En medio de las tensiones internas por la vinculación con la Casa Rosada, las medidas tomadas por el Gobierno para hacerle frente al coronavirus y el rol de los diferentes protagonistas de la coalición opositora, los principales dirigentes de Juntos por el Cambio volvieron a reunirse este martes con el debut de Mauricio Macri después de dejar la Presidencia, y reiteraron el pedido de reunión a Alberto Fernández para participar de las decisiones vinculadas a la crisis desatada por el avance de la pandemia.
“La coalición reitera el pedido de audiencia al Presidente y le propone crear una mesa de diálogo con Juntos por el Cambio, como principal fuerza opositora, y los sectores del mundo del trabajo y productivo para acercar las propuestas que ya hemos presentado en el Congreso con el fin de aliviar la situación de estos sectores”, subrayó la coalición en un comunicado difundido después del encuentro virtual que mantuvieron por dos horas y quince minutos.
Además de la presencia remota de Macri, que participó de la mesa nacional por primera vez desde que dejó la Casa Rosada, fueron de la partida Horacio Rodríguez Larreta, María Eugenia Vidal, Patricia Bullrich, Humberto Schiavoni y Cristian Ritondo, por el PRO; Mario Negri, Luis Naidenoff, Alfredo Cornejo y Gustavo Valdés, por la UCR; Maximiliano Ferraro y Maricel Etchecoin, por la Coalición Cívica, y Miguel Ángel Pichetto.
“Hubo posiciones más duras y posiciones más moderadas”, aseguró uno de los participantes de la teleconferencia, que contó con un repaso del jefe de Gobierno porteño por las medidas sanitarias que tomó la Ciudad ante el avance de la pandemia: “Por ahora se amesetó la curva (de contagios), pero nadie tiene la precisión de cuándo va a escalar”, admitió el jefe porteño.
La mayoría de los dirigentes de Cambiemos, sin embargo, hicieron hincapié en la crisis social y económica que se desató en paralelo a la sanitaria. Para la coalición opositora, ambos temas deben abordarse con el mismo ímpetu. A diferencia de la línea que baja el Gobierno, que prioriza la salud pública por encima del resto.
Por eso, en el comunicado difundido tras el encuentro advirtieron sobre “el deterioro del tejido productivo”. Fue la ex gobernadora bonaerense la que propuso entonces la conformación de una mesa de trabajo con la Casa Rosada, a la que accedieron el resto de los dirigentes y legisladores. Además de reiterar el pedido de reunión al Presidente, que ya había sido formulado semanas atrás a través de una carta.
“De la reunión surgieron tres ideas principales. La primera es reafirmar la responsabilidad de Juntos por el Cambio como coalición opositora y reiterar en consecuencia el pedido de reunión al Presidente de la Nación. La segunda es reclamar por el cuidado de la República y el funcionamiento pleno de sus tres poderes, con especial relevancia el respeto al Congreso e incluyendo al federalismo: es necesario establecer un mecanismo claro y equitativo de financiamiento a las provincias y la Ciudad Autónoma de Buenos Aires y las intendencias. Y la tercera es advertir por el deterioro del tejido productivo del país y de las vidas de millones de profesionales, trabajadores, autónomos, monotributistas, comerciantes y pequeñas empresas”, encabeza el documento.
“Proponemos -y lo hemos hecho a través de proyectos en el Congreso- tomar medidas para que los efectos del aislamiento no dejen secuelas permanentes. Recordemos que la Argentina tiene una cuarentena estricta y, al mismo tiempo, uno de los paquetes de ayuda oficiales más chicos. Otros países están ofreciendo ayudas mas significativas. Las ayudas propuestas por el Gobierno argentino rondan el 1% del PBI”, agregaron en el texto difundido.
Si bien no hubo discusiones acaloradas durante el encuentro virtual -Macri, advirtieron algunos participantes, estuvo llamativamente más efusivo de lo esperado-, la tensión en la coalición opositora está a la orden del día.
Dentro del PRO, por caso, hay una tensión latente por las distintas posiciones en torno al vínculo entre sus dirigentes y el Frente de Todos. Macri, Bullrich y Pichetto, por un lado, con una línea mucho más dura en cuanto al rol que el espacio debe tomar en la relación con las medidas sanitarias, sociales y económicas tomadas por el Gobierno para darle batalla al coronavirus.
Y el sector liderado por Rodríguez Larreta, Vidal y los intendentes del Gran Buenos Aires, en una clara sintonía con el Presidente. Ritondo es parte también de ese bando.
Es más: a la misma hora en que los dirigentes de Cambiemos intercambiaban opiniones en el encuentro virtual de esta tarde, el intendente del Vicente López, Jorge Macri, volvía a reunirse con el Presidente en Olivos, otra vez en compañía de Juan Zabaleta, de Hurlingham, uno de los jefes comunales preferidos de la Casa Rosada.
En la reunión del fin de semana del PRO, encabezada por el ex presidente, no fueron de la partida ni su primo hermano ni Vidal. La ex gobernadora alegó cuestiones de salud. El intendente fue mucho más directo: “Tenía que trabajar”, dijo sin eufemismos en el programa Animales Sueltos.
Negri, por su parte, se sitúa en el medio. Por momentos se corre hacia un lado. Y a veces hacia el otro. Pero es, de la UCR, uno de los dirigentes con más diálogo con el Presidente. El viernes pasado, Fernández le anticipó, una hora antes del anuncio de extensión del aislamiento obligatorio, algunos detalles de la medida. El jefe de Estado prefiere al jefe del interbloque de Cambiemos y de la bancada radical en la Cámara baja antes que a Alfredo Cornejo, titular del comité nacional.
En el caso de la Coalición Cívica, Ferraro machacó, según pudo reconstruir este medio, en la necesidad de ser precisos en la discusión de los temas. “No nos sirve la política de perdigones”, remarcó. Y pidió volver a darle vitalidad al Parlamento, más allá del distanciamiento social que atenta contra el funcionamiento del Congreso.
La última reunión de Cambiemos había sido en febrero.
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