El presidente Alberto Fernández volvió a destacar este domingo el cumplimiento de la cuarentena obligatoria como medida para evitar la propagación del coronavirus y recalcó los beneficios de la cuarentena obligatoria, tal como lo hizo el último viernes en la conferencia de prensa donde anunció la extensión del aislamiento obligatorio hasta el 27 de abril.
“Sabemos que hay mucha gente que tiene el virus y no tiene síntomas. Al aislarnos en nuestras casas evitamos que esas personas circulen y contagien a otros sin quererlo”, explicó en una entrevista a Telefe. En ese sentido, brindó un mensaje positivo pero de cautela con respecto a las medidas que tomó el Gobierno. “El balance es positivo pero estamos lejos de cantar victoria”, indicó.
El jefe de Estado volvió a explicar que el posible pico de contagiados puede ser “alrededor del 15 de mayo” y eso sería el momento en que según los médicos “el virus haya alcanzado su mayor expansión en la sociedad". Sin embargo, aclaró que algunos epidemiólogos dicen que “el resultado de la cuarentena está aplanando mucho la curva y entonces ese pico quizás no sea un pico, y quizás sea un constante devenir de contagios en un ritmo más lento”. Y agregó: “Tal vez la enfermedad dure más tiempo pero evitemos ese pico”.
“Lo que buscamos es que el ritmo de contagios sea lento. Porque si es lento, el sistema sanitario argentino lo puede atender adecuadamente. Ese es todo el secreto. El riesgo del pico es que muchos se enfermen juntos y el sistema de salud no pueda responder”, sostuvo.
Además, advirtió que en este momento “no podemos volver a hacer nuestras vidas” como antes de la pandemia del coronavirus porque “nos exponemos a un dolor infinitamente mayor y todo se desperdiciaría en dos minutos”. En esa línea, afirmó: “La ecuación no es cuánto pierde cada uno de nosotros, sino cuánto gana cada uno de nosotros”.
“Abrir una fábrica en este contexto implica que un empleado que se contamine, contamina a todos sus compañeros en un día. ¿De qué sirve tener una fábrica abierta sin operarios?”, se preguntó durante una respuesta en la que hizo alusión a la posibilidad de comenzar a abrir fábricas y comercios. “Cuando toda esta pesadilla pase queremos que las empresas estén de pie para recibir a los trabajadores", señaló.
En tanto, afirmó que “se cuida y lo cuidan” para que no se contagie de Covid-19 en sus salidas, visitas y reuniones. “Yo también tengo cuidado, al control social lo respeto y en una selfie tenemos una distancia considerable entre unos y otros”. "Me dicen que no tengo que ir al (Instituto) Malbrán o al hospital de La Matanza, pero me siento muy mal porque esa gente se está exponiendo, sé que se cuidan y me cuidan”, agregó.
Con relación a cómo impacta la pandemia en los sectores más humildes, Fernández afirmó que “los que más necesitan comida van a tener la comida que necesitan y los que necesitan recursos van a tener los recursos que necesitan”.
“Las empresas también van a tener la ayuda que necesitan”, aseguró, y aclaró que se debe “ayudar al Estado a hacer el esfuerzo” que demandan las actuales circunstancias por el coronavirus.
Por otro lado, y consultado por sus declaraciones contra los empresarios, a quienes llamó “miserables”, dijo que “no se arrepiente” de haberse referido con esos términos con relación a la empresa Techint por haber anunciado el despido de 1.450 empleados de la construcción en medio de la pandemia del coronavirus, pero aclaró que es un tema “superado”.
En otro momento de la entrevista, el mandatario fue consultado por las críticas del gobierno de Chile a su comparación con el accionar del país vecino durante la conferencia de prensa del viernes. Desde la Casa de la Moneda aseguraron que Argentina no hace la cantidad de testeos que hacen en territorio chileno y que ese es uno de los motivos por el que hay menos infectados.
“Me recuerda una frase de (Joan Manuel) Serrat: Nunca es triste la verdad, lo que no tiene es remedio”, afirmó, al tiempo que agregó: “Yo sé que Chile está haciendo más testeos. Nosotros estamos haciendo una cantidad de testeos que la Organización Mundial de la Salud considera aceptables".
Con respecto al mismo tema consideró que se pueden discutir la cantidad de infectados y muertos, pero que ese no es el objetivo del Gobierno. “Solo busqué mostrar que nuestra política funciona y que es distinta a lo de algunos países con los que nos comparamos”, expresó. “La proporción de muertos por cantidad de habitantes demuestra que lo nuestro está funcionando”, aseguró.
El Presidente también sostuvo que a este proceso de crisis “lo tenemos que pasar con ética” y que “no es ético dejar a cada argentino librado a su suerte, ni condenarlo a la muerte”. Luego, respondió sobre el pedido de un sector de la sociedad para que los políticos se bajen los sueldos. Dijo que no le va a pedir a ninguno de sus ministros que se baje el sueldo cuando trabajan desde muy temprano y hasta la noche. “Yo creo que la política es un acto de servicio cuando se hace honesta y dignamente”, afirmó.
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