menos cuatro puntos menos.
No se trata de un dato extremadamente alarmante pero en el Gobierno están atentos. Otro detallado informe que llegó a manos del Presidente y al que tuvo acceso este medio revela la “evolución de usuarios de transporte público en el AMBA” y sostiene que antes de decretarse la cuarentena, hacia el 12 de marzo, circulaban por los trenes, subtes y colectivos unas 4.442.450 personas. Anteayer se registraron 774.563.
A la vez, el mismo informe oficial reveló que anteayer sólo un 18% de los usuarios de transporte que circulan en la zona del AMBA salieron a las calles. Sin embargo, el estudio señala en las mediciones de movimientos de gente entre el 20 de marzo y el 1 de abril fue el más bajo desde que se decretó la cuarentena. Se llegó a medir por debajo de los 500.000 usuarios por día en esas fechas. Aunque a partir del 3 de abril la cantidad de gente en las calles fue incrementándose con el correr de los días en forma ininterrumpida hasta el 14 de abril que contabiliza el estudio donde llegó a más de 700.000 usuarios y ya araña el umbral del millón de personas. Es decir: en un momento el incumplimiento al aislamiento llegó al 7% y hoy está en el orden del 18%
“La explicación de este incremento de gente que se puede ver en las calles es simple: hay más actividades permitidas. Y la gente se está moviendo en zonas de cercanía. Guardando distanciamiento eso no complica la cuarentena”, respondió un funcionario del Gobierno para justificar estos datos que llegan a la Casa Rosada. Es cierto que el Gobierno amplió la cantidad de actividades exceptuadas del asilamiento después del segundo decreto presidencial donde se extendió la cuarentena. Pero los datos de gente en las calles supera ampliamente esos parámetros.
Hasta hace 10 días un informe elaborado por Google y que también llegó a las manos del Presidente mencionaba un cumplimiento de la cuarentena del orden del 85 y 90% en todo el país. Según lo adelantó Infobae, ese informe revelaba que había provincias como Córdoba, Chaco, Jujuy o Neuquén donde el cumplimiento de la cuarentena era incluso del 92%. Ahora ya no corren esos datos y el asilamiento se ha quebrado bastante en muchas provincias.
Las medidas en marcha
Atento a estos datos y el reporte que también recibe del Ministerio del Interior y del Ministerio de Seguridad en sus recorridas aéreas y terrestres por los barrios, el Gobierno avanzó en las últimas horas con una serie de medidas tendiente a mantener la rigurosidad del control del aislamiento.
Ayer, el ministro de Salud, Ginés González García, dijo en videoconferencia con el Senado que “no se puede extender la cuarentena indefinidamente”. Pero también dio a entender que el asilamiento llevará su tiempo y que el levantamiento se hará en forma paulatina, por regiones y actividades. En el Gobierno saben que para eso falta.
Por lo pronto, la ministra de Seguridad, Sabina Frederic, ya ordenó el incremento de personal uniformado de las fuerzas de seguridad para salir a patrullar las calles en los operativos de control de la cuarentena. No se dieron detalles de la cantidad de efectivos que sumarán pero ya es un hecho que habrá más gendarmes o prefectos en los operativos de cuarentena.
“Habrá más fuerzas en todo el país y se buscará mantener el nivel de acatamiento que se vio hasta ahora”, resumió una fuente de la Casa Rosada al sustentar la medida en Seguridad.
Según datos recientes del Ministerio que dirige Frederic anteayer hubo 43.783 infractores a la cuarentena y ayer se registraron cerca de 45.000 en todo el país. También hubo ayer 3.500 vehículos secuestrados por no cumplir el aislamiento.
La decisión del Gobierno de sacar más gendarmes o prefectos a las calles tiene que ver con un mandato del Presidente de no utilizar “bajo ninguna circunstancia” a los militares en los controles callejeros. Es lo que ordena la ley de seguridad interior y que el jefe de Estado no está dispuesto a incumplir.
No obstante, el ministro de Defensa, Agustín Rossi, obutvo un incremento de 500 millones de pesos en el presupuesto de las Fuerzas Armadas para sustentar todos los operativos de contención social que realizan los militares en distintos puntos del país, la puesta a punto de hospitales y la instrumentación de vuelos humanitarios para repatriar argentinos. Todo esto también forma parte del programa del Gobierno para hacer de la cuarentena un cumplimiento estricto.
Por otra parte, desde el Gobierno se encomendó a intendentes, movimientos sociales, iglesias y sindicatos ejercer un mayor control de la cuarentena en el conurbano.
Ayer, el ministro de Desarrollo Social de la Nación, Daniel Arroyo, encabezó una reunión con el Comité de Emergencia Social donde puso en marcha el programa “El barrio cuida al barrio”. Según explicó el mismo Arroyo ese plan tiene tres objetivos: fortalecer la asistencia alimentaria, avanzar en la conformación de los comités locales y lograr que la gente no se movilice. Lo dijo abiertamente el ministro ante la mirada de aprobación de intendentes y dirigentes sociales.
Los jefes comunales que estaban allí destacaron el refuerzo del servicio alimentario escolar en la provincia de Buenos Aires para mantener la cuarentena. Pero Arroyo insistió en controlar el cumplimiento de la cuarentena. Así, el programa “El Barrio cuida al barrio” desarrollará con promotores y promotoras comunitarias de los municipios o de los movimientos sociales un control en el conurbano para difundir medidas preventivas, distribuir elementos de seguridad e higiene, asegurar el aislamiento social y poner en marcha un mapeo con la población de riesgo como embarazadas, personas mayores de 60 años y aquellos con patologías crónicas.
El Gobierno difundió ayer un estudio titulado “Cómo navegar la infodemia: Acceso y calificación de la información sobre coronavirus por parte del público en seis países”. Ese trabajo realizado en Argentina, España, Estados Unidos, Reino Unido, Corea del Sur y Alemania fue elaborado por el Reuters Institute y la Universidad de Oxford.
Entre otras cosas sostiene que en la lectura de información sobre COVID-19 la categoría “científicos, médicos y expertos” fue la que tuvo el mayor nivel de credibilidad (89%) en la Argentina, seguido por organizaciones globales y nacionales de la salud, con 88% y 77%, respectivamente.
A la vez, el informe revela que el 70% de la gente confía en el gobierno de Alberto Fernández para informarse sobre el coronavirus, el 64% en los medios de comunicación y sólo el 47% en los dirigentes políticos.
La mayoría de los consultados en todos los países asegura que los medios de comunicación ayudaron a entender la crisis y a saber qué medidas tomar. Por ello, el Gobierno cree conveniente amplificar la información con recomendaciones sobre la importancia de la cuarentena en los medios en base a las opiniones de médicos, epidemiólogos y referentes de la OMS. Una medida más para que el aislamiento se cumpla a rajatabla y se logre el objetivo de aplanar la curva de infectados.
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