El titular del Sindicato de Mecánicos y Afines del Transporte Automotor (SMATA), Ricardo Pignanelli, afirmó que los trabajadores de tres automotrices volverán a trabajar en un solo turno luego del levantamiento de la cuarentena, una vez que terminen de acordarse los nuevos protocolos de seguridad, y reveló que algunas terminales están en condiciones de fabricar unos mil asistidores respiratorios por semana para reforzar la atención de los pacientes con coronavirus.
El sindicalista dijo que en Volkswagen, Toyoya y Mercedes Benz ya hay preparativos para reanudar las tareas de manera limitada: tradicionalmente en el sector se trabaja en dos turnos, pero se reducirá a uno cuando el Gobierno disponga el gradual regreso a la actividad, aunque aún faltan ajustar las medidas de prevención necesarias para que evitar los eventuales contagios.
En diálogo con Infobae, Pignanelli dio detalles de los preparativos para volver al trabajo en las plantas y de los asistidores respiratorios, que fueron creados por técnicos del sector.
“Excepto Ford y General Motors, que tiene a todo el personal con licenciamiento hasta el 2 de mayo, en Volkswagen, Mercedes Benz y Toyota vamos ir arrancando en turnos, pero en vez de dos turnos habrá uno solo. Por ejemplo, en Mercedes Benz se trabajará de 7 a 16.30 y tanto en Toyota como en Volkswagen de 6 a 14.30. Pero la decisión es arrancar nuevamente”, precisó el dirigente sindical.
-¿Cómo es la situación laboral en este momento en las automotrices?
-El 90 por ciento de nuestra industria está totalmente paralizado. Sólo hay guardias mínimas para que los sistemas no se deterioren o para los repuestos de ambulancias o patrulleros.
-¿Ustedes negociaron una reducción salarial de un 25% a cambio de la preservación del empleo?
-En las automotrices ya teníamos prácticamente armado el licenciamiento de la gente. No es nuevo para nosotros, pero las licencias siempre fueron parciales y no totales como ahora. La baja en el salario bruto es más o menos de un 25% y con eso logramos asegurar las fuentes de trabajo. Pero cuando se vuelva a trabajar tendremos que volver a discutir las condiciones con algunas terminales.
-¿Podrían comenzar el mismo lunes 13 si el Gobierno así lo dispone?
-No, arrancaríamos una semana después porque tenemos que preparar todo. En estos días se reunirán el director médico de nuestra obra social con los médicos de las terminales para acordar cómo será el regreso a la actividad de una manera segura para los trabajadores. Por eso pensamos en hacer un solo turno de trabajo. Primero, porque se nos cayó el mercado de Brasil. Y después porque dentro del plantel hay gente que tenemos que cuidar, como muchas mujeres que tienen que cuidar a sus hijos.
-En la reanudación del trabajo también influirá el esquema de transporte público que se defina.
-En la mayoría de las terminales tenemos micros que trasladan a los trabajadores, aunque hay que resolver la distancia entre los asientos, si se usa o no barbijo, los horarios. No es fácil. En el sector de autopartes y en las concesionarias sí vamos a depender de lo que decida el Gobierno. Todo es muy difícil, pero tenemos confianza. Hay entusiasmo porque también tenemos un grupo de gente trabajando en un asistidor respiratorio de producción local que estamos probando.
-¿Un respirador fabricado por ustedes?
-No, es como un respirador, pero sin el monitor ni tanta tecnología. La idea surgió en enero en una terminal, en una reunión a la que me convocaron unos técnicos y en la que empezamos a pensar cómo se podía ayudar en la crisis sanitaria que comenzaba en todo el mundo. Algunos propusieron fabricar camas o mesas hechas con cigüeñales o máscaras, hasta que a estos siete técnicos se les ocurrió pensar cómo diseñar respiradores y ensayando salió esto. Fue un invento de ellos. En las ambulancias existe el ambu, que es un resucitador manual, con una bolsa que le permite dar oxígeno al paciente hasta que llegue al hospital. Y lo que hicieron estos técnicos es automatizar ese aparato con un motor de limpiaparabrisas y una plaqueta. Todo montado dentro de una valija. Lo probamos tres veces y funcionó. Esto permitirá auxiliar al paciente hasta que se desocupe un respirador.
-¿Ya se lo ofrecieron al Ministerio de Salud?
-Primero se hizo un ensayo en un centro de anestesistas en Caballito y el viernes pasado vinieron a vernos representantes de Salud y de la ANMAT (Administración Nacional de Medicamentos, Alimentos y Tecnología Médica), que se llevaron el modelo que fabricamos para hacerle la prueba final y, si está todo en condiciones, lo homologarán para que pueda empezar a fabricarse.
-¿Están en condiciones de hacerlo con rapidez? ¿Cuántos asistidores podrían fabricarse?
-Hay mucha gente dispuesta a trabajar en esto. Calculo que podrían hacerse unos 1.000 asistidores respiratorios por semana y con unas 45 o 50 personas sería suficiente para fabricar esa cantidad. Si nos dan la aprobación podría hacerse en las mismas terminales. Los materiales ya los tenemos. No fuimos los únicos. Hay otros proyectos similares y ya fueron aprobados cinco o seis modelos. Una pyme se largo a hacer algo parecido. Me imagino que la ANMAT lo va a sacar rápidamente. Quizá nazca toda una industria con estas ideas. De lo malo, siempre sacás algo bueno.
-Usted es un optimista, por lo visto.
-Todo esto va a cambiar al mundo. En el gremio tenemos un 80 por ciento de jóvenes y siempre les digo que para aprender, tienen que aprender de las malas. Yo pasé en mi vida por muchas crisis, pero ésta es inédita. Es la más brava porque es una crisis de salud sumada a la económica. Y en todo el mundo. Todo esto demuestra que la inteligencia artificial sirve un montón, pero tenemos que generar puestos de trabajo. Quizá tengamos que empezar otra vez con el pico y la pala.
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