“Nadie más que nosotros quiere que se reactive la obra pública, pero necesitamos que se ponga en marcha, dé trabajo y motorice la economía cuidando a los que trabajan. Nuestro problema es la pandemia”. Lo dijo este miércoles por la tarde el presidente Alberto Fernández luego de respaldar la propuesta de empresarios y sindicalistas de la construcción para reactivar las obras del sector privado de todo el país que están paralizadas, pero delegó el análisis de qué proyectos pueden reanudarse y en qué provincias en una comisión tripartita de seguimiento que encabezará el jefe de Gabinete, Santiago Cafiero.
Al mismo tiempo, el Presidente se comprometió en hablar este jueves con los gobernadores para plantearles la necesidad de que se reanuden gradualmente las tareas en obras públicas y privadas, con la idea de que analicen y lleven adelante las decisiones que tome la comisión de seguimiento.
Esa misma comisión, que también integrarán los responsables de distintos ministerios vinculados con la construcción, se dedicará a agilizar los trámites a nivel nacional, provincial y municipal para que no se traben por cuestiones burocráticas los proyectos que tengan el respaldo para ponerse en marcha.
Estas decisiones surgieron de una reunión realizada esta tarde en la residencia de Olivos entre el Presidente, el titular de la Cámara Argentina de la Construcción (CAMARCO), Iván Szczech, y el secretario general de la Unión Obrera de la Construcción (UOCRA), Gerardo Martínez. También estuvieron presentes Cafiero, los ministros Gabriel Katopodis (Obras Públicas) y María Eugenia Bielsa (Vivienda) y el secretario general de la Presidencia, Julio Vitobello. Por el sector empresarial también se sumaron Julio Crivelli, Gustavo Weiss, Ricardo Griot y León Zakalik.
El primer mandatario recibió un listado con el detalle de las obras privadas en todo el país que estarían en condiciones de reactivarse y les dijo a Szczech y a Martínez que era consciente del papel importante que juega la industria de la construcción en la economía de la Argentina y explicó que quería canalizar cualquier decisión de reanudar las tareas a través de los gobernadores y los intendentes.
“No se puede volver atrás en términos sanitarios”, dijo Alberto Fernández, aunque advirtió que “el Estado no se puede hacer el distraído” y buscará por todos los medios garantizar un ingreso para los trabajadores y apoyos crediticios y otros auxilios para el sector empleador.
La UOCRA y la Cámara de la Construcción le entregaron al Presidente el protocolo de seguridad elaborado conjuntamente por el gremio UOCRA y la Cámara Argentina de la Construcción, que será analizado por las autoridades sanitarias para que pueda instrumentarse en las obras.
Martínez explicó que la crisis de la actividad no es nueva y que se agravó con la parálisis que trajo aparejada la cuarentena: la construcción, recordó el sindicalista, ya lleva 23 meses consecutivos de caída y sólo entre noviembre y enero pasados se perdieron 47.000 empleos.
Advirtió en ese sentido que las decisiones que se tomen rápidamente podrían evitar que peligren unas 100.000 fuentes de trabajo si continúa la inactividad de las obras públicas y privadas.
Szvzech, por su parte, habló de la necesidad de que los empresarios tengan acceso a la ayuda estatal, como líneas de crédito, y que se mejoren los procesos administrativos y de pago para la actividad.
En la reunión se hizo hincapié en reactivar las obras que están a 60 kilómetros del área metropolitana de Buenos Aires, que es donde mejor se puede controlar que los proyectos de construcción se pongan en marcha sin que se ponga en riesgo la salud de los trabajadores y de la población en general.
En esa misma línea, el Presidente dijo que por eso quiere depositar la confianza en los gobernadores para viabilizar las obras, que, destacó, deberían retomarse de manera gradual y con un estricto cumplimiento de los protocolos de seguridad sanitaria.
Martínez aprovechó para informar a Alberto Fernández acerca de la crisis que están viviendo muchos sindicalistas que deben mantener un plantel de empleados en sus sindicatos y en las obras sociales mientras la crisis va provocando que caiga la recaudación mensual que financia esas estructuras. “No todos estamos pasando por lo mismo en esta pandemia”, dijo y puso como ejemplo a gremios que siguen cobrando sus sueldos normalmente, como los que representan a empleados de la administración pública y de empresas estatales, mientras hay otros, como el de la construcción, Comercio, textiles, metalúrgicos y gastronómicos que tienen “una caída estrepitosa” de sus ingresos.
El Presidente le respondió que “el Estado no se hará el desentendido” de esa situación crítica de los sindicatos y de las obras sociales, por lo que se comprometió a analizar cómo se los puede auxiliar.
Seguí leyendo: