La Justicia rechazó este martes la prisión domiciliaria pedida por el ex comisario bonaerense Miguel Etchecolatz, condenado a prisión perpetua en varias causas por delitos de lesa humanidad. La defensa del ex jefe policial pedía poder irse a su casa porque el represor tiene 90 años y diversas enfermedades que lo colocan en un grupo de riesgo por el coronavirus. Sin embargo, los jueces entienden que estará mejor cuidado en prisión.
Hace unos días, el Tribunal Oral Federal 6 de la Capital Federal ya había rechazado un pedido de arresto domiciliario para Etchecolatz. Ahora, la negativa vino del Tribunal Oral Federal 1 de La Plata. “Encontrándose en una unidad penitenciaria, Etchecolatz tiene asegurado un control periódico sobre su salud y una atención inmediata en caso de ser necesario, sin tener que movilizarse a un centro de salud, evitando así la circulación de personas que el Estado está tratando de desalentar”, se señala en el fallo.
Para el TOF, “si bien es cierto que el imputado se encuentra en la franja etaria establecida como población de riesgo”, esa circunstancia “per se” no habilita “a la concesión automática del arresto domiciliario, pues su permanencia en su actual lugar de alojamiento en modo alguno constituye un factor de riesgo superior al que podría afrontar en su domicilio”.
A fines de 2017, el ex represor había conseguido el arresto domiciliario para irse a cumplir su condena en una casa de Mar del Plata, pero en medio de escraches y protestas de organismos de derechos humanos la medida fue apelada a la Cámara Federal de Casación Penal, que revocó la medida, por lo que debió volver a la cárcel de Ezeiza.
Etchecolatz tiene 90 años y está alojado en el hospital que funciona dentro del penal bonaerense. La defensa habló de “abandono, maltrato y negligencia”. Advirtió que “las cárceles no están preparadas para personas de esa franja etaria y que no se puede evitar el deterioro de la salud” del ex policía. Incluso, subrayó que “tiene que caminar con bastón y posee una sonda vesical permanente por afección prostática”.
Y planteó que, en el marco de la pandemia por el coronavirus, Etchecolatz pertenece a un grupo en situación de vulnerabilidad, recordó las obligaciones adquiridas por el Estado argentino en relación a la protección de los derechos humanos de las personas mayores.
El ex director general de Investigaciones de la Policía de la Provincia de Buenos Aires durante la dictadura es “portador de patologías crónicas y evolutivas” y a eso se le suman “los factores de riesgo por la vulnerabilidad biológica por envejecimiento natural”, se señaló en la resolución firmada por los jueces Roberto Lemos Arias y Ricardo Basílico a la que accedió Infobae.
De acuerdo a los informes médicos, "si bien es de vital importancia brindar la asistencia médica para tratar sus dolencias, puede sufrir intercurrencias, complicaciones, reagudizaciones, descompensaciones e incluso evento de muerte súbita, a pesar de que el tratamiento integral sea el adecuado".
También se destacó que presenta “limitaciones en la estabilidad, marcha y movilidad” que hacen “presente riesgo aumentado de sufrir caídas y lesiones tales como hematomas, fracturas de cadera o traumatismos craneoencefálicos, entre otras”. Según sus antecedentes, el ex jefe de la Policía bonaerense "pertenece al grupo de personas vulnerables determinando un mayor riesgo de complicaciones graves en caso de ser afectados por el Coronavirus COVID- 19”.
Pese a eso, las autoridades sanitarias del Servicio Penitenciario Federal afirmaron que actualmente Etchecolatz no corre peligro de contagio en su lugar de detención, porque no se registró ningún caso en los establecimientos penitenciarios. “Se han tomado todos los recaudos necesarios para evitar o minimizar el contagio del virus en la población carcelaria. Medidas que se encuentran en línea con las indicaciones y recomendaciones realizadas por las autoridades nacionales”, se subrayó.
A criterio de los jueces, "las medidas adecuadas de higiene y salubridad se encuentran presentes en todo momento, a lo que se suman aquellas que se han adoptado para reforzar las tareas de prevención tendientes a evitar la propagación del virus, tales como la suspensión de las visitas".
También “las medidas de aislamiento se ven reforzadas por las condiciones propias de la unidad hospitalaria a lo que se agrega que hasta el momento no se han reportado casos positivos ni sospechosos de COVID-19 dentro de la población carcelaria”.
“La edad del imputado y la situación de aislamiento en un espacio que garantiza la atención médica en tiempo oportuno son elementos suficientes para denegar el beneficio requerido”, dijeron los jueces.
Y señalaron que “Etchecolatz recibe de modo permanente y continuo atención médica, en un ambiente hospitalario, con servicio de ambulancia las 24 horas que garantiza su traslado en caso de requerir atención de mayor complejidad”.
“Sin perjuicio de ello, consideramos oportuno ordenar a las autoridades del Hospital Penitenciario Central que continúe brindando la atención médica adecuada al imputado y que informe con urgencia a este Tribunal cualquier modificación en su cuadro clínico o en las condiciones de alojamiento”, se agregó.
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