El ministro de Salud de la Ciudad de Buenos Aires, Fernán Quirós, estimó que las restricciones en la circulación continuarán tres meses más, independientemente de las excepciones que vaya incluyendo el gobierno nacional en el marco de la cuarentena total dispuesta por el presidente Alberto Fernández.
En diálogo con Luis Novaresio en radio La Red, el funcionario planteó: “Como mensaje para la gente, lo que acá se llama cuarentena, que son las restricciones de la movilidad personal, van a durar un largo tiempo y lo que estamos discutiendo es la intensidad que tienen esas medidas semana tras semana”.
En ese sentido, pronosticó que las limitaciones personales continuarán durante al menos tres meses más. “Después iremos viendo si las medidas se pueden relajar un poco o se pueden endurecer un poco más”, analizó.
De acuerdo a las proyecciones del gobierno porteño, gracias a las medidas adoptadas el pico de la enfermedad se corrió para mediados de mayo. La idea de las autoridades es retomar gradualmente el ritmo habitual de todas las actividades económicas una vez que la curva de contagios llegue a cero, lo que se estima que sucederá un mes y medio después del punto más alto del brote.
“Esta realidad es dinámica y para mitad de mayo esperamos el pico. Luego te queda un mes y medio más de muchos problemas y no vas a estar en el medio del lío generando más lío”, razonó.
El funcionario, que forma parte de la mesa chica que debate las estrategias sanitarias que se adoptan tanto en la Capital Federal como a nivel nacional, adelantó además que en los próximos días se volverá obligatorio el uso de tapabocas caseros para evitar que los asintomáticos propaguen más el virus.
“Decididamente creo que hay que taparse la boca porque decididamente disminuye el nivel de contagios. Pudimos confirmar en este tiempo que hay muchos más enfermos asintomáticos de lo que creíamos y creemos que en algún momento vamos a tener que decir que hay que taparse la boca”, adelantó.
El titular de la cartera de salud porteña dijo que por ahora no analizaron la posibilidad de suspender el transporte público, pese a que entienden que es uno de los sectores donde la COVID-19 podría transmitirse con mayor facilidad.
Ayer, el presidente Alberto Fernández no solo había confirmado la continuidad de la cuarentena, sino que se endurecerían los controles en los grandes centros urbanos. Se prevé que el próximo fin de semana anunciará las características de la fase III del confinamiento obligatorio.
Por lo pronto, se estima que no habrá muchas variantes con respecto a lo que ha sucedido desde el 20 de marzo pese a la presión de industriales y gremialistas para poner en marcha ciertos sectores.
La otra cara de la cuarentena son los efectos económicos, que despiertan señales de alerta en algunos especialistas. Por ejemplo, este jueves el economista José Luis Espert aseguró que la Casa Rosada está subestimando las consecuencias de la pandemia.
De acuerdo a los últimos datos oficiales, en la Argentina hay 1795 casos positivos confirmados de coronavirus y 70 fallecidos, 5 registrados durante este jueves Santo.